Indignado con los aumentos

CIUDADANO SANTAFESINO

“Quiero hacer referencia al aumento registrado de los impuestos y servicios municipales y provinciales. Una vergüenza. Acabo de recibir la patente de un auto muy desvalorizado y parece que pretenden matar a los consumidores, y paralizar el país. Es una barbaridad el monto de la patente, y también de la tasa de inmueble o de los impuesto inmobiliario. Este gobierno, entre radicales y socialistas, parece que solamente se interesa por subir los impuestos y los servicios”.

Le responde a otra lectora

VECINA DE MARIANO COMAS

“Quiero responder a las notas publicadas los días seis y siete del corriente en El Litoral. Frente a las críticas que ha recibido la vecinal, debo decir que soy asociada y en reiteradas oportunidades me acerqué a realizar pedidos de reclamos, constatando las gestiones que realizan, como por ejemplo de pedido de semáforos, bacheo, iluminación, poda, etc. En cuanto a la plazoleta Martín Fierro veo a diario a los jóvenes de la cuadrilla limpiar y cortar los yuyos. Aunque en pocas horas se vuelve a arrojar basura. La limpieza del barrio y de toda la ciudad depende de cada uno de nosotros. Debemos conservar cada uno el frente de su casa, y todo será mejor”.

Crítica a los sanatorios

BEATRIZ DE BARRIO SUR

“No sé cómo los dueños de los sanatorios manejan las terapias intensivas, pero sí estoy segura que sería muy sano que los médicos encargados de cada unidad rotaran frecuentemente en horarios de día y trabajo, se capacitaran regular y rigurosamente para atender múltiples emergencias, aprendieran a trabajar en equipo y no permanecieran enquistados, solitarios y soberbios detrás del vidrio-pecera que los aísla de la realidad y de los enfermos, que sufren y mucho con esta realidad del sistema sanitario”.

Tarea de vacaciones

UN VIEJO LECTOR

“Los actuales concejales juraron en diciembre y hasta marzo no trabajan por ley, lo que considero una vergüenza. Entonces, les doy tarea de vacaciones: por qué no averiguan, atentos a la cantidad de quejas que hay por la mala recolección de basura, si el contrato con las prestatarias sigue vigente, esto es, si tienen la misma cantidad de camiones, barredoras, y demás instrumentos. Si tienen la misma cantidad de personal que al inicio del ciclo. Intuyo que todo ha disminuido, atento a los inexistentes controles. Por qué no averiguan si el Wal-Mart ha arreglado los caminos de su parte trasera, si ha forestado y si se ha mantenido la flora. Por qué no controlan las obras en la plaza Alberdi o las de Blas Parera, en el cementerio. Por qué no van al puerto, donde el noventa por ciento de las luminarias, de noche, no funcionan. ¿Depende del puerto, de la EPE, del municipio? No se sabe. Creo que tienen bastante trabajo por hacer”.

Los viejos Carnavales

ALFREDO

“Viendo las comparsas que desfilan en los Carnavales, debo decir que yo viví otros Carnavales. Ya pasé la barrera de los ochenta años, y los desfiles carnestolendos que yo recuerdo tenían carrozas, comparsas, murgas, músicos, mascaritas, la gente se divertía tirando papel picado, serpentinas, intervenía, no pagaban entrada, todo el mundo iba. Era una diversión total. Ahora se ven las comparsas desfilar, te cobran entrada por ver a mujeres mostrando los costillares y su hermosura física, y es otra cosa, pareciera que están inspirados en Brasil, pero allí es Carnaval puro, acá se fue perdiendo todo. A mí sinceramente no me gustan ahora, los verdaderos Carnavales quedaron en la noche de los tiempos”.

Aedes aegypti

VECINO DEL CENTRO

“Desde mi edificio se pueden observar muchos tanques de agua abandonados, que están sin la tapa correspondiente. Es el lugar ideal para que se críe el Aedes aegypti. La Municipalidad se ocupa del problema en los barrios descacharrando, pero si no se ocupan de esta situación vamos a tener el problema en pleno centro de la ciudad de Santa Fe”.

Tracción a sangre

IRINA

“Por haber vivido algunos años en el norte de la provincia de Santa Fe y estar relacionada con el campo tuve un caballo, con el que disfruté muchas horas de paseo y al que tuve que regalar a mis sobrinos cuando me trasladé a la ciudad. Y hoy después de tantos años me emociona recordarlo mirando sus fotos. Siento en carne propia el dolor de los latigazos que le pegan a esos pobres animales que van tirando de los carros. Que se termine de una vez por todas la tracción a sangre”.