Día Mundial contra el Trabajo Infantil

Una lacra que afecta a 168 millones de menores

Por Stefan Mauer

DPA

El domingo es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, declarado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para llamar la atención sobre una realidad que afecta a 168 millones de menores en todo el mundo.

En todas las cadenas de abastecimiento, hay casos de trabajo infantil, desde la agricultura a la producción y la construcción. El problema es especialmente acuciante en los países del sur de Asia y el Pacífico. Seis países clave con muchos desafíos individuales y comunes.

India

Es muy difícil dar una cifra sobre la dimensión del tema en la India. Mientras que el gobierno habla de unos 4,4 millones de niños que trabajan de forma ilegal, las organizaciones no gubernamentales hablan de hasta 60 millones. Los menores de 17 años son 444 millones en el país, y los menores de 14 años, 372 millones. La diferencia en el recuento se debe en gran medida a las débiles leyes sobre el trabajo infantil. A partir de los 15 años, no es ilegal trabajar en ningún empleo en la India y en el caso de niños de menor edad sólo es punible si se trata de uno de los que se encuentran en una lista de empleos considerados de riesgo para la salud.

Muchos padres dependen de los ingresos de sus hijos para sobrevivir, y éstos trabajan a veces en condiciones muy peligrosas, como por ejemplo la producción de fuegos artificiales, en las minas o la fabricación manual de ladrillos. También hay muchos menores en la industria textil.

El gobierno indio está trabajando en un endurecimiento de las leyes sobre trabajo infantil, que datan de 1986.

Bangladesh

Según las estadísticas oficiales de 2013, trabajan de forma ilegal 3,5 millones de los casi 40 millones de menores del país. Un quinto de los niños no asiste de manera regular a la escuela y la mayor parte del trabajo infantil tiene lugar en el propio hogar. El gobierno estima que en tres millones del total de casi 20 millones de familias del campo los niños participan en el trabajo. El trabajo profesional de los menores se da sobre todo en la agricultura, seguida de la industria.

En 2010, el gobierno de Dhaka se propuso acabar hasta 2016 con el trabajo infantil en sectores de riesgo para la salud, pero la meta ha sido pospuesta ahora hasta 2021. Hasta 2030, quiere erradicar el trabajo infantil en general.

Nepal

El gobierno de Kathmandú estima que el número de niños que trabajan de forma ilegal es de 1,6 millones. En total viven en este país 11 millones de niños, más de nueve millones de 14 años o menos. La mayoría trabaja en el sector de servicios, en el que se enmarcan también las fábricas de cocción de ladrillos, de trenzado de alfombras, la industria del entretenimiento y los salones de masajes. También hay muchos niños que son empleados en tareas domésticas.

La ley prohíbe trabajar a los menores de 14 años, pero la ONG Child Workers in Nepal (CWIN) cree que no se aplica. “Faltan los recursos para garantizar que se cumplan las decisiones políticas”, comenta la coordinadora de CWIN, Sumnima Tuladhar. “Las familias más pobres mandan a sus hijos a trabajar en vez de a la escuela, y así se genera un círculo vicioso”.

Indonesia

Según un estudio reciente de la ONU en Indonesia trabajan 3,1 millones de niños. Lo hacen sobre todo en la producción y en la agricultura. También es habitual que estén activos en la pesca, por lo que pasan largo tiempo sobre las plataformas en mar abierto.

Varios cientos de miles de niñas, a veces muy jóvenes, trabajan como empleadas domésticas, en algunos casos más de 100 horas por semana. A ello se suman redes internacionales de trata de personas, que venden a menores como trabajadores sexuales en el extranjero. En mayo, la ONG Human Rights Watch publicó un informe según el cual miles de niños trabajan en condiciones insalubres en las plantaciones de tabaco.

Filipinas

Unos dos millones de niños, algunos de sólo cinco años, son obligados a trabajar en Filipinas, también en actividades ilegales como la prostitución, la pornografía o como niños soldado. Suele ser habitual asimismo que los menores hagan el trabajo doméstico en casas ajenas. Los traficantes secuestran a niñas jóvenes de los pueblos para ponerlas a trabajar en casas o explotarlas sexualmente. Los grupos rebeldes niegan estar usando niños pero hay estudios que demuestran que hay muchos menores, si no combatiendo, sí como ayudantes en los campos. Miles trabajan además en las minas de oro en estrechos túneles y en contacto con sustancias tóxicas como el mercurio.