NUEVO CÓDIGO CIVIL

Un bebé rosarino se llama Lucifer Marcelo

 

De la redacción de El Litoral

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Lucifer cumplirá mañana su primer mes de vida. Nació el 2 de septiembre, a las 4 de la madrugada, cuando una mamá de 25 años decidió llamar a su bebé Lucifer Marcelo. Sucedió en la Maternidad Martín de Rosario, sin levantar demasiado la atención: la dirección de la maternidad no recuerda el caso particular entre tantos otros.

Este nombre motivó una de las pocas consultas que recibió el director del Registro Civil de la provincia a partir de la implementación del nuevo Código Civil, el 1º de agosto, que permite mayor libertad en la elección de los nombres.

“Fue algo normal, consultaron a la Dirección por la connotación social que tiene pero en el significado no vi ningún problema”, explicó Gonzalo Carrillo, el director del Registro Civil de la provincia. El funcionario radicó su decisión en la acepción romana de “Lucifer”, que significa “portador de luz”, en detrimento de la acepción católica por la cual es el nombre de Satanás. El significado cobra especial connotación al considerar la raíz etimológica del segundo nombre, Marcelo, que proviene de Marte, el dios romano de la guerra.

“Si bien tiene una connotación religiosa, los padres son los responsables de ponerle nombre a su hijo; siempre y cuando sea un nombre y esté dentro de los parámetros de lo que consideramos como tal -‘Yerbabrava’ no era un nombre sino un invento y por eso fue rechazado, aclaró-. Lucifer sigue siendo un nombre, por más que a la mayoría de la población que comparte la religión católica no le guste”, argumentó Carrillo.

Por su parte Cristian Allende, subsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe y presidente del Consejo Provincial de Niñas, Niños y Adolescentes, coincidió con la aprobación del nombre y desestimó cualquier tipo de medida en contrario. “La decisión del nombre es parte de la responsabilidad que ejercen los padres; con las normas del Registro Civil y del nuevo Código es un criterio posible, imagino que si fuera atentatorio de los Derechos del Niño él podrá cambiárselo cuando sea más grande”, sostuvo Allende.

Ningún sorteo

Si bien Lucifer resultó el nombre más polémico, desde la Dirección del Registro informaron que a partir de la implementación del nuevo Código Civil son pocas las consultas y autorizaciones que reciben sobre nombres: “Sólo llegan los casos muy extremos”, explicaron fuentes de esa repartición. Es el caso del citado Yerbabrava, Panambí que en guaraní significa mariposa, o Tabita que es gacela en arameo.

Respecto de la elección del apellido, desde la Dirección del Registro informaron que en los primeros sesenta días del nuevo Código los padres acudieron a inscribirlos con la decisión tomada tanto por el materno, el paterno o ambos. No llegó ningún informe a esa dependencia de apellidos de bebés que debieran resolverse por sorteo ante la falta de acuerdo de sus padres.

El funcionario radicó su decisión en la acepción romana de “Lucifer”, que significa “portador de luz”