“ALFIE” CUMPLE 50 AÑOS

Especialista en seducción

La famosa película fue protagonizada por el británico Michael Caine, que se convirtió en estrella. La historia de un Casanova del siglo XX, sus andanzas y la necesidad de replantear su modo de vida, cautivó al público de su tiempo. En 2004 se filmó una remake, con el también inglés Jude Law.

Especialista en seducción

Un seductor irresistible que se mueve en el Londres de los ‘60. Michael Caine se consolidó como uno de los actores ingleses de su generación en “Alfie”, donde gracias al formato, el espectador es una especie de cómplice del protagonista. Foto: Paramount Pictures

 

Juan Ignacio Novak

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Insensible, hedonista y libertino. Pero a la vez simpático y versado en las técnicas de seducción. Así es Alfie, el personaje encarnado por Michael Caine que da nombre a la película que se estrenó en Londres el 29 de marzo de 1966, hace hoy medio siglo. Y que no sólo resultó un éxito y apuntaló la carrera del actor, sino que fue nominada a cinco Oscar y pasó a ser una de las cintas más populares y recordadas del cine británico de los ‘60.

Basada en la obra teatral de Bill Naughton (quien escribió también el guión cinematográfico), “Alfie” narra la evolución emocional de un hombre, que de su casi adolescente conducta de seducir a las damas y así darles ingreso en su “lista de honor” pasa a un profundo replanteo de su frívola vida. Todo eso acompasado por el ritmo jazzístico de Sonny Rollins y con la atractiva y sofisticada ambientación del Londres de los ‘60.

Lewis Gilbert dirige con exquisita corrección esta película que se sostiene en la carismática actuación de Caine, nominado al Oscar, que finalmente ganó Paul Scofield por su excelente intepretación de Tomás Moro en “Un hombre para la eternidad”. Pero también en las actrices secundarias, desde Shelley Winters a Vivien Merchant, todas ellas en un registro diferente pero perfectamente acopladas en la trama.

Gilbert dirigiría mas tarde algunas de las entregas de James Bond, como “You Only Live Twice” (1967) con Sean Connery, “Moonraker” (1979) y “La espía que me amó” (1977), estas dos últimas con Roger Moore. Sin embargo, su película más lograda (además de “Alfie”) fue “Educando a Rita” (1983) con el propio Caine como un maduro profesor que se enamora de Rita, una de sus alumnas, personificada por una treintañera Julie Walters.

Nueva versión

En 2004 se rodó una remake de la película de 1966 que mantuvo el nombre original, pero no su condición de buen cine. Aunque se mantuvo (era inevitable) un protagonista inglés, que en este caso fue Jude Law, se cambió el “contexto” y se situó la acción en la Nueva York de los primeros 2000, lo que provocó la pérdida de parte del encanto puramente british de la original. Sumó dos grandiosas actrices, Marisa Tomei y Susan Sarandon, pero no alcanzó para sacar a la cinta de la de la mediocridad. “Donde allí (en el ‘Alfie’ original) había sofisticación, aquí hay chabacanería; donde había sutileza, ahora hay explicitud; donde negrura, cursilería”, sostuvo Javier Ocaña del diario El País.

Estrellato

Lo cierto es que luego de protagonizar “Alfie” en el ‘66, Michael Caine (que hoy tiene 83 años pero sigue muy activo y se lo ve cada tanto en la pantalla, en general en pequeños y muy variados papeles, desde un espía veterano en “Kingsman: el servicio secreto” hasta un sacerdote en “El último cazador de brujas”) se hizo muy conocido. Y participó en numerosos filmes de gran impacto en la taquilla, tanto en el cine inglés como en el estadounidense.

Por enumerar tan sólo algunos: Jack Carter en “Get Carter” (1971); Peachy Carnehan en “El hombre que sería rey” (1975); Dr. Robert Elliott en “Vestida para matar” (1980); Frank Bryant en “Educando a Rita” (1983); Elliot en “Hannah y sus hermanas” (1986), papel que le valió un Oscar; Dr. Wilbur Larch en “Las reglas de la vida” (1999), que le abrió el camino a otra estatuilla de la Academia y el mayordomo Alfred en la trilogía de “Batman” protagonizada por Christian Bale.

Sin embargo, ninguno de los personajes que hizo después tuvieron la gravitación y empatía con el público como aquél que moldeó para el film de Lewis Gilbert. Que a medio siglo de su estreno conserva su encanto.