Venció a Argentino en cancha de Banco

Universidad afirma su ilusión

Franco marcó el único gol del partido. Con este resultado, la UNL respira más aliviada en su lucha por no descender. Argentino jugó todo el segundo tiempo con dos hombres menos.

Juan Carlos Haberkon

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Los números mandan. Y la inconsistencia del funcionamiento. La combinación que ofreció Universidad. Este UNL de un triunfo legítimo, paso amenazante y objetivo grande.

Quizás este UNL utilizó la garra como elemento decisivo para hilvanar un triunfo tan vital como importante. El tema es que ganó, lo hizo bien de local y entregó argumentos convincentes.

Ayer, fue Franco, Jordán, Macaine, Merich y compañía. Universidad, igual que en otros partidos, volvió a trabajar bien en equipo y si a eso se le suma la aparición individual de algunos hombres, entonces el análisis será sin dudas positivo.

A excepción de los nombrados, claro. Gestores de los mejores momentos del equipo, se podría añadir la seguridad de Scurato que respondió con acierto, la regularidad de Eduardo Formento y Somavilla. La ubicación de Recalde y la corrida permanente de Molteni, la calidad de Lautaro Jara para definir situaciones en el juego y el oficio del resto, más los que entraron luego.

Todo esto hizo que el ayer ganador se quedara con tres puntos vitales en su lucha por conseguir el objetivo permanencia.

Y enfrente, Argentino. Que apostó a la prolijidad y el orden, pero con intérpretes limitados, sobre todo en la última línea donde otorgaron grandes ventajas (Franco hizo lo que quiso en el primer tiempo) para un rival que no perdonó. Y que denuncia endeblez para responder cuando el partido no le es favorable.

Convengamos, entonces, el peso de las individualidades de este puntero y candidato no desequilibró en la red. A eso habrá que sumarle las tempranas expulsiones de Bogao primero (le pegó de atrás a Macaine) y la de Marini después (le dio fuerte a Recalde), en ambos casos, Mendoza, el árbitro del partido, no dudó en mostrarles la roja directa.

En el segundo tiempo y con la ventaja numérica a su favor, a este UNL no le costó determinar la línea de su juego porque tiene diseñadores con cierta calidad, organizaron bien los avances, utilizan el toque profundo y la definición de calidad de Franco.

Los de San Carlos no defendieron cerca de su zona. Intentaron discutir la posesión del balón en el medio y usar los pelotazos cruzados para encontrar la cabeza de Andrés Formento, el más goleador del equipo en ofensiva. Claro, para eso habrá que saber que los defensores no le otorgaron ventaja. La visita se mostró frágil por los costados, frágil por el medio y ahí ganó la pulseada UNL.

No hubo mucho brillo en el local. El rendimiento colectivo fue suficiente para embolsar puntos de oro y aumentar el flaco promedio.

Derrochó confianza en el manejo del balón este equipo de Sartor, encaró y pasó, utilizó su velocidad con inteligencia y tiene el arco abierto.

Depende de UNL y eso también vale, y mucho. Los resortes anímicos, que influyen y mucho en estas instancias parecen ser garantías suficientes para llegar a buen puerto.

Universidad puede dar el golpe de calidad y para eso, falta poco.