En barrio Los Ángeles

Violento robo a jubilados

Un delincuente sorprendió a un matrimonio de jubilados (de 70 y 72 años) en su casa de French al 4700. Armado con un machete golpeó a las víctimas, luego las maniató y finalmente saqueó la vivienda.

Danilo Chiapello

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La noche del sábado un matrimonio de jubilados atravesó una dramática experiencia a manos de un delincuente que ingresó en su domicilio de French al 4700, en barrio Los Ángeles. Armado con un machete el rufián hostigó a las víctimas, luego las maniató y saqueó al inmueble, para finalmente huir a bordo de un carro junto a otro sujeto.

Obdulia Villa (70) y su esposo, Aníbal Zapata (72) miraban por televisión el partido de fútbol entre Unión y Tigre cuando de repente se vieron sorprendidos por un malviviente, el que había ingresado por la parte de atrás de la vivienda.

Del intruso se supo que era un hombre de mediana edad, el que ocultaba su rostro con una cuellera levantada hasta los ojos. Además tenía colocada una gorra.

Impiadoso, el rufián se lanzó contra los indefensos moradores a quienes hostigó duramente con amenazas verbales (“los voy a matar”, les decía a cada rato) y con un machete que utilizó para golpearlos.

Rostro cubierto

“Estábamos mirando el partido de Unión con mi esposo cuando nos sorprende un tipo que había entrado por la parte de atrás de la casa. Tenía puesto una cuellera con la que se tapaba el rostro y un gorro”, dijo Obdulia en diálogo con este diario.

“A mi marido le pegó con un machete en la boca. Luego le colocó las manos hacia atrás y lo maniató con el cable de la computadora. Después con el mismo machete a mí me pegaba en la pierna, que la tengo muy lastimada por la artrosis. Nos pedía plata y nos decía que nos iba a matar.

Cargó todo en un carro

“Al cabo de un rato se llevó unos pesitos que teníamos, cerca de 500 pesos. Nosotros tenemos la jubilación mínima y aparte mi esposo hace la cobranza para Unión. El delincuente se llevó una computadora, tres teléfonos, una garrafa de 10 kilos, un compresor para pintar, una tostadora de pan, una pala, en fin....

Cargó todo en un carro donde lo estaba aguardando otro tipo. Antes nos dijo “no salgan de acá porque les voy a meter un tiro”. Pero yo igual me escapé y fue a pedirle auxilio a una vecina.

Para mí que nos estuvieron observando. Frente a casa tenemos un descampado por donde anda mucha gente, que se hacen los que cortan los yuyos, pero en verdad están mirando todo.

Una vez que llegó la policía, todos se portaron muy bien. Enseguida pidieron una ambulancia y el personal de emergencias nos asistió a los dos. Yo tenía cerca de 19 de presión. Al otro día también vinieron para chequear cómo seguíamos.

Nos vamos del barrio

“La situación en este barrio está muy mal. Hay ‘choreos’ todo el día. A una vecina le robaron su celular apenas se bajó del colectivo, en plena tarde. Los ‘choros’ están al acecho, así que estamos encerrados todos el tiempo. Ahora vamos a poner rejas, pero igual ya tenemos decidido vender la casa porque de aquí nos vamos”, culminó.