Imputaron a los hermanos Lanatta y Schillaci

De la furia de la calle a la tranquilidad del penal

  • El fiscal Estanislao Giavedoni viajó a Ezeiza para entrevistar a los ex prófugos, por los hechos ocurridos en Santa Fe el verano pasado. “Ninguno de los tres declaró”, dijo el abogado público Leandro Miró.
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Ahora, tras las rejas, están “más tranquilos” que hace cuatro meses, cuando estando prófugos temían por sus vidas.

Foto: Archivo

 

Juliano Salierno

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Pasaron 138 días desde la última vez que funcionarios judiciales santafesinos mantuvieran contacto con los protagonistas de la fuga que puso en vilo a todo el país y que tuvo su punto cúlmine en la zona de la costa, donde Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci quedaron acorralados entre bañados y pajonales, perseguidos por las tropas federales y de la provincia conformada por cientos de hombres.

Ayer, en el Complejo Penitenciario Federal Nº 1 de Ezeiza, los tres se mostraron afables con el fiscal Estanislao Giavedoni, que viajó hasta allí para llevar a cabo las audiencias imputativas por los delitos cometidos en jurisdicción santafesina durante la fuga.

“Los tres estaban muy tranquilos y en muy buenas condiciones de salud”, reconoció el abogado Leandro Miró, que acudió a la visita en representación del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (Sppdp) de Santa Fe. Aunque parezca una paradoja, los Lanatta y Schillaci se encuentran mejor tras las rejas en un penal de máxima seguridad, que hace cuatro meses y medio, cuando “estaban desesperados” porque “le tenían miedo a Gendarmería”, dijo el letrado, en función de las declaraciones que obran en el expediente por la evasión.

No obstante, el abogado explicó que si bien “prestaron su colaboración al acto, ninguno declaró en relación a los hechos que se les imputaron” y coincidió con el fiscal Giavedoni en cuanto al buen trato y colaboración del Servicio Penitenciario bonaerense.

Por su parte, el fiscal del Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe, Giavedoni, informó mediante un comunicado de prensa que “todo se desarrolló con normalidad. Los tres imputados se mostraron colaborativos con el desarrollo de la audiencia y no hubo ningún inconveniente”. Por el contrario, destacó “como dato anecdótico” que Schillaci “pidió disculpas por las molestias causadas en la provincia de Santa Fe”.

Los hechos

Los hechos que se les atribuyen a los hermanos Lanatta y Schillaci fueron el robo de una camioneta VW Amarok propiedad del laboratorio Bayer y la privación de la libertad de su conductor, un ingeniero agrónomo de la firma, el cual fue sorprendido el 7 de enero en zona rural mientras realizaba un control a campo.

Con ese vehículo, el trío que acababa de ser descubierto por Gendarmería, logró llegar hasta Santa Fe, donde mantuvo cautivo al ingeniero durante más de 24 horas, en pleno centro de la ciudad.

Luego aprovecharon un momento de distracción de sus perseguidores y escaparon rumbo a la costa por la Ruta 1, hasta que fueron nuevamente advertidos y comenzaron a quedar cercados.

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Protagonizaron un vuelco con la Amarok en cercanías de la localidad de Campo del Medio, donde bajo amenaza de muerte robaron otra camioneta el 9 de enero, esta vez una Toyota Hilux de un productor rural.

Esa mañana Martín Lanatta se entregó en un campo cerca de Cayastá, mientras que sus cómplices fueron descubiertos el 11 de enero dentro del molino arrocero Spaletti, donde se presume que mantuvieron cautivo a un empleado, hasta que finalmente se entregaron.

En cuanto a la calificación legal, encuadraría dentro de las figuras de “privación ilegítima de la libertad calificada”, “robo calificado por ser cometido en banda y en poblado y con la utilización de arma de fuego” y “tenencia de arma de fuego de guerra”.

En relación al futuro de la investigación, Giavedoni indicó que “el próximo paso procesal es la presentación de la acusación, que es la instancia previa a la realización del juicio oral y público”.

Estrategia y honorarios

  • El equipo de la Defensa Pública que encabeza Leandro Miró y completan las abogadas Sandra Müller y Magalí Maza llegó al penal de Ezeiza este martes alrededor de las 10 de la mañana, para mantener las entrevistas previas con los condenados por el triple crimen de General Rodríguez.
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“Nos entrevistamos con cada uno de los imputados, alrededor de 20 minutos cada uno, salvo en el caso de Martín Lanatta que llevó más tiempo”, señaló Miró. “Antes del mediodía comenzaron las audiencias imputativas, que se hicieron en los respectivos pabellones de alojamiento” en el siguiente orden, Martín Lanatta primero, en la Unidad Nº 3, pabellón H; luego su hermano Cristian en la Unidad Nº 4, pabellón G; y por último Víctor Schillaci en la Unidad de Ingreso, pabellón K.

“Nuestra estrategia defensiva está vinculada con la suerte de la causa del triple crimen de General Rodríguez, porque en el caso de Schillaci la sentencia no está firme y como es una causa con múltiples imputados, si se llega a anular podría alcanzar a los Lanatta” y eso podría influir en el proceso santafesino, especuló el abogado.

“Es llamativo que respecto de los Lanatta la sentencia esté firme porque el abogado presentó las apelaciones en forma extemporánea lo que implica una grave vulneración al derecho de defensa” y es “sugestivo” en cuanto a las denuncias que hicieron luego los detenidos (denunciaron que había un plan para matarlos).

Por último, Miró dejó en claro que no será el Estado provincial el que pague los honorarios profesionales. “Los defensores públicos actúan con gente pobre que no puede pagar honorarios o porque nos designan. En este último caso, el defendido paga por el servicio”, dijo. El pago no será de manera directa a los abogados oficiales sino que se establece judicialmente y de acuerdo al valor de la unidad Ius del Poder Judicial, a través del SPPDP.