Pulsos de la política provincial

Lifschitz ya tiene el gabinete

Por Darío H. Schueri

Coincidentemente con los trágicos pronósticos sobre la llegada del fenómeno El Niño (que para los climatólogos ya está entre nosotros desde el año pasado), cuando esté expirando octubre quizás se sepa (si no hay balotaje) quién gobernará el país por los próximos cuatro años; y con qué elenco de colaboradores el estructurado ingeniero Miguel Lifschitz piloteará nuestra provincia en la nueva y desafiante etapa que comenzará en la Argentina el próximo 10 de diciembre.

Signos y señales: mientras en la Nación el Congreso aprueba, con el grito en el cielo de la oposición, el presupuesto con el que gobernará el nuevo presidente, en Santa Fe los senadores peronistas se reunieron con su par de Cámara y gobernador electo, Miguel Lifschitz, para conocer sus prioridades en materia financiera antes de votar el Presupuesto 2016 y el pedido de endeudamiento enviado por el gobernador Bonfatti.

“Queríamos saber hacia dónde apuntará su gestión y qué recursos necesita”, puntualizó el jefe de la Comisión de Presupuesto, Alcides Calvo. Por lo pronto, se sabe que Lifschitz tiene una idea restrictiva respecto de la cantidad de personal para el sector público, apostando a la eficiencia y la productividad.

Prudencia con las cuentas

Lifschitz fue muy prudente con sus compañeros de recinto en materia económica; por ejemplo, les hizo saber que en materia policial por ahora no hará uso de las 3.000 vacantes existentes, apuntando más bien a organizar lo existente. Más gente significa más plata. Que escaseará en la Argentina del ajuste que se viene; en la Nación y en la provincia.

El gobernador electo les pidió a los senadores peronistas un par de semanas para decidirse sobre el endeudamiento; seguramente conversará con el ministro Ángel Sciara (es muy probable que un hombre de su equipo lo reemplace) sobre las necesidades económicas y financieras hasta el 10 de diciembre, y posteriormente.

Allegados al gobernador en materia presupuestaria lo decodifican traduciendo que cuando Lifschitz habla de redireccionar partidas se refiere a realizar ahorros en partidas de gastos corrientes que permitan usar esos fondos, vía modificación presupuestaria, para atender gastos de capital (obras específicamente).

Y con respecto a la alternativa de pedir créditos, señalan que no sólo es posible, sino que muchos gobiernos lo están haciendo (nacional, provincias y municipios) ya que disponibilidades financieras existen en el mercado local (mucho más aún en el mercado externo), aunque obviamente las condiciones (plazos y tasas) no son las más apropiadas para los emisores de nuestro país, sean éstos públicos o privados.

Recuerdan que la provincia de Santa Fe tiene una excelente calificación crediticia que está sustentada en un muy bajo nivel de endeudamiento avalado por el último informe de Fitch Ratings (agencia calificadora de riesgo) donde se indica que la deuda de Santa Fe representa el 3,1 por ciento de los ingresos corrientes del año, cuando la media provincial a nivel país es del 32,1 por ciento. También es escasa la incidencia de los servicios de la deuda (amortización e intereses) en el presupuesto anual; tiene un apropiado perfil de vencimientos de la deuda contraída: en ningún año opera un vencimiento fuerte, sino que se trata de préstamos que se van amortizando regularmente y un detalle no menor: los recursos recibidos actualmente del gobierno central son exclusivamente aquellos que corresponden a la coparticipación automática, lo cual significa una fortaleza muy grande en relación con otras provincias cuyos presupuestos están sustentados, en gran medida, en las transferencias discrecionales que reciben del gobierno nacional.

¿Sólo una cuestión de interpretación?

Miguel Lifschitz relativizó el atisbo de encono tributario que podrían haber suscitado declaraciones suyas sobre la Tasa Vial y el Impuesto Verde, aduciendo que no fueron declaraciones recientes, sino formuladas en plena campaña electoral de las Paso.

Lifschitz había anunciado que, en caso de ser gobernador, no promovería la Tasa Vial porque le parecía “distorsiva”, y tampoco el Impuesto Verde, porque se trata de “un impuesto a la actividad”, y que prefería “no tocar Ingresos Brutos ni Inmobiliario, excepto para actualizarlo según la inflación”.

Sea como fuere, el gobernador Bonfatti no las dejó pasar por alto y alegó que “no hay Estado ni sociedad que pueda funcionar sin impuestos”, señalando que “el Estado es de todos porque por un lado, hay una enorme hipocresía de reclamar permanentemente más rutas, más energía, más hospitales y escuelas, más desagotes, más acueductos, y por otro lado, dígame de dónde salen los fondos si no es de los impuestos”.

El economista del PRO, Carlos Melconián, pasó por esta capital y dejó un panorama inquietante para el futuro económico inmediato: “La devaluación y el ajuste de tarifas es inexorable” sentenció, basado en cuatro años de estancamiento económico; 9 años de inflación y 10 años de pobreza alta; escasez de dólares y caída de reservas; el dilema de los subsidios y del sistema jubilatorio; el deterioro fiscal que desempolvó la máquina de emitir; mucha emisión de moneda, pero poco crédito y caro; la deuda pública no bajó, subió, y el problema energético.

Habemus gabinete

Con respecto a su gabinete ministerial, tal como anticipábamos la semana pasada, Lifschitz ya tiene confirmado en un 90 por ciento el mapeo partidario y los nombres, por lo cual sería hasta ocioso que siga reuniéndose la “comisión bilateral”.

Enfadado, el presidente de la UCR, Mario Barletta, le reclamó al gobernador electo más generosidad en el armado del gabinete, a la vez que le pidió a Lifschitz (y todo el Frente) “hacer una lectura muy responsable de la situación electoral, donde ganamos (como FPCyS) por un margen muy apretado y con muy bajo porcentaje de apoyo ciudadano”. Barletta sospecha que el Grupo Universidad no será tratado de igual manera que los otros dos sectores (M.A.R y NEO) a la hora de la distribución ministerial.

Lifschitz supo decir, luego de entrevistarse con el rector Albor Cantard, que “la Universidad del Litoral será un socio estratégico para promover el desarrollo del centro norte”. Cantard le había entregado la oferta de las capacidades científico-tecnológicas de la institución de educación superior.

La gente del M.A.R dice “no desvelarse” por un cargo ministerial; más bien apuestan a “políticas en común” ya que “el interés es la medida de la acción”, confiando en que los dos ministerios acordados previamente para el sector serán respetados.

Un detalle: hablábamos el pasado sábado del ascenso de Medio Ambiente al rango de Secretaría de Estado; desde el peronismo nos advierten que la misma ya fue creada por Ley 11.717 (Gutiérrez 1999) y Binner la disolvió en 2007.

Sabido es que, además de Producción y Obras Públicas, el gobernador electo pondrá el acento en lo que será el verdadero desafío de su gestión: la seguridad. En este sentido, el diputado radical Maximiliano Pullaro, apasionado por el tema, dijo que seguirá trabajando “para reformar las fuerzas de seguridad” de la provincia, y continuar reclamando la coordinación con la Justicia y las fuerzas federales. También sostuvo la necesidad de contar con una Policía “mejor capacitada y mejor preparada y tal vez mejor paga y con todos los instrumentos que se necesitan para la seguridad pública”.

Podría haber sorpresas en la elección nacional

Tan sólo quince días nos separan de la trascendente elección nacional que para todo el mundo significará un punto de inflexión política en la Argentina, gane quien gane.

Los candidatos santafesinos a senador nacional Omar Perotti, Carlos Reutemann, Eduardo Romagnoli y Hermes Binner trajinan duro los por ahora secos caminos de la provincia, rumbo a las generales para consolidar o revertir los resultados de las Paso del 9 de agosto.

El peronista Omar Perotti quiere acendrar el 34,30 por ciento, mientras que Carlos Reutemann (PRO) desea consolidar el 27,63 por ciento que lo ubicó en segundo lugar. Por su parte, Eduardo Romagnoli (Massa) va por Reutemann, ya que con el 18,42 por ciento obtenido en las Paso no llega al Congreso de la Nación. Y ni hablar de Hermes Binner que con su boleta corta obtuvo apenas el 13,13 por ciento.

Una encuesta conocida horas antes de elaborar esta columna confirma la tendencia del candidato peronista; pero estaría arrojando sorpresas en sus escoltas, a tal punto que Romagnoli y Reutemann casi no se sacarían ventajas, mientras que Hermes Binner, enrolado en el homérico esfuerzo por afirmar la “boleta corta”, también alienta esperanzas con el corte.

De esta manera, Perotti, Reutemann y Binner, actuales legisladores nacionales, caminan pueblos y ciudades pidiendo la confianza para seguir en el Congreso. Perotti, que termina su mandato el 10 de diciembre; Hermes Binner - que sigue hasta 2017 como diputado- quiere cambiar de Cámara, y Carlos Reutemann aspira a su cuarto mandato senatorial. Por su parte, Eduardo Romagnoli (UNA) pugna por entrar.

Reutemann, particularmente movedizo, salió a responder las duras críticas del vicegobernador Jorge Henn, quien elípticamente lo había tratado de “vago”. El senador justicialista (partido con el cual ganó la banca que ostenta) devenido ahora en candidato del PRO, dijo que “enfrentar al kirchnerismo es difícil”, razón por la cual -consideró- “hubiese sido más fácil pasar por ventanilla”. El “Lole” replicó con ironía las aseveraciones de Henn. “Sí, fui toda la vida un vago bárbaro, un atorrante”, concluyó.

Romagnoli sigue con su prédica productivista junto al primer diputado de Massa en Santa Fe, Alejandro Grandinetti; discurso que también sostiene Hermes Binner al señalar que el gobierno nacional no sólo no ayuda a los sectores productivos, sino que los agrede y los provoca.

Los senadores peronistas fueron a verlo a José “Pepe” Scioli para confirmarle que apoyan sin fisuras el proyecto de su hermano Daniel, lo mismo que el presidente de la Cámara de Diputados, Luis Rubeo.

A todo o nada. A nivel parlamentario, en dos semanas todo habrá quedado definido. El balotaje es sólo para los candidatos a presidente.

 

A nivel parlamentario, en dos semanas todo habrá quedado definido. El balotaje es sólo para los candidatos a presidente.