llegan cartas

Los pobres también merecen una cristiana sepultura

ORLANDO AGUSTÍN GAUNA

DNI. 6.255.319

Los pobres, los que viven en la indigencia, llevan una vida miserable, con escasas alegrías. Cada nacimiento se lo mira con un ojo desde el corazón y con el otro ojo desde el bolsillo. La alegría de un recién nacido y el dolor de saber que no se le van a poder satisfacer las necesidades más elementales.

Pero como todos los pasajeros de la vida, ellos también llegan al final del viaje. Y con el dolor de la pérdida de un ser querido, llegan las preocupaciones para darle “cristiana sepultura”. ¿Cómo? ¿Con qué?

Esas preguntas tenían respuestas desde la Municipalidad de la ciudad de Santa Fe, que para los carecientes disponía de un féretro y un furgón para su traslado.

Pero el intendente reelecto ha instalado “otra ciudad” dentro del edificio municipal, donde unos pocos trabajan y unos muchos “figuran”. Pero todos cobran a fin de mes y la plata casi no alcanza para tantos sueldos. Además, el “circo” de las actividades culturales donde los “artistas” cobran más que si fuera un espectáculo privado y obras fastuosas como el Museo de la Constitución o un trencito que nadie sabe cuándo comenzará a funcionar ni cuáles serán sus resultados.

Con tantos gastos superfluos, al municipio no le alcanza para pagar a todos sus proveedores. Así, en la ciudad de Santa Fe, los proveedores de féretros para carecientes dejaron de entregarlos por falta de pago. Entonces se acudió a la ciudad de Rosario y sucedió lo mismo.

Hoy, el gobierno de la ciudad de Santa Fe carece de féretros para los carecientes, y sus cuerpos, si tienen familiares, quedarán depositados en la morgue de algún hospital.

Por ser pobres, se les ha quitado hasta el derecho de recibir una cristiana sepultura.