Ayer al mediodía

Recapturaron a un peligroso homicida

Se trata de un hombre apodado “Jim West”, quien era jefe de una banda delictiva de barrio San Lorenzo. Había escapado de la Cárcel de Las Flores, donde cumplía condena por matar a un joven frente a su madre.

Joaquín Fidalgo

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Un delincuente de 40 años que había escapado de la cárcel fue recapturado ayer, en horas de la siesta, por personal de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE). Se llama Claudio Raúl Rodríguez, tiene 40 años, se lo conoce por el apodo de “Jim West” y fue condenado por un crimen ocurrido en 2008, en las calles de barrio San Lorenzo.

Rodríguez debía cumplir una pena de 10 años y 9 meses por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, hasta septiembre de 2019. No obstante, el año pasado logró el beneficio de salidas transitorias de la Cárcel de Las Flores. Un día de abril salió del penal y nunca regresó. Desde entonces era buscado por la policía. Finalmente, unos meses atrás la Justicia requirió la colaboración de las TOE.

Los uniformados de elite realizaron una minuciosa investigación y lograron determinar que el evadido se “aguantaba” en la zona de Varadero Sarsotti y se movía por la zona sur de la ciudad en distintos vehículos, para no ser detectado. Luego de varios días de vigilancia, pudieron ver cómo Rodríguez abandonaba una casilla a bordo de una moto de alta cilindrada y comenzaron a perseguirlo.

Cuando “Jim West” se dio cuenta de que estaban tras sus pasos trató de escapar, pero luego de atravesar barrio Centenario cayó en la “trampa” prevista dentro del operativo. Fue interceptado y detenido en la cuadra de Malvinas Argentinas al 3500.

En un primer momento, trató de despistar a los uniformados dando una identidad falsa, pero rápidamente fue identificado y esposado. Pocas horas más tarde, volvió a entrar a la Cárcel de Las Flores.

Escopetazo

Rodríguez fue condenado por el crimen de Maximiliano Daniel Acosta, quien tenía 20 años cuando fue asesinado, en noviembre de 2008, en inmediaciones de la esquina de Entre Ríos y Arenales, en barrio San Lorenzo.

Acosta recibió una perdigonada de escopeta en la cara, que además le alcanzó el tórax y el cuello. Al parecer, se habría producido a muy corta distancia y entre conocidos, puesto que desde entonces la policía buscó como sospechoso a un vecino de calle Amenábar al 4600, a la vuelta de donde se domiciliaba la víctima. Acosta habría sido arrojado en la puerta del Hospital Cullen desde una camioneta Land Rover de color blanca, que pertenecía al hombre que apretó el gatillo.

La muerte de Acosta se produjo a la vista de su madre, que le contó a la policía cómo fueron los hechos. También fue en presencia de su hermana de 17 años, que atravesaba una crisis nerviosa cuando los uniformados llegaron al lugar.

Tanto ellas como sus vecinos sabían quienes eran los de la banda de “Jim West”. En el lugar, se decía que sus miembros se dedicaban tanto al negocio de la droga como al de la trata de blancas, entre otros delitos.

Con tantos testigos y pruebas en su contra, no pasó mucho tiempo antes de que Claudio Raúl Rodríguez cayera preso, fuera procesado y finalmente condenado.