En Alejandra y alrededores

Ladrones de cobre inutilizan bombas arroceras en la costa santafesina

5_1_IMG-20151005-WA0009.jpg

Botín. Los delincuentes “cinchan” los aparatos, que caen desde la plataforma en altura y se destrozan, dejando al descubierto alrededor de 400 kilos de cobre. Foto: Gentileza Gustavo Bresán

 

Juan Manuel Fernández

[email protected]

Productores arroceros de Alejandra, departamento San Javier, denunciaron ser víctimas del accionar de vándalos que una semana atrás destrozaron dos transformadores de energía, instalados en estaciones de bombeo, para robarles y luego vender el cobre de su interior.

“En menos de cuatro días tumbaron dos transformadores”, dijo a Campolitoral Gustavo Bresán, encargado de un establecimiento arrocero en Los Corralitos, unos 50 kilómetros al norte de la ciudad de San Javier. En su caso el ataque -según relató- se produjo durante en la madrugada del lunes 5 de octubre, mientras que entre miércoles y jueves de la semana anterior había ocurrido lo mismo en las instalaciones de Ricardo Scarpini, unos 15 kilómetros antes de Alejandra.

Ya es costumbre

La práctica delictiva no es nueva. El año pasado ambos damnificados habían pasado por lo mismo y en la misma época, ya que “los ladrones aprovechan los días previos al inicio de los bombeos porque los transformadores están sin energía”.

Según indicaron a Bresán los técnicos de la EPE que asistieron al lugar del hecho, cada transformador tiene en su interior aproximadamente 400 kilos de cables de cobre. También le comentaron que, por el modus operandi que evidencian los rastros, son personas que conocen el funcionamiento y la estructura de los aparatos. Los vacían del aceite que tienen en su interior antes de arrojarlos desde la plataforma en altura en la que están instalados, ya sea haciéndoles palanca o “cinchándolos” con un vehículo desde abajo.

Un año atrás, además de los casos mencionados, también había sido víctima el actual intendente de San Javier, Mario Migno, en su establecimiento de Paraje La Toti, al sur de Colonia Teresa (25 kilómetros al norte de la ciudad cabecera).

Contra reloj

Bresán relató que la semana previa al destrozo de su transformador, cuando se produjo el hecho en la estación de bombeo de Scarpini, intuyeron que los delincuentes volverían -igual que un año atrás- a atacarlos también a ellos, tal como finalmente ocurrió. “Pensamos en apostar una persona -indicó-, pero era riesgoso; estos tipos (los ladrones) pueden estar armados y podía ocurrir una desgracia, así que decidimos no poner a nadie”.

Dos semanas atrás, otro productor de la zona, Mauricio Boumgartner, también sufrió daños en su estación de bombeo, pero no en el transformador sino en el tablero de control, que desmantelaron. También le robaron el cableado que conecta con los motores (6 gruesos cables de 20 a 25 metros), según explicó Bresán.

El año pasado, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) repuso rápidamente los transformadores, aunque los productores corrieron con el costo del cableado. Ahora los arroceros están expectantes, ya que con los primeros días de noviembre deben comenzar a regar y necesitarán tener en funcionamiento las instalaciones de bombeo.