Ochenta años de fuertes lazos de respeto y amistad

Ochenta años de fuertes lazos de respeto y amistad

Los dirigentes de hoy: Ripodas, Loinaz, D’Angelo, Velázquez y Pacitti, los principales directivos de estos 80 años jóvenes años que cumplirá mañana la Vuelta del Paraguayo.

La Agrupación Vuelta del Paraguayo fue un desprendimiento del club de Regatas, se asentó en la Isla Silgadero y Pontoni trajo a la selección a jugar para su beneficio. Mañana tiran la casa por la ventana con un gran festejo.

TEXTOS. ENRIQUE CRUZ (H). FOTOS. PABLO AGUIRRE.

 

Tiene una historia rara para estos tiempos, pero hay que situarse en aquel 11 de octubre de 1935, cuando se inició esta aventura llamada “Agrupación Vuelta del Paraguayo”. Tan curiosa es la historia, que el 3 de enero de 1948 llegó ni más ni menos que la selección argentina, con el “Charro” Moreno y Di Stefano, entre otros, a jugar en Santa Fe a beneficio y por intermedio de un gran jugador nacido en estas tierras: René Pontoni.

“Si te fijás en el escudo original, tiene el número 40. Esta tribu tenía 40 miembros. Y eran 40 sí o sí, se iba uno y entraba otro, pero era así de cerrado. Y se llama Vuelta del Paraguayo porque a esta altura había un barco paraguayo enterrado y, para llegar en los botes, había que dar la vuelta al barco. Hay otras versiones, pero la más creíble es la que acabo de comentar”, cuentan los dirigentes de esta Agrupación, que tiene “entre 110 o 120 socios”.

En la cancha de fútbol que ocupó El Pozo en sus partidos de Liga Santafesina, alguna vez entrenó aquella selección a principios de 1948, que fue un equipo histórico. A ver si hacemos “piantar” un lagrimón con este equipo: Cozzi, Marante, Sobrero, Yácono, Rossi, Pescia, Boyé, “Tucho” Méndez, Pontoni, Di Stéfano, el “Charro” Moreno, Sued y Loustau, entre otros, quienes se consagraron campeones sudamericanos el año anterior en Ecuador. Y además, la Agrupación dispone de dos canchas de tenis criollo (dicen sus dirigentes que el verdadero origen de este deporte netamente santafesino no fue en Regatas sino en la Agrupación, que era un desprendimiento de Regatas) y un equipo de mami-hockey, además de nuevas instalaciones, como los flamantes vestuarios.

“No quiero terminar como los clubes, que se transforman en boliche. Ojalá podamos continuar siendo un club de amigos. Están viniendo nuestros hijos y se acomodaron con los chicos de la zona, juegan todos los sábados y son la renovación”, cuenta Mingo D’Angelo, el presidente.

LAS INUNDACIONES

Obviamente que la Agrupación ha sufrido muchísimo las inundaciones en la Isla Silgadero. “Acá, cuando el río llegaba a 4,70 se cortaba todo y había que venir en bote, no se podía usar el camino. Ahora, el camino está levantado y la Municipalidad se comprometió a hacer algunos arreglos y servicios, como recolección de residuos, iluminación y hacer los trabajos para que el agua, cuando llueve, se vaya rápidamente”.

“Acá funciona una escuela primaria y secundaria para adultos, veo que la gente está más participativa, le cedimos a la provincia en comodato una propiedad que es utilizada como destacamento policial. Hoy el barrio está medianamente controlado”, señalan los dirigentes.

LOS ORÍGENES

Allá por 1924, un grupo de socios de Regatas improvisaba partidos de fútbol enfrente del club, laguna de por medio. Así fueron naciendo las tribus, denominadas “Mocoretá”, “Los Guácharos” y “Los Tobas”. Ellos fueron los que se corrieron hacia el actual emplazamiento de la Vuelta del Paraguayo.

Los principales objetivos fundacionales fueron cultivar la camaradería y la amistad. Esto es lo que se encargan de resaltar los actuales directivos, quienes siguieron al pie de la letra aquellos preceptos que identificaron a la Vuelta a través de los tiempos.

Entre los hitos más importantes, se puede destacar la gestión que se hizo para la creación en 1942 de la escuela isleña Mateo Booz, que tuvo su continuidad también en la creación de una cooperadora.

AQUELLOS CLÁSICOS

Entre los acontecimientos deportivos más importantes, se destacan los tradicionales enfrentamientos entre asociados hinchas de Unión y Colón, que en muchas ocasiones se vieron reforzados por ex jugadores.

“Acá han venido ex presidentes a ver esos partidos. Recordamos, por ejemplo, a Malvicino, a Corral, a Bude y a Salerno, entre otros, que aceptaron la invitación y se acercaron para ver esos partidos que eran de ‘hacha y tiza’ ”, comentan, más allá de las actividades en conjunto que en los 80 años se desarrollaron con el “padre institucional” de la Vuelta: el club de Regatas.

Las tradicionales peñas, los asados del fin de semana, los partidos de los más jóvenes junto a los chicos de la zona, son algunas de las actividades que mantienen vivo a este lugar tan afianzado en el conocimiento de los santafesinos, cuyo nacimiento tuvo valores humanos muy fuertes que lo solidificaron y se mantienen: la amistad, la seriedad, las relaciones interpersonales, la inserción de la familia y el respeto por los mayores.

El esfuerzo de este grupo de muchachos que hoy ya peinan canas pero que siguen con el mismo empuje de antes, permite mantener viva esa llama que 40 jóvenes prendieron allá por 1935. Hoy, 80 años después, la Vuelta del Paraguayo sigue firme y de pie, en un festejo que mañana congregará a centenares de personas que, de una forma o de otra, se identifican con aquellos valores humanos que jamás se perderán.

COMISIÓN DIRECTIVA

Presidente: Domingo D’Angelo; vicepresidente, Carlos Lértora; secretario, Ricardo Ripodas; prosecretario, Miguel Mántaras; tesorero, Eduardo Sergio Baratti; protesorero, Osvaldo Grass; capitán, Humberto Velázquez; subcapitán, Martín D’Angelo; intendente, Roberto Pacitti; subintendente, Rubén Loinaz; vocales suplentes, Rodrigo Velázquez; Santiago Cuello, Claudio Pimpinela y Miguel Mántaras (h); síndico titular, Roberto Tupp.

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El cuadro más recordado. Con las fotos que retratan aquella histórica visita de la selección argentina a Santa Fe, a beneficio de la Vuelta. Jugó un amistoso con el equipo de Santa Fe, la trajo Pontoni, entrenador, y almorzaron en la Vuelta.

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El tinglado. Una de las comodidades que tiene la Vuelta del Paraguayo, además de un amplio salón cerrado y varios vestuarios con todo el confort.

LA ANÉCDOTA DE FUMAGALLI

Hubo tiempos en los que el equipo de fútbol de la Vuelta del Paraguayo hacía intercambios y se presentaba en el interior del país.

“Acá han venido muchos equipos, recuerdo que Córdoba traía a Santos Benigno Laciar. Y nosotros teníamos a Fumagalli, un arquero que jugó en Sunchales, Nueva Chicago en los tiempos de la Federación y después se fue a jugar a Mendoza. Fumagalli era un loco al que Gatti le copió todo lo que hizo. Se ponía cualquier cosa para atajar, pero lo más insólito fue que tenía un perro y lo ataba atrás del arco. Era un perro policía y cuando jugaba en Independiente Rivadavia o San Martín de Mendoza, atajaba con las bermudas y la vincha, y ataba al perro... ¡En serio! El Loco Gatti no pudo atar el perro, pero le copió todo”, cuentan entre risotadas. Una de las tantas lindas anécdotas que quedaron grabadas en la historia de la Vuelta.

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La última obra. Una nueva cancha de tenis criollo. Dicen que allí tuvo su verdadero nacimiento este deporte y que hasta estos días concurre Storani, uno de los mejores exponentes de la ciudad.

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¿Se acuerdan de Ochoa? Fernando Ochoa fue un recitador, folclorista y actor de radio, cine y teatro. En la década del 40 estuvo en la Vuelta, en una reunión de amigos. Foto. Archivo Birri.

MINCHO AGUIRRE

Fue un socio que donó la copa challenguer que se entregaba a la caballerosidad en los encuentros deportivos. Posteriormente, llevó el nombre de Wilfredo López, otro de los socios fundadores que se ocupó mucho por el engrandecimiento de las instalaciones. Dos nombres que quedaron instalados para siempre en la historia de la Vuelta.