Por el impacto de la crisis en Brasil

Preocupación por GM

El secretario general de Smata, Marcelo Barros, dijo que “el problema más complicado es a corto plazo”. Se podrían ampliar las paradas de la planta y en el gremio temen por recortes en el salario.

De la redacción de El Litoral

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Corresponsalía Rosario

La automotriz General Motors decidió que en octubre se realizarán cinco días de suspensiones en la planta de General Alvear, con el objetivo de paliar la caída de las exportaciones a Brasil. Pero en noviembre esa medida podría ampliarse a un día más, por lo que desde el gremio de Smata salieron hoy a alertar sobre posibles recortes en el salario de los 2.300 trabajadores que se desempeñan en la planta de Alvear.

A pesar de que se trabaja un día menos a la semana, los operarios de la planta cobran el 100 por ciento del sueldo. Pero desde el sindicato salieron a abrir el paraguas ante la incertidumbre que existe en torno a la producción de la automotriz, afectada por la crisis que impacta en Brasil. Marcelo Barros, secretario general de Smata Rosario, aseguró que “el problema más complicado es a corto plazo. Actualmente la planta se para un día por semana y esto podría repetirse durante otra jornada”. Fuentes del gremio señalaron a El Litoral que les preocupa “cómo se llega al año próximo”, cuando General Motors va a poner en marcha la fabricación de un nuevo modelo de alta gama en el marco del Plan Fénix.

“Nos preocupa diciembre y los primeros meses del año próximo. La incertidumbre que tenemos es que haya recortes en los salarios. Otras automotrices ya lo están haciendo”, plantearon en el sindicato.

Desde Smata señalaron que “actualmente la planta de General Motors tiene una producción de 19 autos por hora, mientras que hace un año y medio era de 32”. El 80 por ciento de la producción de la automotriz se exporta a Brasil. El punto determinante para esta desaceleración en el ritmo de producción de la automotriz es el derrumbe de las ventas en el mercado de Brasil, que provocó un duro impacto en las exportaciones hacia ese país. Las terminales acusaron en el mes de septiembre pasado una caída de la producción del 42%, mientras que las ventas se desmoronaron un 35,2%.

La parálisis del socio mayor del Mercosur obligó a las terminales locales a restringir sus regímenes de producción, tal como lo demuestran decisiones recientes tomadas por Ford, Fiat y Volksgawen, que también aplicaron planes de suspensión.

Según las cifras de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), la producción nacional de autos alcanzó durante septiembre las 52.977 unidades, un 8% más que en agosto pasado pero un 8,3% menos que en el mismo mes el año pasado. Las terminales exportaron 21.853 unidades, un 2,3% más en comparación con las 21.355 unidades enviadas en agosto y un 27,3% menos respecto de septiembre de 2014.

Tras la publicación de las cifras, la presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), Isela Costantini, titular de la GM, destacó que “el comportamiento a la baja de las exportaciones continúa afectando el desempeño de la producción”. “Brasil no muestra signos de recuperación y acumula una retracción superior al 30% en su demanda de vehículos argentinos” en 2015. Y pidió “tener certeza para encarar y diagramar una agenda conjunta con la cadena de valor y las autoridades que promueva la mejora continua de la competitividad”.