Pide Justicia independiente y dejar atrás los odios

La Iglesia llama a superar el “flagelo de la corrupción”

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Fieles y sacerdotes. Ayer en Tucumán fue multitudinaria la misa central en la segunda jornada del Congreso Eucarístico. Foto: Télam

 

De la redacción de El Litoral

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Ante miles de fieles que colmaron la misa central de ayer en el XI Congreso Eucarístico Nacional, el arzobispo de Santa Fe y presidente del Episcopado, José María Arancedo, reclamó en Tucumán una Justicia independiente y llamó a reconocer errores y superar “odios y divisiones”.

Si bien no mencionó el escándalo por la detención del ex funcionario José López, Arancedo se refirió al “flagelo de la corrupción” como una de las sombras que empañan la realidad del país.

El prelado ratificó el compromiso de la Iglesia de contribuir al reencuentro y diálogo entre sectores, al recordar que “la reconciliación está en el corazón mismo de la vida cristiana, porque tiene su fuente en Cristo”. “Sintámonos protagonistas de una Argentina dispuesta a superar odios y divisiones que nos enfrentan y aíslan, no temamos reconocer errores, vivamos nuestro presente, nuestras relaciones y nuestra historia con espíritu de reconciliación que no es debilidad, sino expresión de fortaleza moral y madurez espiritual”, sostuvo ante miles de peregrinos reunidos en el Hipódromo provincial.

“Como argentinos venimos de una historia con luces y sombras, con desencuentros y heridas, con el flagelo de la corrupción y del narcotráfico, pero nos sentimos animados por la luz de la fe que fortalece nuestra esperanza y renueva nuestro compromiso de una Patria de hermanos”, aseveró. Arancedo aclaró que cuando la Iglesia habla de perdón y reconciliación lo hace “con la certeza de una verdad que nace del amor misericordioso del Padre, no de una utopía sino de una realidad que hemos conocido en Jesucristo”.

“La reconciliación no es impunidad, ella necesita de la verdad y del ejercicio de una Justicia independiente respetuosa de las garantías constitucionales, pero aspira a una meta más alta y significativa”, aseguró. “Cuando abrimos nuestra mente y nuestro corazón al llamado evangélico de la reconciliación se abre un camino nuevo hacia la concordia y la fraternidad”, agregó. La segunda jornada eucarística estuvo centrada en la reconciliación, por lo que obispos y sacerdotes escucharon confesiones en distintos puntos de la capital provincial, mientras los congresistas participaron de trece áreas temáticas en el predio de la “Ciudad Eucarística”.

Allí el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, reflexionó sobre la cuestión sociocultural de la droga, las redes del narcotráfico y las acciones de la Iglesia para acompañar a quienes cayeron en el flagelo de las adicciones. El organismo eclesiástico convocó para mañana a dirigentes políticos y sociales para que firmen en la Casa Histórica un acta compromiso en la lucha contra la pobreza, la corrupción y la impunidad, el combate al narcotráfico y la generación de empleo digno.

Pida disculpas, le reclama O'Donnell a la ex presidente

  • El historiador Mario “Pacho” O'Donnell, durante años cercano al kirchnerismo, consideró hoy que “la corrupción” que desnudó el caso de José López estuvo “organizada desde la Casa Rosada” y advirtió que la ex presidente Cristina Fernández debería pedir “disculpas como un gesto de dignidad”.

Cuando se le inquirió si creía realmente que la ex presidente y su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, estaban involucrados en la presunta corrupción a partir de la obra pública, O'Donnell repreguntó: “El tema es el siguiente, ¿quién firmaba los expedientes con tremendos sobreprecios?”

“Desgarrado y con mucho dolor”, el historiador sostuvo que “las explicaciones no caben en este caso”, en alusión a las que pretendió dar la ex mandataria.

En declaraciones a Radio Con Vos, el fundador del Instituto Histórico Manuel Dorrego durante el kirchnerismo enfatizó: “A mí me gustaría que Cristina pidiera disculpas como un gesto de dignidad”. “El caso particular de esto que diferencia de otras corrupciones es que es una corrupción organizada evidentemente desde la Casa Rosada. No nos podemos engañar más”, disparó el intelectual.

O'Donnell calificó de “débil” la explicación que ensayó la ex jefa de Estado. “La explicación que intenta Cristina es débil, le va a ser muy difícil” convencer a la sociedad, consideró el historiador y concilió que si bien “es posible que ella haya tenido menos que ver (con estos casos) de lo que uno imagina, ¿Qué explicación puede dar? Estamos hablando de ministros, secretarios, de expedientes con la firma presidencial”.

Al repudiar el caso que envuelve al ex funcionario kirchnerista, el intelectual preguntó: “¿Cómo se explica esa voracidad tan descomunal, fuera de toda proporción, tantos ceros, cuando en realidad uno podía aspirar a la dignidad, al bronce, a la memoria”.

“¿Por qué manchar una gestión que tuvo aspectos positivos de una forma tan descabellada?”, añadió y habló de que, en este escenario, “el problema más grave es la decepción no tanto con el gobierno en el cual creyeron tantos jóvenes, sino con la política”.

 

análisis

por Luis Rodrigo

El día que Cristina pareció decir “a mí nadie me avisó”

  • Las expresiones menos felices de los dirigentes políticos perduran. “El dinero que el Ing. López tenía en su poder, alguien se lo dio. Y no fui yo”, escribió en voz pasiva el jueves Cristina Fernández de Kirchner.

Además de pretender cambiar el orden de los factores de las sospechas, la frase intenta deslindar toda responsabilidad. Incluso la más elemental. La ex presidente es cuanto menos responsable político por los actos de su subordinado, a lo largo de sus dos gobiernos. La frase infeliz despertó las burlas de todo tipo en las redes sociales de Internet. Y aunque algunos son de mal gusto, los “memes” no son gratuitos. La ex jefa del Estado lo llamaba “Josecito”, delante de otros funcionarios y se trata del “Ing. López”. Fue funcionario de Néstor y luego de Cristina Kirchner desde 1991. Era un pingüino puro.

Porque trata de desentenderse de lo que le es propio, el “No fui yo”, en Santa Fe recuerda la expresión más lamentable del ex gobernador Carlos Reutemann: “A mí nadie me avisó”, durante la evitable inundación de 2003.

“No fui yo” tiene su lugar en la galería moderna de las proverbiales metidas de pata de quienes gobiernan, cuya única virtud es su poder para evocar una época. Veamos.

“Me quiero ir”, Hernán Lorenzino, 2013.

“El que depositó dólares, recibirá dólares”, Eduardo Duhalde, 2002

“En mil días, vamos a poder tomar agua del Riachuelo”, María Julia Alsogaray, 1993.

“Tenemos que dejar de robar por lo menos dos años”, Luis Barrionuevo, 1990.

“Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”, Juan Carlos Pugliese, 1988.

“El que apuesta al dólar, pierde”, Lorenzo Sigaut, 1981.

“La gente nunca tuvo más plata que ahora”, Martínez de Hoz, 1980.

“Hay que pasar el invierno”, Álvaro Alsogaray, 1959.

La historia dirá como se recordará la promesa con que comenzó 2016 y su inminente “segundo semestre”.