En San Carlos Norte

Federico Aguer

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La inoculación de las semillas presenta enormes ventajas para una siembra eficiente y un rinde garantizado. Permite incorporar en un solo paso el fungicida, el inoculante, los pigmentos, el insecticida y los polímeros, para promover y proteger el potencial genético de la semilla, buscando que de cada semilla surja una planta. Con esa idea, la multinacional Basf se alió con dos empresas locales para desarrollar una planta de tratamiento de semillas desde San Carlos Norte. Se trata de una máquina totalmente automática, que tiene una capacidad de 6 tn/hora. Para el Ing. Martín Carrara, responsable del montaje de la planta, permite dosificar los productos de manera correcta para lo que la semilla necesita, “y esto facilita la logística de la semilla al productor, la que le llega lista para sembrar y ésa es una de las ventajas contra el tratamiento a campo”. Además, agregó que no necesita demasiada mano de obra para operarla, con la facilidad que el producto biológico y químico está correctamente dosificado. “Estos productos se fabrican en nuestra planta de Santo Tomé y vienen con trazabilidad de frío en camiones refrigerados y se almacenan en una cámara para lograr esa eficiencia buscada. La semilla sale con una mezcla química de fungicida, el polímero (que la seca con rapidez) y el color”, explicó.

Potencial

A su turno, Pablo Bianchini de Basf, destacó la calidad del tratamiento profesional que se le hace a la semilla. “Uno obtiene realmente la cantidad de producto necesario por semilla con una gran precisión, la que no se obtiene en los tratamientos a campo, y esto brinda la seguridad de que el producto aplicado realmente se transfiere a la semilla y se obtiene así todo el potencial biológico de la misma”.

Por su parte, Sandro Simioni de El Granero, aclaró que la idea nació al ser distribuidores de insumos y semillas de Basf. “Veíamos que hay productores de avanzada que toman las últimas tecnologías. La máquina simplifica el trabajo al productor, el producto vivo ayuda a una mejor producción de soja y llega de la mejor manera con un número de bacterias vivas por semillas para optimizar la implantación y el rinde. Este trabajo lo hacía manualmente el productor con una eficiencia menor. Esta máquinas son costosas y Basf apostó a nosotros, poniendo la máquina en una zona especial con un productor de avanzada, y nosotros ayudamos a que llegue al productor de la zona, que podrá traer su semilla y en pocas horas llevársela al campo inoculada y lista para sembrar, logrando la mejor eficiencia en el uso de la fertilidad y los promotores que hacen que la soja rinda más. El Granero aporta un servicio que el productor de la zona no lo tenía, ayudándolo a elegir por una tecnología que se irá insertando de a poco y se irán sumando cada vez más. Cuando el cultivo tiene más rentabilidad es más fácil de incorporar. Lo que está claro es que el productor cuando lo prueba después continúa y en mayor escala, y eso estamos esperando para el corto plazo. La máquina queda en comodato después de un tiempo. Todavía no pensamos en volumen, pero ya pensamos que es un año ganado”.

Sinergia

Más tarde, Diego Bertossi remarcó que aceptaron la invitación de Basf y en su momento no sabían si el proyecto sería muy viable al incorporar tecnología en un momento difícil, “vimos que en realidad era una tecnología un poco más costosa pero con resultados y ventajas muy claras. Operativamente ayuda la siembra al ganar tiempo, y respecto de la tecnología del producto, se está invirtiendo en un producto que si bien vale más, la dosis está aplicando un producto de manera uniforme y pareja. Además, todo lo relacionado con tecnología de semilla tiene mucho futuro”.

6 toneladas hora. La planta de última generación plantea las ventajas de la incorporación de un paquete tecnológico de punta. Foto: Campolitoral

Maquinaria de punta

Finalmente, en las instalaciones de la Sociedad Rural de San Carlos, la Ing. Camila Illa remarcó la importancia de la calidad de la semilla. “Es muy importante evaluar la eficiencia del fungicida y elegir el producto adecuado”. Las ventajas de un buen tratamiento apuntan a asegurar el máximo potencial de la semilla utilizando el fungicida, el inoculante, el pigmento y los polímeros. El ideal es que una semilla se transforme en una planta.

"Operativamente ayuda a la siembra al ganar tiempo, y respecto de la tecnología del producto, se está invirtiendo en un producto que si bien vale más, se está aplicando un producto de manera uniforme y pareja”

Diego Bertossi

"La máquina simplifica el trabajo al productor, el producto vivo ayuda a una mejor producción de soja y llega de la mejor manera con un número de bacterias vivas por semillas para optimizar la implantación y el rinde”

Sandro Simioni