Experiencias

Los importadores no ocultan preocupación

Señalan que el desafío es contener traslados a precios en caso de una eventual devaluación del peso.

De la redacción de El Litoral

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El presidente de la Cámara de Importadores, Diego Pérez Santisteban, advirtió hoy que el próximo gobierno deberá afrontar el desafío de evitar el pase a precios de una eventual devaluación, ya que “en la Argentina tenemos una experiencia histórica muy negativa. En mercados con productos exclusivos o con pocos jugadores es posible que algún deslizamiento (de precios) vaya ocurriendo”, alertó el empresario, aunque consideró que la posibilidad de un traslado preventivo a los precios “es muy difícil donde la competencia es grande”.

Pérez Santisteban ratificó, en declaraciones radiales, que las compras de mercaderías al exterior “se pagan como siempre, con el dólar oficial”, y recordó, en referencia a una eventual modificación del tipo de cambio, que “más del 70% de lo que se importa va a la producción”.

El empresario descartó, por otra parte, que haya mercadería por liberar en la Aduana: “Lo que llega a la Argentina se va liberando con normalidad, más allá de algún caso puntual de demoras por alguna cuestión aduanera o de valoración”.

Para Pérez Santisteban, el principal problema para la actividad importadora radica en el atraso en los giros al exterior, ya que “se resiente la relación con los proveedores”.

La deuda acumulada, estimó, sería hoy mil millones de dólares superior a los 8 mil millones que se registraban hasta junio pasado, aunque el dato preciso lo daría a conocer el Banco Central en los próximos días.

Más cepo

Entretanto, el Banco Central redujo de U$S 75.000 a U$S 50.000 el cupo diario para importadores sin necesidad de una autorización. Afecta a la industria y a agencias de turismo por paquetes de vuelo y hoteles para el verano en el extranjero.

“Las líneas aéreas ya suspendieron la venta de vuelos a plazos largos, y ahora es posible que reduzcan las frecuencias, con lo cual también cortarían los vuelos de los extranjeros que vienen para nuestro país”, advirtió el ex presidente de la Asociación Argentina de Viajes y Turismo, Tomás Ryan. “En un avión de 160 pasajeros a Miami, a U$S 1.000 el ticket, no cubrís ni la mitad del avión”, ejemplificó.

La medida afecta a las agencias más grandes, que con los U$S 150.000 diarios para importar ya estaban a tope. Por lo tanto, ahora pueden llegar a exigir el “pago en destino”. Esto significa que quienes se vayan de vacaciones en enero al exterior podrían llegar a tener problemas para pagar el hotel hoy a valor de dólar tarjeta y deberían hacerlo recién cuando lleguen a destino, con la consecuente devaluación que seguramente se producirá, por lo que les costará mucho más caro.

Juan Carlos Chervatin, vicepresidente en Asociación Argentina de Operadores de Viajes y Turismo, explicó que esta medida pone en peligro la continuidad del negocio, y la fuente de trabajo de 35.000 personas en agencias de turismo.

“Estamos ante una situación complicada por estar en temporada alta, encima nos limita ante una supuesta e inminente devaluación de acumular pasivos en dólares. O aumentás los precios un 20% o exigís el pago en destino. Las líneas aéreas, en tanto, ya limitan sus clases promocionales, lo que se traduce en un aumento de precios encubierto”, reveló el gerente general de una de las grandes agencias turísticas de la Capital Federal.

Impacto en automotrices

La profundización del cepo afectó a los grandes importadores que tienen cupos de divisas acordados con el Gobierno: automotrices, fabricantes de motos y fabricantes de Tierra del Fuego. Las terminales automotrices sufrieron otro recorte del 50% en su disponibilidad de divisas para comprar insumos y autos terminados, según una fuente del sector.

El cupo mensual, que había bajado a U$S 200 millones (más U$S 30 millones adicionales para las terminales con proyectos de nuevos modelos), se redujo a la mitad. “Esto afectará en los próximos meses”, afirmaron en las terminales.

El nuevo recorte se suma a la deuda de las firmas con sus casas matrices (unos U$S 2.000 millones).

El 28 de octubre, dos días después de las elecciones generales, el Central había reducido el cupo de dólares a la mitad para todos los sectores.