El barrio costero, a la buena de Dios

Alto Verde aislado por el mal estado de sus calles

Ya no ingresan los colectivos ni las ambulancias ni otros servicios. Allí viven unas 15.000 personas. Los centros de salud debieron derivar su atención y sólo reciben emergencias, de 8 a 18.

10_A_IMG_9886.jpg

Embarrados. En muchos casos, los vecinos deben caminar más de un kilómetro sobre el barro para alcanzar el colectivo o la canoa-taxi. Foto: Mauricio Garín.

 

Nicolás Loyarte

[email protected]

@nicoloyarte

“¿Qué hago ahora con mi hijo?”, se preguntaba esta mañana con desesperación María Cristina Cañete, la mamá de Gastón, un joven epiléptico de 16 años que llegó como pudo con las ruedas de su silla sumergidas en el fango al Centro de Salud Demetrio Gómez”, ubicado en la Manzana 5 de Alto Verde. Hasta allí dejó de ingresar la ambulancia que lo trasladaba al hospital. Ni el colectivo urbano puede llegar.

En Alto Verde está “prohibido” tener una emergencia. O al menos eso es lo que parece que sucede. El acceso al populoso barrio costero con más de 100 años de historia y sin una calle de asfalto quedó totalmente anegado, debido a las últimas lluvias. Por ese motivo, dejaron de ingresar el transporte público y otros servicios, como la ambulancia que necesita Gastón. Y los cerca de 15.000 habitantes quedaron totalmente aislados (es el término preciso), a la buena de Dios.

Dos colectivos de la Línea 13 se empantanaron el domingo sobre la única calle que hasta entonces se encontraba transitable, la Aldo Bunting, que serpentea el barrio hasta su intersección con la principal, Demetrio Gómez. Esta última se encuentra en obra y vedada al tránsito, ya que será la primera del barrio en tener una carpeta de hormigón y un desagüe.

Una isla

Desde el domingo la empresa de colectivo tomó la decisión de llegar sólo hasta el ingreso, en la manzana 2. Los vecinos que necesitan salir del barrio tienen que caminar por el barro cuadras, kilómetros, a la hora que sea, bajo la lluvia, para poder tomar el colectivo o subir a la canoa-taxi que los cruza al Puerto. Y lo hacen sabiendo que a su regreso les espera el mismo calvario.

“Hace dos días que no puedo ir a trabajar”, dijo Alicia, una vecina de calle Demetrio Gómez, la principal, que con su conocimiento del barrio ayudó a El Litoral a llegar hasta el centro de salud de la manzana 5 sin quedar en el intento, con las ruedas girando bólidas y salpicando barro, como le ocurrió a un camión distribuidor de carbón que esta mañana intentaba escapar de la “trampa”.

Todos los vecinos se quejan de lo mismo. Y el presidente de la vecinal, Daniel Demarchi, se hace eco del reclamo: “Deberían haber tirado un ripio, algo de piedra, sobre calle Bunting antes de comenzar la obra sobre la Demetrio Gómez”. Y agregó con resignación: “Ahora ya es tarde, quedamos aislados”.

La peor pesadilla la viven los vecinos de La Boca, que vienen sufriendo las consecuencias de la inundación desde fin del año pasado, y ahora no tienen cómo salir del fondo del barrio. El pronóstico indica que seguirá lloviendo al menos hasta el viernes.

10_B_IMG_9972.jpg

Resignación. Es la que tienen los vecinos de Alto Verde, que deben caminar por el barro para tomar el colectivo, en el ingreso al barrio.

Fotos: Mauricio Garín.

10_C_IMG_9927.jpg

Horario reducido. En el centro de salud Demetrio Gómez, sólo atienden en la enfermería y desde ayer debieron reducir el horario que cubría las 24 horas a una atención mínima de 8 a 18. “¿Qué hago si llega un apuñalado o herido de bala?, ¿cómo lo traslado al Cullen?”, se preguntó la enfermera coordinadora, Silvia Remiro.

10_D_IMG_9855.jpg

En obra. Aquí nace la obra de pavimentación de la calle principal del barrio, Demetrio Gómez, que por el momento se encuentra intransitable.

10_E_IMG_9932.jpg

Sin médicos. Los centros de salud Demetrio Gómez, de la manzana 5, y el Ramón Rivero, de la 9 (en La Boca), derivaron la atención médica al dispensario que está en el ingreso al barrio, en la manzana 2, y se reprogramaron los turnos.