Federico Sturzenegger

“No hay nada más reactivante que una baja tasa de inflación”

El presidente del BCRA aseguró que buscará acercar “lo más posible” la evolución de precios al 25 % comprometido. Defendió las tasas altas y negó diferencias con Prat-Gay.

De la redacción de El Litoral

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DyN/Télam

El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, aseguró que la mejor forma de asegurar un proceso de crecimiento con inclusión social y una expansión del crédito es conseguir una radical reducción de la alta tasa de inflación que soporta la economía argentina.

“No hay nada más reactivante que una baja tasa de inflación”, afirmó Sturzenegger ante las numerosas preguntas que recibió hoy en la conferencia de prensa realizada en la sede del ente monetario, después de haber expuesto el plan de política monetaria del Central para este año.

De esta manera, el titular del BCRA dejó en claro que no se procederá a rebajar la tasa de rendimiento para las Letras del Banco Central (Lebac), actualmente en el 38% para el plazo de 35 días, hasta tanto no se observe una clara y sostenida tendencia descendente de la inflación.

Sturzenegger enfatizó que el objetivo de su gestión es “trabajar para mantener la tasa de inflación de 2016 lo más cerca posible del 25% y que se acomoden las expectativas por debajo del 20% para 2017”, en línea con las metas fijadas por el ministro de Hacienda.

Al presentar la Política Monetaria para este año un día después de que el Palacio de Hacienda anunciara el Programa Financiero para 2016, Sturzenegger señaló que el alto nivel de tasas de interés en los próximos meses “tiene que acompañar el proceso descendente que se advierte del índice de inflación”.

Agregó que éste se ubica, según el promedio de la expectativa del mercado, en el 1,5 % para septiembre, por lo que “una tasa del 38 por ciento luce un poco alta”, al hacer referencia a la tasa de corte existente para la colocaciones de corto plazo de Lebac.

El funcionario rechazó en varias oportunidades dar una fecha precisa o aproximada en la que podría darse el comienzo del proceso de reducción de la tasa, e insistió en que la política monetaria significa “inducir una baja sistemática y sostenible de la tasa de inflación llevándola, en un plazo razonable, al 5% anual”, una meta que se busca cumplir en 2019.

Sin diferencias

El titular del Central rechazó de plano que existan diferencias con el ministro de Economía y Hacienda, Alfonso Prat-Gay, al responder a una consulta periodística con respecto a potenciales puntos de vistas disidentes sobre lo que representa una política de “flotación con intervenciones ocasionales” y de “flotación sucia”.

Una de esas políticas tiene, justamente, como pivote la utilización de la tasa de interés y no de los agregados monetarios, de tal manera de “influir sobre la dinámica de la inflación y sobre las expectativas del público, en un esquema donde la cantidad de dinero es endógena”, y en el cual el ente monetario no tiene obsesión alguna por fijar ni controlar el tipo de cambio.

Desde este punto de vista es que Sturzenegger volvió a reiterar hoy, como lo viene haciendo en sus últimas intervenciones públicas, que Argentina ha apelado muchas veces durante su historia a tipos de cambio fijos, en búsqueda de “atajos” que siempre terminaron en graves crisis como la de 1975, 1982, 1989 y 2001.

En cambio, lo que se busca ahora es un “tipo de cambio flexible, con intervenciones ocasionales, donde la flotación cambiaria es importante para desvincular los movimientos del tipo de cambio del comportamiento de los precios domésticos”.

Ésta sería la única manera, a su juicio, de “limitar el traspaso de los movimientos de tipo de cambio nominal a los precios”, lo cual es “crucial para que el tipo de cambio real cumpla su rol estabilizador ante diversos impactos”.

El dato

IPC en junio

  • Sturzenegger explicó que “el Índice de Precios al Consumidor estará disponible a partir del 15 de junio” y recordó que “atravesamos un período de reacomodamiento de los precios relativos, regulados y no regulados, con una diferencia geográfica notable entre Buenos Aires y la zona metropolitana respecto del interior del país”. Señaló que se advierte “un fuerte anclaje de las expectativas de inflación en el mercado” y como ejemplo citó que la previsión para septiembre es una suba de precios de 1,5% frente a un pico del 5,4% de abril.

Programa fiscal

  • U$S 36,7 mil millones es el agujero fiscal del año según las cuentas oficiales. Representa 7,2 % del PBI.
  • Más bonos por unos U$S 8 mil millones serían colocados en el mercado interno, según proyecciones del viceministro de Economía, Pedro Lacoste, y del secretario de Finanzas, Luis Caputo.
  • Letras del Tesoro en dólares al 4 % anual aportarían U$S 5 mil millones que pequeños ahorristas tienen en cajas de seguridad o bajo el colchón.
  • EL BCRA aportaría unos U$S 10.847 millones.
  • Tras los holdouts quedó un saldo de U$S 7.200 millones de la emisión de deuda que supuso el regreso argentino al mercado internacional.
  • La Anses desde el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) y otros entes públicos “prestarían” U$S 2.700 millones.
  • Organismos internacionales y bilaterales aportarían otros U$S 3.000 millones según las previsiones del equipo de Prat-Gay.