Fue designado para el domingo

Darío Herrera, el árbitro de las polémicas, dirigirá Colón-Central

Casualmente, el neuquino debutó en Primera División en 2013 en el Brigadier López, siendo juez en el triunfo rojinegro 2-1 sobre Vélez.

Darío Herrera y la pelota. Aparte de los 22 futbolistas, ellos también serán protagonistas del cotejo que el domingo a las 17 jugarán el local, Colón, recibiendo a Rosario Central.

Foto: El Litoral

De la Redacción de El Litoral

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Ayer fueron designados los árbitros que actuarán en los partidos correspondientes a la quinta fecha del presente campeonato, que comenzará el viernes. Para el compromiso que le espera a Colón en el Centenario frente a Rosario Central, el juez será Darío Herrera, nacido en la ciudad neuquina de Andacollo, hace 31 años (24 de febrero de 1985), aunque en la actualidad (y desde muy chico) reside en la ciudad de Lincoln.

Es profesor de Educación Física y no estaba en sus planes ser árbitro hasta que Gustavo Bassi, reclutador de Sadra, lo vio dirigiendo la Liga de Lincoln y lo incentivó a hacer el curso de árbitro nacional. Después, lo hizo debutar en el Torneo Argentino B. Dirigió su primer partido en la Primera B Nacional el 30 de septiembre de 2011: Chacarita 1 - Guillermo Brown 2. En ese cruce, sacó ocho tarjetas amarillas.

El debut del referí en la Primera División fue en 2013, dirigiendo (vaya coincidencia) el partido entre Colón y Vélez, con victoria para el rojinegro por 2 a 1 en el Brigadier López. Adherido al Sadra, Herrera ha sido protagonista de un clásico signado por la violencia. En mayo del año pasado, Boca y River se enfrentaron por los octavos de final de la Copa Libertadores 2015, y fue designado a dirigir el encuentro de vuelta, que se disputó en la Bombonera. Fue su primer superclásico absoluto, y además, su debut en certámenes internacionales. El partido fue suspendido en el entretiempo, debido a un ataque hacia los jugadores visitantes, cuando estaban a punto de reingresar al campo.

En uno de sus muchos contactos con la prensa, Herrera contó que su “caballito de batalla es la tranquilidad” y ante su primer partido importante, en septiembre de 2013, en el cruce entre San Lorenzo y River, aseguró: “Me apoyo en mis seres queridos, como mi señora Leticia Olivera, que fue clave para todo esto, y cada partido lo tomo como una final”. Pero dicho encuentro no fue de lo mejor para el juez que cobró un polémico penal atajado por Barovero a Buffarini. Equivocadamente, el árbitro ordenó repetir el tiro, que terminó en el tanto del Ciclón que ganó 1-0. Después de eso, fue parado por la AFA y no dirigió la fecha posterior. A partir de ese duelo, el neuquino no es muy querido por la gente de River, que no se olvida de aquel fallo.