Simposio de la FAO

Argentina, biotecnología y pequeños agricultores

El evento exploró cómo la aplicación de la ciencia y la tecnología (en particular las biotecnologías agropecuarias), pueden beneficiar a los pequeños agricultores en el desarrollo de alimentos sustentables y mejorar la nutrición en el contexto del cambio climático.

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Múltiples usos. “La biotecnología también incluye la obtención de nuevas enzimas de uso industrial, fertilizantes biológicos y productos farmacéuticos (insulina) y todas las derivaciones para producir nuevos productos que ayuden a mejorar la calidad de vida y la seguridad alimentaria”, sostuvo Del Solar. Foto:Gentileza

 

Campolitoral

El simposio tuvo un abordaje multisectorial que cubrió los temas referidos a cultivos, ganado, forestación y sector ictícola. También apuntó a cubrir el amplio espectro de las biotecnologías disponibles, incluyendo la fermentación microbiana de alimentos, tejidos de las plantas, tecnologías reproductivas en el ganado, uso de marcadores moleculares, modificación genética y otras tecnologías.

El argentino Santiago del Solar, directivo de AACREA, participó en calidad de orador. Entre los asistentes que colmaron todas las salas, hubo representantes de muchos países provenientes del sector estatal, privado y de la sociedad civil: instituciones de investigación, académicas y organizaciones de productores, entre otros.

En su exposición, del Solar manifestó que “la biotecnología es mucho más que OGM (organismos genéticamente modificados) dado que su finalidad se extiende más allá de este concepto. En este sentido, el futuro de esta tecnología es de suma importancia para la Argentina y para la seguridad alimentaria mundial”.

También manifestó que nuestro país cumple 20 años desde que se aprobó el primer evento biotecnológico en 1996; “siempre estuvo en la vanguardia mundial en el uso de biotecnología. Por tal motivo no es una tecnología aislada sino que la utilizamos junto a otras”, señaló.

“Cabe destacar que en la Argentina la siembra directa alcanzó un impulso enorme a partir de la aprobación y utilización de la biotecnología. En este sentido, los productores tenemos conciencia de utilizarla correctamente teniendo en cuenta todas las virtudes y a su vez los cuidados necesarios para su uso. En el Movimiento CREA hacemos un llamado permanente en relación con el correcto uso y cuidado en su implementación, al igual que con cualquier otra tecnología”, agregó.

“La Biotecnología también incluye la obtención de nuevas enzimas de uso industrial, fertilizantes biológicos y productos farmacéuticos (insulina) y todas las derivaciones para producir nuevos productos que ayuden a mejorar la calidad de vida y la seguridad alimentaria. Es necesario contar con un sistema regulatorio de aprobación de eventos biotecnológicos en los distintos países que no frene la innovación y el desarrollo y que esté basado en datos científicos; de este modo se otorgará oportunidades a los productores del mundo que les permitan elegir las mejores tecnologías disponibles para poder seguir produciendo más y mejor”, concluyó del Solar.

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Pioneros. “Argentina se encuentra a la vanguardia en la utilización de tecnología agropecuaria, como la biotecnología y la siembra directa, herramientas que permiten, por ejemplo, mejorar la eficiencia del uso del agua para los cultivos, aumentar la producción y calidad de los productos, disminuir la erosión del suelo”, aseguró Roulet. Foto:Gentileza

El aporte de Roulet

El Ministerio de Agroindustria de la Nación, representado por el secretario de Agregado de Valor, Néstor Roulet, está participando del Simposio Internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Siendo que Argentina se perfila como uno de los principales proveedores de alimento para un mundo en constante crecimiento, Néstor Roulet indicó “se requiere un incremento de producción pero no a cualquier precio. El desafío es producir más, con menos recursos y de manera sostenible. Para esto se necesita un salto tecnológico, donde la innovación, la transferencia de tecnología y la cooperación entre países tiene un papel muy relevante”, afirmó el secretario.

A su tiempo, Roulet disertó frente a los presentes y destacó que “Argentina se encuentra a la vanguardia en la utilización de tecnología agropecuaria, como la biotecnología y la siembra directa, herramientas que permiten, por ejemplo, mejorar la eficiencia del uso del agua para los cultivos, aumentar la producción y calidad de los productos, disminuir la erosión del suelo y generar ahorro en el consumo de combustible, posibilitando de este modo una reducción de la emisión de gases de efecto invernadero”. Al finalizar la jornada, el Secretario se reunió con la directora general adjunta de la FAO, María Helena Semedo.

 

Política y estrategia

  • El Ministerio de Agroindustria informa que promueve la adopción de los beneficios de la biotecnología agropecuaria, sin desatender los posibles riesgos que entraña toda actividad productiva, por eso cuenta con un sistema normativo que constituye el Marco Regulatorio para la Biotecnología Agropecuaria en Argentina, de constante actualización en función de los avances de la ciencia y las necesidades productivas nacionales. “En nuestro país, garantizar el cumplimiento de las regulaciones en bioseguridad es fundamental para desarrollar la biotecnología moderna en un marco de aceptación social. El enfoque regulatorio para los organismos genéticamente modificados de la Argentina, se centra en la evaluación de la seguridad ambiental y la inocuidad de estos como alimentos”, sostiene la entidad. Argentina fue uno de los primeros países en desarrollar un marco normativo adecuado (1991), que le permitiera realizar un seguimiento exhaustivo de todas las etapas de la producción de OGM, y el análisis de riesgos para su aprobación y comercialización.

Lo importante

Pioneros

  • El primer cultivo con autorización comercial fue la soja con tolerancia al herbicida glifosato en 1996, y desde entonces se han aprobado 35 eventos entre soja, maíz y algodón y papa.