Sauce Viejo

Apareció un carpincho en el Aeropuerto

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Asustado. El carpincho que se encontró en el aeropuerto está lastimado en el lomo y en hocico.

Foto: Periodismo Ciudadano / Gentileza Alejandro Martínez

 

De la Redacción de El Litoral

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La aparición de fauna silvestre sigue sorprendiendo y preocupando a los santafesinos. El 19 de octubre, un aguará guazú se encontró en la playa de estacionamiento del shopping La Ribera en el puerto. Esta mañana, el personal que cortaba el césped en el aeropuerto de Sauce Viejo descubrió un carpincho arrinconado contra el cerco perimetral de la pista.

“Yo lo vi cuando llegué a trabajar. Me parece que está lastimado en el lomo y en el hocico. Por eso llamamos a los veterinarios de la Granja La Esmeralda”, contó Alejandro Martínez, que trabaja en el aeropuerto y envió la foto al WhatsApp de El Litoral.

Un equipo de veterinarios de la granja fue al aeropuerto para buscar al animal. Como en el caso del aguará guazú, los veterinarios deberán seguir el protocolo para cuando se encuentran animales silvestres en zonas urbanizadas. En primer lugar, deben evaluar el estado sanitario del animal y, luego, analizar si es factible reintroducirlo en su ambiente natural.

La aparición de estos dos animales vuelve a poner en foco la falta de un centro de rescate de la fauna, con vehículos y especialistas capacitados, que se encuentra en el área metropolitana, una tendencia que está relacionada con la destrucción de sus hábitat naturales.

Los veterinarios de la Granja La Esmeralda están cumpliendo esta función —porque la gente los llama— pero falta conformar una estructura más específica para trabajar estos casos, ya que muchas veces tiene que intervenir la policía, los bomberos y hasta el personal del Cobem.

Es un área también necesaria para poder responder cuando se encuentran yararás y curiyús, entre otras serpientes, en la zona de la Costa, en la costanera y en los barrios. Al no saber bien qué hacer, muchas veces los propios vecinos intervienen, lo que supone un riesgo para ellos y, frecuentemente, la muerte del ofidio.