El paraguayo Rodríguez quiere gritar goles en español y en guaraní

“Ojalá sea con Madelón lo que fui con Almirón”

El entrenador de Unión lo viene perfilando para que arranque como titular, al menos así lo está probando en la Feliz. Y el ex jugador de Defensa y Justicia pretende rememorar aquellos buenos tiempos, cuando lo dirigía Jorge Almirón.

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El paraguayo Rodríguez charla con El Litoral luego del amistoso con Atlético Tucumán, donde mostró algunos atributos interesantes para moverse de espaldas al arco, aguantando bien la marca. Foto: El Litoral

 

Enrique Cruz (h)

Enviado Especial a Mar del Plata

El profesor Mariano Lisanti, en un alto del entrenamiento, le pregunta a Julio César Rodríguez si sabe hablar en guaraní y el paraguayo no tarda en contestarle que “el guaraní es el idioma de Paraguay”. Tiene 25 años recién cumplidos y buena parte de su carrera la hizo en Defensa y Justicia, con un promedio de un gol cada cuatro partidos. Tuvo también un paso breve por el fútbol mexicano (jugó en los Xolos) y otro por la tercera categoría de nuestro país. Pero el nombre se lo hizo con la camiseta del Halcón y sabe que llega a Santa Fe (o por ahora a Mar del Plata para esta pretemporada que realiza con sus nuevos compañeros) con la necesidad de darle al equipo la pimienta y la eficacia que le faltó a la hora de definir frente al arco rival en la segunda parte del año pasado, cuando el paso de Triverio por el club ya era historia.

—Fuiste titular en el amistoso con los tucumanos. ¿Te sentiste cómodo?

—De a poco voy tratando de meterme en el funcionamiento del equipo, en lo que pretende el técnico y también voy conociendo a mis compañeros. Este fue mi primer partido, así que estoy seguro de que iremos mejorando con el paso de los partidos y los entrenamientos.

—¿La idea es que seas la referencia adentro del área?

—Esa es la idea básica y obviamente que si jugamos con pelotazos, el que tendrá que ir a buscarla y a pelearla seré yo. Trataré también de ser útil para el equipo y en base a eso, estar en el lugar indicado para convertir.

—Una buena referencia tuya es que aguantás bien la pelota de espaldas al arco de enfrente y con los defensores marcándote

—Es lo que me pide Leo. El quiere que yo aguante y que los compañeros lleguen y aprovechen ese movimiento. Con Riaño me estoy conociendo, al igual que con Gamba. Son nuevos para mí y espero acoplarme rápidamente a ellos. En este partido tuve una ocasión clara de cabeza, aunque la pelota no me quedó tan cómoda y la tiré por arriba. Pero la idea es terminar la jugada como en esa maniobra.

—¿Qué pide Madelón al equipo?

—Leo quiere que tengamos un poco más la pelota, que no la rifemos, que la cuidemos y le demos un buen traslado. Conoce a casi todos los jugadores porque se mantuvo la base y espero que nosotros le demos lo que le puede estar faltando.

—¿Qué ves de los defensores en el fútbol argentino?

—No te dejan girar, son fuertes. Por eso, Leo me pide que defienda la pelota y que trate de darle una alternativa a los compañeros que llegan de atrás. A mí me gusta lo que me pide Leo. La idea es jugar con dos puntas y que si uno sale a buscar la pelota, el otro juegue a las espaldas. No sólo el entendimiento se debe dar con el otro delantero, sino también con los volantes, porque hace hincapié en la llegada de ellos a posiciones ofensivas.

—¿Ansioso?

—No tanto, el equipo está más flojito, más suelto. A mí me cuesta un poco más porque son nuevos compañeros y los voy conociendo de a poco. Necesito más entrenamientos y partidos.

—Sabés que venís a un equipo que tuvo una buena dosis de gol en la primera mitad del año pero que se derrumbó en la segunda y le faltó eficacia. ¿Te considerás un goleador?

—La prueba de fuego la tendré en la primera fecha con Defensa y Justicia, justamente. Ahí veremos qué pasa.

—Y si los goles no llegan, ¿qué es lo que tenés que hacer para que tu juego sea útil para el equipo?

—Si no me queda a mí para meterla, tengo que hacer lo posible para que algún compañero lo haga. Yo tengo en mi mente que lo más importante es que la pelota entre al arco de enfrente. Si lo puedo hacer yo, mejor, pero si no, tengo que trabajar para que convierta un compañero.

—¿Cuál fue el mejor momento de tu carrera?

—Con Jorge Almirón en Defensa y Justicia, esperando recuperar ese nivel y mostrarlo en Unión.

—¿El objetivo en este torneo?

—Estar entre los primeros cinco o seis de la zona.

—¿Te hablaron de lo que es el clásico para los equipos de esta ciudad?

—Fue una de las primeras cosas de las cuáles me hablaron y sé que hay que ganarlo, esa es la prioridad.

Es Julio Rodríguez, paraguayo, con la edad justa para pegar el gran salto. “Quiero jugadores que vengan con hambre de gloria, como en su momento pasó con Triverio”, repite a cada momento Madelón. Y el de este fornido paraguayo es uno de esos casos. Buena presencia física, interesante a la hora de jugar de espaldas al arco, más potente en ese sentido que Riaño. Seguramente, arrancará como titular. Al menos, esa es la premisa actual de un Madelón que, por lo visto, quiere dos delanteros metidos por adentro, al estilo de aquella dupla Guerra-Triverio en el ascenso. Piensa, el técnico, en sumar otro delantero por si el presupuesto alcanza. Asegura que no tiene nombres todavía, pero aclara que lo dejará para el final. Mientras tanto, en el imaginario casino marplatense, apuesta sus fichitas a este paraguayo de apellido Rodríguez.

 

El tema Alemán

En las últimas horas de ayer, los abogados que defienden los derechos de Unión con el Dr. Marcelo Martín a la cabeza, enviaron dos cartas documentos. Una dirigida a la Liga de Quito intimando para que “no entrene más” y “haciéndolos responsables por daños y perjuicios que puedan derivarse”. Además, Unión le envió telegrama iniciando acciones legales contra el propio Brahian Alemán.

Hay que recordar que el jugador, cuya ficha es mitad tatengue y tiene contrato con Unión hasta 2018, se declaró libre porque no cobró en el Barcelona de Ecuador (434.000 dólares de salarios) y anunció su desembarco en la Liga de Quito.

Lo increíble es que Barcelona tampoco le pagó el préstamo (500.000 dólares) a Unión por haber usado a Alemán en el 2015. La AFA, con una carta enviada a la Federación Ecuatoriana, avaló la postura de Unión y comunicó que el jugador “no es libre”.