Editorial

Nueva embestida por el descanso dominical

  • Novedades producidas en el Concejo Municipal de Rosario reavivaron la discusión en Santa Fe.

Cuando el 6 de noviembre de 2014 la Legislatura de Santa Fe sancionó la denominada Ley de Descanso Dominical, terminó colocando a los gobiernos de las principales ciudades de la provincia frente a un problema de difícil resolución.

Es que, en el texto aprobado hace un año y medio, los legisladores establecieron el descanso para gran parte de los empleados de comercio de la provincia durante los días domingo, pero dejaron en manos de los distintos Concejos Deliberantes la posibilidad de adherir o no a la norma. En definitiva, ésta fue la manera que diputados y senadores encontraron para no asumir las consecuencias de sus decisiones, en un tema realmente controvertido.

En general, para la mayoría de las ciudades más pequeñas resultó sencillo implementar el descanso dominical. Es que, incluso, en muchas de ellas ni siquiera era necesaria la aprobación de esta ley para que los comercios cerraran sus puertas los domingos, pues siempre formó parte de los usos y costumbres.

Pero la situación de Rosario y Santa Fe es diferente. Sobre todo, porque se trata de dos ciudades que desde hace años vienen apostando a incrementar el turismo durante los fines de semana, a través de la organización de eventos que atraen la atención del resto del país.

Durante los últimos días, el Concejo rosarino parece haber encontrado una postura común. Los distintos bloques están de acuerdo en que la obligación del descanso dominical se aplique sólo a hipermercados, megamercados y supermercados, dejando al margen de la restricción al resto de los comercios.

La idea surgió desde el bloque socialista y plantea que la situación general debe ser evaluada seis meses después de implementada la norma.

Apenas trascendieron estas novedades producidas en Rosario, el tema volvió al tapete en la ciudad de Santa Fe. Tanto el Centro Unión Empleados de Comercio, como concejales opositores, volvieron a la carga para que la posible aplicación de esta ley provincial sea debatida en el Concejo municipal.

A los empleados y a los concejales opositores se suman el Centro Comercial y todas las cámaras que lo integran, que ya plantearon su apoyo a la idea de que los comercios de la ciudad no abran sus puertas durante los domingos, salvo que sean atendidos por sus dueños.

El espíritu de la norma sancionada por los legisladores provinciales en noviembre de 2014 planteaba que resultaba injusto el hecho de que los empleados de comercios no pudieran gozar del descanso durante los días domingo, a diferencia de lo que usualmente sucede con los trabajadores de otros rubros -no todos, por cierto-.

Sin embargo, aquel objetivo inicial se fue desvirtuando con el tiempo y, en estos momentos, todo parece indicar que, a través de la aplicación de esta ley, algunos sectores sólo pretenden reeditar la puja entre supermercadistas locales y las cadenas nacionales. De ser así, los derechos de los empleados se convirtieron apenas en una excusa en una pelea de intereses empresariales.

Tanto los concejales del oficialismo, como los que pertenecen a la oposición, deberán ser muy cuidadosos al tomar decisiones en este sentido. Sobre todo, en momentos complicados para la economía nacional y frente a un contexto en el que resulta indispensable preservar puestos de trabajo.

Algunos sectores sólo pretenden reeditar la puja entre supermercadistas locales y las cadenas nacionales.