Mirada desde el sur

Corral, Fein y el vaso

Raúl Emilio Acosta

El vaso medio lleno o medio vacío. El mismo vaso. Hechos muy específicos obligan a la doble mirada. Con pesimismo o ‘pum para arriba’.

El gobernador Miguel Lifschitz ha decidido acompañar, para mejorar, el transporte en la ciudad de Rosario. Dinero: 100 millones en 2015.

Del mismo modo, una inversión importante para el Aeropuerto Fisherton es una definición. Sumarían 450 millones.

Esta semana, que se vence en el Día del Padre (comercialmente hablando) el anuncio, en Rosario de la rehabilitación, con 50 millones, de una estructura que hace 5 años que está semiabandonada: el Patio de la Madera, un lugar excepcional, frente a la Estación Terminal de Ómnibus de Rosario. Harán un Mercado Comunitario.

Nada es de ayer para hoy, menos para mañana, son sólo anuncios, importantes anuncios que definen una política de Estado.

Declaraciones de José Corral reflejan una mentalidad práctica. Mónica Fein recibe ayudas. Okey. “Queremos que nos atienda en reclamos similares de infraestructura”. Al parecer con resultado positivo.

La definición de Hermes Binner, diciendo que Bonfatti sería mejor que él y que ahora Lifschitz sería mejor que Bonfatti, comporta un pragmatismo que se entiende. Nunca fue un hábil orador Binner, pero un político tremendamente práctico al que se extraña ahora que camina menos y descansa más. Binner dice que los políticos aprenden en función de gobierno y mejoran el gobierno. Vale para Mario Barletta, mejorado por Corral.

Para Rosario aquella situación de Cenicienta, victimizada por gobiernos peronistas en la provincia, terminó en 2007.

También terminó un período de 20 años de gobernadores que representaban a Santa Fe. El cordobés Reviglio, el entrerriano Obeid y el santafesino Reutemann cerraron el paso a una historia que había comenzado con Vernet y no había tenido réplica desde 1987 hasta 2007. Vernet y Binner, dos hinchas “leprosos”, cabe agregar.

En el 1986 escribí que, para entender Santa Fe, había que manejar la doctrina “Norte - Sur”. Sigo aferrándome a aquel ensayo; hay dos usinas centrales de política y una rivalidad que se entiende. Así somos.

En esta oportunidad se agrega que ya no es la disputa entre radicales de allá o acá y peronistas de acá y de más lejos. El PRO Cambiemos y el FPCyS con la cincha muy ajustada, tal vez en demasía, ponen las cosas en otro plano.

Corral no mira solamente por la ciudad de Juan de Garay, tal vez mira por la Casa Gris, por la lista de diputados nacionales de 2017, por la UCR aliada de un gobierno nacional sin caciques territoriales verdaderos y, flagrante contradicción, por el destino del frente provincial donde es cada vez más visible que el cerebro es socialista y el territorio radical y, también muy ostensible, la molestia radical por ese formato. El temblor aparece apenas se recuerdan los números de 2015: FPCyS 32%, el Midachi 31% y el ubicuo Perotti 30%. Corral mira el horizonte Macri.

Lifschitz no mira solamente por esos 1.500 votos que le dieron el triunfo. Mira por ese frente que lleva 25 años sin cohecho (los radicales no pueden dar igual fecha) por la ciudad sureña donde CFK aún tiene votos, donde la clase media casi, casi se le fue tras el Midachi, donde se lee y escucha el mensaje mediático de Buenos Aires, la capital unitaria donde él llega y los diputados provinciales no, mira por una lista de diputados nacionales tan absurda que hasta la profesora Copes tuvo / tiene su diploma, mira por los radicales tan necesarios como supernumerarios y, al cabo, por una ciudad que deben, desde 2017, empezar a consolidar. Una ciudad donde los radicales están sueltos y los socialistas también. Lifschitz mira el horizonte Fein.

La reforma constitucional es necesaria, pero dividiría al FPCyS. Urge el Consejo de la Magistratura, reformular la Defensoría del Pueblo, quitar la corrupción de los mandatos legislativos eternos y consagrar la autonomía municipal. Más urgente es disimular el divorcio. Nadie sabe cómo votarían una reforma en el FPCyS, la UCR, el PRO Cambiemos y los peronistas que hoy no atienden el teléfono cuando llama Perotti. Chau reforma constitucional.

Dinero en obras públicas sin coimas es una cosa buena. Intendencias salvadas o mimadas por la gobernación, una alegría presupuestaria.

Corral puede pensar que el vaso seguirá llenándose. Miguel Lifschitz piensa (desea) lo mismo para Rosario.

El PRO Cambiemos quiere brindar en Santa Fe en 2017. Quiere y puede. El peronismo sólo desea que se rompan todos los vasos. Imposible. Algunos son muy plásticos.

El PRO Cambiemos quiere brindar en Santa Fe en 2017. Quiere y puede. El peronismo sólo desea que se rompan todos los vasos. Imposible. Algunos son muy plásticos.