Miguel Lifschitz

“Aspiro a que Santa Fe esté en la mesa de las decisiones”

Ivana Fux

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—¿Cuál es su opinión sobre los resultados de ayer?

—El veredicto de las urnas, la expresión de la voluntad popular siempre es contundente e inapelable. No hay mucho que discutir sobre eso. Más allá de que a uno le guste más o menos el resultado. Evidentemente ha habido un mensaje mayoritario que fue todavía más contundente en la provincia a favor de un cambio, no sólo de presidente sino de modelo, de práctica política, de modos de conducirse desde las instituciones y creo que esto ha pesado mucho. Yo me imagino, mirando los resultados de la mayoría de los departamentos, que ha pesado el destrato que ha tenido este gobierno nacional con los productores agropecuarios, con el interior, con la propia provincia de Santa Fe en su conjunto. Estas cosas han pesado a la hora de decidir el voto. Me parece que el próximo presidente tiene la oportunidad de establecer un gobierno de mayor apertura, de mayor diálogo, de concertación, con más federalismo. Porque ésa es una demanda que está implícita en el voto de muchas provincias que se han sentido discriminadas. En provincias como Córdoba y Santa Fe está muy claro el resultado. Son provincias que se sintieron ninguneadas por el gobierno nacional. Ésta es la expresión de la voluntad popular. Aspiro a que Santa Fe esté sentada a la mesa de las decisiones importantes del país en materia de política agropecuaria, industrial, de temas como el narcotrafico, y que tengamos una reparación histórica en materia de recursos para obra pública, vivienda social y Caja de Jubilaciones. No hemos recibido ni de lejos en la proporción que sí recibieron otras provincias.

—Que la UCR sea parte de Frente Progresista y también de Cambiemos ¿es un plus para Santa Fe o puede ser un aspecto negativo, teniendo en cuenta qe es un esquema político que para algunos puede resultar incómodo?

—Creo que nos abre una oportunidad, sin dudas. Porque habrá funcionarios nacionales muy cercanos a nosotros; tal vez algunos de Santa Fe o del radicalismo histórico, con el que siempre hemos tenido una muy buena relación. Esto puede abrirnos puertas y ser positivo desde el punto de vista de la relación institucional de la provincia. Ovbiamente también nos va a exigir mucha flexibilidad y cintura, para acompañar por ahí posturas que en algún punto puedan ser divergentes. Pero creo que son los desafíos de la democracia. Hemos demostrado que en 20 años hemos tenido la inteligencia y flexibilidad suficientes para consolidar el Frente, a pesar de que en muchas ocasiones hemos tenido posturas diferentes a nivel nacional. Y espero que en esta ocasión no ocurra lo contrario.

—¿El margen acotado de la victoria de Macri puede a su vez ser garantía de que Cambienos no tome medidas que vayan en contra, por ejemplo, de algunas políticas y principios socialistas?

—Sí, evidentemente. Si el resultado hubiese sido mucho más abultado en la diferencia, quizá hubiese habido una tendencia a ejercer un poder mucho más hegemónico. Es natural que así ocurra y así se dio con el gobierno nacional cuando ganó por amplio margen las elecciones en 2011. Macri gana, pero con un peronismo que sigue siendo una expresión política muy fuerte en todo el territorio nacinal y en el interior, y eso habla de la necesidad de la concertación. Evidentemente Macri no va a tener como presidente el mismo poder concentrado que ha tenido Cristina. Esto es positivo y bueno si se utiliza adecuadamente, y si se logran los ámbitos de concertación para garantizar gobernabilidad, creo que puede ser una buena etapa para el país.