Sobre el abandono de Ogier

La ambición pudo más

  • El francés, vigente campeón, venía ganando cómodamente el Rally de Catalunya; cometió un error faltando 5 km para la meta y debió abandonar. Venció el noruego Andreas Mikkelsen, con un VW PoloR.
La ambición pudo más

Sorpresa. No es común que Sebastien Ogier cometa errores, pero no debemos olvidarnos de que si bien está en la elite del automovilismo mundial, es un ser humano. Foto: Agencia EFE

 

De la redacción de El Litoral

dpa/efe

A falta de solamente cinco kilómetros para la conclusión de la 51ra. edición del Rally Catalunya-Costa Daurada, el campeón del Mundial de la especialidad, Sebastien Ogier, gozaba de una ventaja de más de 50 segundos que saltó por los aires tras una curva de izquierda que terminó con la hegemonía francesa en las carreteras de Tarragona.

A pesar de tener el campeonato en su bolsillo desde hace varias semanas, el piloto de Gap se mostró ambicioso en la última súper especial de Duesaigües, donde buscó la bonificación de tres puntos para ganar, sin discusión, en tierras catalanas.

Pero en el kilómetro 8,3 del último tramo prime de asfalto no pudo evitar que su Volkswagen PoloR WRC impactara con el guardarraíl de la ruta. La suspensión de su auto quedó maltrecha y en la línea de meta, el joven noruego Andreas Mikkelsen (Volskwagen) no podía creer la noticia del abandono de última hora del campeón.

Casi sin quererlo, el piloto nórdico terminaba con la racha de Ogier y Sébastien Loëb en España, donde habían dominado con mano de hierro en la última década. Y es que hasta el incidente de Ogier, el objetivo de Mikkelsen no era otro que el de luchar por la segunda plaza con el finés Jari-Matti Latvala.

Todas las miradas estaban apuntadas en su pelea por la segunda ubicación. El noruego se aprovechó de los problemas que el finlandés padeció en el tramo de asfalto de Els Guiamets, de 6,80 kilómetros, donde cedió 9 segundos con respecto a su rival, que consiguió el mejor tiempo (3.47:8).

De esta manera, Mikkelsen, de 26 años, conseguía su primera victoria en la máxima categoría y con 154 puntos, se posiciona a 26 puntos de Jari-Matti Latvala (180), segundo finalmente en Catalunya que sin embargo, lo tiene todo a su favor para conseguir el segundo subcampeonato en el Rally de Gran Bretaña (RAC).

Para alzarse con el segundo lugar, el noruego debería ganar la última fecha del Mundial, sumar los dos puntos de la “superespecial” y esperar que Latvala no puntúe, algo que ya sucedió en Suecia, México y en el Rally de Argentina.

El incidente de Ogier también benefició al español Daniel Sordo, que tras una temporada de adaptación en Hyundai, escaló hasta el tercer puesto del podio y consiguió así, su mejor resultado en lo que va de esta temporada.

Menos suerte tuvo el compañero del cántabro, el belga Thierry Nueville, que terminó en octavo puesto, tras un toque en la última especial y perdió su pulso con los Citröen del noruego Mads Otsberg y el británico Kris Meeke, que terminaron en cuarto y quinto lugar, respectivamente.

Así las cosas, la marca francesa se afianza en la segunda posición del Mundial de Constructores y afrontará la última prueba del campeonato con cuatro puntos de ventaja con respecto a Hyundai.

“Rosberg explotó en Austin”

Como se sabe Lewis Hamilton ganó el Gran Premio de Estados Unidos y con ello el tercer Mundial de Fórmula 1. Ello hizo que hubiera un hombre muy feliz en el podio y otro por el contrario, muy enojado y decepcionado. La furia se podía ver en la cara de Nico Rosberg tanto antes del podio como durante la ceremonia. En el equipo coincidieron en que fue duro para el alemán perder esta carrera de Austin, donde largaba desde la pole.

Como se puede apreciar en un vídeo, el británico —por pedido de Pirelli—, le tiró la gorra de segundo mejor clasificado a Nico y éste se la devolvió a la cara de Lewis. Después, el alemán quiso restarle importancia a este suceso. “El incidente de la gorra no fue nada, sólo juegos típicos”, explicó Rosberg.

Asimismo en el podio, Rosberg decidió retirarse de éste en el momento del conocido acto en el que los pilotos arrojan el champagne en gesto de celebración. “Dijimos antes de la carrera que Nico Rosberg siempre se controla, pero esta vez explotó”, comentó Marc Surer, ex piloto de F-1 y ahora comentarista de Sky Alemania. “Creo que fue una reacción completamente normal después de esta carrera y no debe ser tomada como exagerada”, añadió.

Rosberg no sólo vio cómo su compañero de equipo ganaba el segundo título de pilotos consecutivo (el tercero en su historial, contando el de 2008 con McLaren), con su mismo auto (Mercedes), sino que perdió la victoria tras liderar casi un tercio de ésta, después de cometer un error en una zona mojada, que el alemán no entiende cómo sucedió.

“Lewis no dejó espacio a Nico e incluso se tocaron. Tienen que entender que Rosberg esté enfadado”, aseguró Niki Lauda, responsable no ejecutivo del equipo Mercedes. “Pero también podría haber ganado la carrera, por tanto aunque hablemos de la situación con Lewis, pienso que el error fue suyo (de Rosberg) y por lo tanto duele diez veces más. Pero sobre la maniobra en la largada, tiene toda la razón. Hamilton también lo entendió y se disculpó. Estas cosas pasan”, manifestó Lauda.

Por su parte Toto Wolff también defendió a Rosberg asegurando que “probablemente Hamilton fue demasiado duro”. No obstante, señaló que “no es el momento de criticarlo a Lewis. Es el campeón del mundo y se lo tiene bien merecido”, concluyó.