Ricardo Silberstein, ministro de Justicia y Derechos Humanos

“Un ministerio de diálogo pero con acción”

  • Entre los desafíos centrales pone la reforma al Consejo de la Magistratura, un nuevo procedimiento civil y comercial, y la discusión sobre los juicios abreviados en el fuero penal.
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Foto Archivo El Litoral

 

Mario Cáffaro

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Ricardo Silberstein fue dos veces decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, árbitro internacional, y estuvo a cargo de la Inspección General de Personas Jurídicas en el gobierno de Antonio Bonfatti. Desde el 11 de diciembre es ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia y en un extenso diálogo con El Litoral puso el acento en varios ejes de la gestión como el funcionamiento del Consejo de la Magistratura (“no puede ser que se demore dos años en cubrir una vacante”); la necesaria adecuación del Código Procesal Civil y Comercial; rediscutir la mediación prejudicial obligatoria y algunas figuras del nuevo sistema penal como cuándo aceptar los juicios abreviados y la probation.

“Nos preocupan las vacantes en el Poder Judicial. Esto exige una decisión rápida. No puede haber un Poder Judicial que funcione debidamente sin jueces. Es urgente pensar cómo podemos cubrir las vacantes con la mayor premura respetando los principios que se han venido sosteniendo de transparencia, régimen de concursos, pero hay que buscar un mecanismo para cubrirlas. Un problema serio, grave, es el referido a las vacantes de cámaras tanto civiles como penales de Santa Fe, Rosario y en el interior. Al no haber posibilidades de designar jueces subrogantes en las cámaras tenemos prácticamente paralizada la segunda instancia”, reseña.

La consecuencia de esa dificultad es “que habrá que mejorar el sistema del Consejo de la Magistratura. Está tardando dos años para designar un juez, como promedio. Es mayor la velocidad en que se producen las vacantes que el plazo que tiene el Consejo para designar los reemplazantes. Se produce una disfunción entre los tiempos del Consejo y las vacantes”.

El fuero civil y comercial

El nuevo ministro advierte que en los últimos años se puso mucho énfasis en el nuevo Código Procesal Penal y pone como objetivo inmediato de trabajo la Justicia Civil y Comercial así como la Laboral. “Cambió el Código Civil y Comercial y eso per se obliga a contemplarlo. Hay que empezar a analizar la problemática del Poder Judicial desde un punto de vista de la gestión, donde ya el Código contempla determinadas situaciones. Hay procesos muy sencillos que demoran mucho tiempo y habría que buscar la manera de simplificarlos. A veces, hay abusos del Poder Judicial. Hay que pensar cómo mejorar la estructura de gestión del Poder Judicial a partir del nuevo Código de procedimientos. Por ejemplo, en una causa por cheques sin fondo, no puede demorar tres años un procedimiento”.

Reconoce los numerosos reclamos de colegiados en distintos ámbitos sobre el funcionamiento de la mediación prejudicial obligatoria. “No estoy en contra de la mediación pero es otro tema a mirar. Como está implementada hoy, está produciendo ciertas disfunciones. Hay muchas quejas, críticas al sistema, a los costos, a la capacitación de mediadores, etc. Hay mucho para mirar en sintonía fina en la mediación”. También se traza como desafío los juzgados colegiados, la problemática de la responsabilidad civil particularmente por daños contractuales por casos. “Hay que buscar procedimientos más ágiles. Tiene diez o doce variables que son las que se discuten. No puede ser que el procedimiento permita un alongamiento de tres años en este tipo de cuestiones. No basta solamente con crear más juzgados, hay que ver los procesos y los procedimientos. Tema no menor es empezar a pensar cómo juegan los nuevas tecnologías dentro del proceso. Debemos abordar la problemática del procedimiento civil desde distintas formas para tratar de buscar una mejor efectividad, acortarlo y también priorizar y respetar al judiciable. El uso abusivo del Poder Judicial el sistema tiene que tender a desalentarlo”.

En el ámbito del fuero laboral, Silberstein señala que “un altísimo porcentaje de la conflictividad laboral está pasando por la ley de riesgo de trabajo. Las empresas de riesgo de trabajo se quejan de las interpretaciones que ha hecho el Poder Judicial de la ley. Fueron declarados inconstitucionales algunos artículos. A su vez, los

industriales se quejan de las empresas de riesgo de trabajo porque, con motivo de los fallos judiciales, les aumentan el valor de las primas y afectan sus costos. Los trabajadores también se quejan porque dicen que les pagan a los cuatro o cinco años. A ésos se les suman las distintas interpretaciones a la ley de las cámaras nacionales laborales que la han transformado en una auténtica torre de Babel: cada uno interpreta a su manera, y está haciendo colapsar a gran parte el sistema. La problemática del sistema se origina porque falló el sistema de comisiones médicas previstas por la ley. Al haber perdido credibilidad las comisiones médicas, la conflictividad está cayendo -con miles de juicios mensuales- sobre el Poder Judicial donde no existe la cantidad de juzgados -ni se crean al respecto- que pueda aguantar esta situación”.

Objetivos en el fuero penal

Al hablar del funcionamiento del sistema procesal penal, el ministro pone el acento en herramientas como el juicio abreviado o la probation. Advierte que “en otras provincias no se observan las disfunciones que tenemos en Santa Fe y esto tiene que ver con el Ministerio Público de la Acusación. El eje de este sistema es que si el Ministerio Público de la Acusación funciona bien, el sistema va a poder funcionar bien. Me da la impresión de que tiene que haber pautas claras en cuanto a las políticas de persecución criminal, que puede ser objeto de juicio abreviado. No debemos olvidar que esto tiene que ver con políticas que ve la sociedad, qué mensaje se le está dando a la sociedad sobre la política del Estado o que acepta el Estado dentro de este marco de juicio abreviado que tiene sustrato de acuerdo entre partes. ¿Los homicidios pueden ser objeto de juicio abreviado? Temas de enorme impacto como el atentado contra el gobernador, ¿puede ser objeto de juicio abreviado? La sociedad mira esto con cierta preocupación. El que comunica es el Estado. Tiene que haber una política muy clara desde el Ministerio Público de la Acusación sobre este tipo de temas. Se ven situaciones de desproporcionalidad. A lo mejor, a un policía que en exceso de su función comete un asesinato, se le pide pena de prisión perpetua frente a otro policía que secuestra y roba a mano armada se le da una probation. ¿Cómo lee eso la sociedad y la propia policía? Esto no significa convalidar los excesos de la policía, ni los abusos policiales. Hay que ser claros sobre cuándo utilizar la probation y no en todos los casos. El ejemplo de los homicidios culposos. No es lo mismo el conductor que se distrae al tomar el celular y mata a una persona que otra que viene a 150 km por hora en una avenida de ciudad, ebrio, pasa el semáforo en rojo y mata a una persona”.

El ministro advierte que “no es sólo una problemática cuantitativa sino también cualitativa. El Estado es el que comunica y convalida. Se deben hacer sentencias para probar la eficacia del sistema, pero también qué comunicamos y qué hace el Estado. Hay que mirar las políticas que en esta transición fija el procurador general y el fiscal general en el sistema definitivo. Tiene que haber políticas claras de persecución penal y una suerte de coordinación entre el fiscal general y los regionales. Habría que ver si los regionales cumplen las directivas del general. Da la impresión de que el Ministerio Público de la Acusación exige una mayor sinergia entre toda la estructura”.

Concursos y pliegos

  • Silberstein se cuida en dar detalles del proyecto de reforma al Consejo de la Magistratura. “Estamos estudiando mantener el sistema pero que sea más ágil y que pueda resolver más rápido. No podemos tardar dos años en cubrir una vacante”.

También está en estudio el destino de los concursos en marcha y ratificó la vigencia de los pliegos que están a tratamiento en la Legislatura.

“Tenemos decenas de concursos. El problema no es sólo la tramitación del concurso, sino que se ha transformado en una cantidad de litigios donde el concurso ya es proceso litigioso. Esto hay que mirarlo. No podemos tener un Poder Judicial paralizado porque dentro del concurso hay planteos. La sociedad no tiene por qué pagar ese costo”, afirmó.

El dato

Registro Civil

  • Cuando asumió como ministro, el Registro Civil estaba paralizado por UPCN que cuestionaba los concursos mientras ATE los defendía. “Apoyo el sistema de concursos. Había una problemática de disfunción. Me parece que no se puede abordar la problemática de los concursos sólo en el Registro Civil. Debe ser manejado dentro de la paritaria que es un marco más general. Las políticas de ingresos y de ascensos deben tener un marco general, consensuado dentro de la paritaria”, dijo.

El equipo de trabajo

  • Silberstein trabaja con un equipo conformado, entre otros, por el secretario de Coordinación de Política Judicial a cargo de Alejandro Menicocci; Javier Prono como secretario de Justicia; Guillermo Rabassi en Logística y Leandro Maioratta como Legal.

En tanto, Alcides Leiker seguirá como director de Justicia Penal Juvenil; Selva Di Giorgio como directora del registro único de aspirantes a guardas con fines adoptivos, Gonzalo Carrillo del Registro Civil mientras que Matías Figueroa estará en el Registro de la Propiedad. Eleonara Avilés continúa al frente de Desjudicializacion de la Solución de los Conflictos Interpersonales y la nueva directora del Consejo de la Magistratura es Cecilia Bruno.

Un triángulo de vinculaciones

Silberstein señala que “el Ministerio de Justicia es muy particular y su órbita de acción tiene directa relación con los otros poderes: el Legislativo que dicta las leyes y el Judicial que debe aplicarlas. Hay que interactuar en el dialogismo intrapoderes. No se puede imponerle al Poder Judicial determinadas normas por más que se pongan de acuerdo el Ejecutivo y el Legislativo, hay que escuchar al Poder Judicial para saber si determinada norma puede ser aplicable. El Poder Judicial también tiene que pensar en términos de gestión. No sólo se deben crear juzgados sino buscar mayor efectividad”. El ministro elige ese camino para reformar el Código de Procedimiento civil, además del diálogo entre poderes, con los Colegios de Abogados, el de Magistrados.

"Este ministerio ve a la Justicia como un todo, no es solamente la parte penal, o la civil y comercial. Cuando se aborda como un todo, entendemos que es la mejor manera de hacerlo”.

Ricardo Silberstein

" Pedimos que se fijen políticas de persecución penal, que haya política clara y que la perciba la sociedad. Me parece que hay un exceso en el instituto del juicio abreviado, que no estaba pensado cuando se discutió ese instituto en el Código”.

Ricardo Silberstein