llegan cartas

En el Día del Padre

MIRIAM BUSSI

DNI. 10.575.249

Sagrada palabra que el hombre aprendió a pronunciar: padre, ¡hoy es tu día!

Todos con amor y respeto los debemos honrar.

Aquel padre, que comienza temprano a andar por la vida, con

sus pocos años, a luchar por su esposa querida, que un hijo le va a dar...

Con el comienzo del día, encamina sus pasos en la fantasía de

esperar a ese niño que está llegando.

Aquel padre que cantando regresa. Con más años y con la

entereza de saber que sus hijos ya crecieron y en abuelo lo convirtieron.

El que camina más lento... puesto que llegó su momento de descansar.

Aquel padre, que está feliz, porque todo está logrando... El

padre llorando, el triste que poco recibe y nada se le resuelve.

El padre que vuelve arrepentido, y en su tibio nido, sus pequeños celebrando.

Aquel padre, que con su riqueza espiritual adopta niños. Y su

moral es cada vez más noble... Aquel padre que es como un roble, y el que aún no lo ha conseguido, estudia, piensa y está convencido de que lo logrará.

Al padre de mis padres. Al padre de mis hijos.

Aquel padre abandonado... Al que por orgullo han olvidado, al

que deben retornar, porque es voluntad de Dios.

No es uno, no son dos, ¡todos son padres...! el rubio, el morocho, el que tiene religión y el que no.

Aquel padre bueno. De pelo canoso, de gran corazón...

Dulce, simpático, cariñoso, con sus manos abiertas y sus palabras desiertas...

El que logra la total admiración de grandes y pequeños.

Aquel padre que en el ceño muestra el empeño

que le pone a la vida, escondiendo su dolor...

Aquel padre del amor. Al que con honor hoy dedico mis últimas

palabras: al más humilde, al más rico, al más grande, ¡al que amo!

Y por eso es el padre del amor.

A mi padre... al que hoy le llevo una flor.