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La Línea 9 de colectivos: absurda, pero real

ROSSANNA ABBATE

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A través de este espacio que El Litoral nos brinda a los lectores, quiero dejar constancia de la forma patética en que la Línea 9 de la empresa Ersa brinda su servicio. Como ejemplo, cito el día 2 del corriente, en que perdí 1 hora, 20 minutos, esperando para que alguno de los patéticos que trabajan en el horario de 13.30 a 15 me parase, como todos los días, en Bv. Pellegrini y Av. Tte. Perón, rumbo a Don Bosco.

Yo me pregunto ¿quién los controla? Hace aproximadamente un mes, esa línea circulaba con cierta regularidad. Uno podía calcular los siguientes horarios: 13.30 - 13.45 - 14.05, y éste último es el mismo coche que a las 13.30 va rumbo al centro y vuelve hacia el norte. Ese día llegó a haber 15 personas en la parada. Desde la última semana de abril, ocurre todos los días lo mismo. El colectivo de las 13.30 está llegando 13.55, juntamente con otros dos coches. En la oportunidad que estoy citando, le hice seña a uno de esos choferes cara de piedra y, con el típico ademán, me indicó que atrás suyo venía otro (siendo que el colectivo que él conducía tenía lugar). Esperamos y nada. A las 14.10, vimos un coche con pasajeros (nótese 40 minutos de espera) ¡yendo de sur a norte! ¿?, por Av. Tte. Perón. Obviamente que no nos paró. Seguimos esperando: a las 14.20, pasó un coche con bastantes pasajeros, pero que tampoco nos dejó ascender. Luego pasó un 9 fuera de línea, al que aprovechamos para preguntarle si todo estaba bien, porque hacía mucho tiempo que estábamos esperando, a lo que nos contestó que no había problema alguno. Seguimos, 14.15: nada; 14.20: nada; 14.40: recién ahí llegó uno y pudimos subir. 1 hora y 10 minutos para lograrlo. Parece increíble, pero si uno toma un cole para ir a Paraná demora menos en llegar a destino. Absurdo pero real.