Un hito más para el historial de un piloto excepcional

Monsieur Dakar

Monsieur Dakar

Cátedra gala. Stephane Peterhansel transitando la última etapa de la competición que en 2017 volverá a desarrollarse en Sudamérica. Foto: efe

 
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Redacción de El Litoral

dpa/efe

Como era dable esperar, atendiendo a lo acontecido en los últimos tramos de la prueba, el francés Stephane Peterhansel se coronó esta mañana en el Rally Dakar 2016, alcanzando de ese modo su duodécimo título en la extraordinaria travesía. Fue la sexta conquista en la categoría Autos; a las que obviamente deben sumarse las otras seis que logró en Motos, argumentando fehacientemente el apodo de Monsieur Dakar que con tanto orgullo seguramente traslada.

* “Esto implica que tienes mucha experiencia y eso tiene mucho de razón, porque mi primera victoria fue hace exactamente 25 años. Pero también esta victoria fue posible por el gran trabajo del equipo Peugeot, que en su segunda participación logró la conquista del Dakar”, enfatizó el eximio piloto galo, dando muestras de su reconocida capacidad de análisis.

Su historial proyecta inicialmente los seis títulos en vehículos de dos ruedas: en 1991, 1992, 1993, 1995, 1997 y 1998; a los que luego se sumaron otros tantos en Autos: 2004, 2005, 2007, 2012, 2013 y 2016.

En la decimotercera etapa que hoy unió Carlos Paz con Rosario, el francés administró a la perfección la ventaja que poseía sobre su escolta, Nasser Al Attiyah (Mini), defensor del título, que finalizó como su escolta en la general, a 34 minutos 58 segundos.

* “Estoy decepcionado, porque quería ganar la carrera. Sin embargo, un segundo puesto no está mal y quiero destacar que pudimos descontar gran parte de la ventaja que nos llevaba Stephane (Peterhansel) en estas últimas etapas. Ahora volveré en 2017 para ser campeón”..., expresó con firmeza el príncipe qatarí, un deportista cabal, que en poco tiempo comenzará su preparación final para representar por séptima vez a su país en Juegos Olímpicos: esta vez en los de Río de Janeiro, en la modalidad skeet de tiro.

La clave del título de Peterhansel fue la constancia tras el retraso de su compatriota Sebastien Loëb y el abandono del español Carlos Sainz, dos de sus tres compañeros del verdadero Dream Team que presentó Peugeot.