editorial

Lo que dejó el temporal

  • Frente a situaciones como las vividas ayer, resulta imperioso tener en cuenta cuáles son las prioridades.

Fuertemente golpeadas. Así quedaron la ciudad de Santa Fe y una porción importante del territorio provincial, debido a las consecuencias de un temporal de lluvia y viento cuyas ráfagas alcanzaron, en el peor momento, los 100 kilómetros por hora.

Frente a situaciones como las vividas ayer, resulta imprescindible tener bien en claro cuál debe ser la escala de valores a proteger. Ante todo, habrá que agradecer que en la ciudad no hubo ninguna víctima fatal, a pesar de que varias personas debieron recibir atención hospitalaria por la caída de árboles o el derrumbe de algunas construcciones.

Un joven recibió una descarga eléctrica en la zona de Arroyo Leyes, pero está fuera de peligro. Cerca de allí, en el kilómetro ocho de la Ruta Provincial 1, un árbol se desplomó sobre un colectivo de la empresa Continental. Los daños materiales fueron cuantiosos, pero las personas involucradas sobrevivieron.

El caso más grave se registró en la ciudad de Rosario, donde un hombre perdió la vida cuando transitaba por la calle en medio del vendaval y resultó aplastado por un árbol.

Algunos servicios se vieron fuertemente afectados por el fenómeno meteorológico. Sobre todo, el suministro de energía eléctrica.

Es verdad que la falta de luz ocasiona innumerables problemas en la vida cotidiana. Sin embargo, otra vez habrá que tener presente cuáles son las prioridades.

Los cables cortados se cuentan de a miles no sólo en la ciudad capital sino también en un amplio territorio que abarca desde la ciudad de Rosario, al sur, y el departamento Vera, al norte; y que va desde Santa Fe capital hasta el límite con la provincia de Córdoba. De hecho, la Ruta 19 estuvo cortada por la caída de árboles a la altura de la localidad de Josefina, cercana a San Francisco.

Desde la EPE se informó que operarios de la cordobesa Epec arribaron a la provincia para colaborar en las tareas de reconstrucción del sistema eléctrico. Antes que nada, la empresa debe garantizar el suministro a hospitales, clínicas privadas, estaciones de bombeo de agua potable y cloacas, entre otros servicios esenciales.

Oficialmente, se informó que la gravedad de la situación dejará a vecinos sin energía eléctrica durante varios días. En primer lugar, se trabaja sobre las líneas de media tensión, para después hacer hincapié en los reclamos domiciliarios.

Sin embargo, la gran cantidad de árboles caídos dificulta las tareas. En algunos puntos del casco urbano, los operarios no podrán ingresar hasta que éstos sean removidos. Para ello, trabajan cerca de 40 cuadrillas municipales.

Frente a estas situaciones, la organización de los operativos depende del intendente de la ciudad. En este caso, se coordinan tareas con Defensa Civil de la provincia, bomberos llegados desde otras localidades e, incluso, efectivos del Ejército Argentino, que colaboran con las tarea de limpieza de calles.

Otro punto sensible es el estado del alumbrado público. Reparar los daños demandará varios días de trabajo y, mientras tanto, será esencial que se refuerce la presencia policial en las calles de la ciudad.

En definitiva, se trata de momentos en los que la naturaleza pone a prueba la capacidad de organización y respuesta de la comunidad y de los organismos gubernamentales. En algunos casos, será imprescindible tener paciencia. Lo más importante será trabajar de manera eficiente y con responsabilidad, sabiendo que ante este tipo de fenómenos resulta fundamental saber cuáles son las prioridades.

Se trata de momentos en los que la naturaleza pone a prueba la capacidad de organización y respuesta de la comunidad y de los organismos gubernamentales.