A 17 días de la ceremonia inaugural

Luis Gudiño

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No pierde sus costumbres ni sus preferencias. Cada vez que puede, vuelve a su ciudad, Santa Fe, para disfrutar con su familia, su gente, su club de Regatas.

A los 14 años partió buscando nuevos horizontes y llegó muy, pero muy lejos. Hoy, con 25 años, es una de las jugadoras clave de Las Panteras; fundamental para el rendimiento del Seleccionado argentino que por primera vez jugará los Juegos Olímpícos, luego de una clasificación histórica en San Carlos de Bariloche.

Pasó por “Las Lobas” de Gimnasia y Esgrima de La Plata; luego fue a España, Rumania y Suiza. Hoy disfruta de unos días en nuestra ciudad, pero está enfocada en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016, esperando ansiosamente su debut ante Rusia en agosto.

“Nunca lo imaginamos”

“La clasificación que logramos en Bariloche fue histórica, impresionante. Algo increíble. En muy poco tiempo tiempo explotó algo que nunca hubiésemos imaginado. Más allá de que buscamos el resultado, sabíamos, teníamos confianza en ganar, lo que se generó después de vencer a Perú fue algo increíble”, dijo “Jose”.

“Hace dos años que estoy en Suiza, que es una liga muy competitiva; mi equipo culminó cuarto, pero me gustaría cambiar de aire, jugar en otro lado. La Liga Italiana es fuerte y me gustaría mucho; la Liga turca ahora está fuerte, sobre todo económicamente, por lo que también podría ser”, comentó.

“Esos dos días de Bariloche fueron una locura. Prensa de todos lados, mucho público apoyando, llegaron a conocernos a Las Panteras masivamente y eso está muy bueno”, dijo la polifuncional jugadora argentina y resaltó “el nombre ese se lo pusieron en el año 2000 y le da contenido, identificación al equipo”.

“Luego cada una volvió a sus clubes, para reencontrarnos para el Grand Prix, pero antes hicimos amistosos a estadio lleno en Tucumán, Jujuy, Olavaría, con Bulgaria y Kenia. La gente se copó... De ahí directo a Polonia, junto a Puerto Rico y Kenia. Finalmente, a República Dominicana, a la Copa Panamericana, donde terminamos quintas. Entramos en ritmo, jugamos bien, al principio nos costó, nos faltaron jugadoras pero fuimos creciendo”, indicó.

“En gran nivel”

“En Bariloche llegamos a jugar nuestro mejor vóleibol; estuvimos en nuestro mejor punto y cerrar el foco es muy importante para nosotras, porque es cuando nos salen las mejores jugadas. El tema táctico, respetarlo al pie de la letra es fundamental y nos permite jugar con grandes equipos de igual a igual, como lo fue ante Polonia o República Dominicana”, aseguró.

“La táctica es muy importante para nosotros, porque por la talla y demás, se nos complica. Hay equipos que nos superan tremendamente en altura, además son fuertes. Hay mucha diferencia”, comentó.

“Nosotras tenemos una sola jugadora de 1.95 de altura; mientras que hay rivales que las seis superan era marca; pero además, saltan mucho y la red les queda cada vez más baja. Nos condiciona la altura para el bloqueo; te aprietan con el saque, pegan muy duro, se hace muy difícil y debemos apelar a otras alternativas y variar el juego”, consignó.

“Tratamos de jugar lo más agresivo posible. Si bien entrenamos con hombres para simular situaciones, a las potencias que les ganamos lo hicimos tácticamente, con saques determinados, a zonas precisas, para destrabar los sistemas de juego de los rivales.

Perfil bajo

“Yo dentro del Seleccionado tengo un papel de perfil bajo, no soy la protagonista principal, ni la mayor puntuadora. Pero aporto un poco en cada cosa y en especial, la buena actitud, positiva, con garra, que fluya. Lo nuestro va mucho por ahí, no por la fuerza sino por las ganas, la entrega, como resolvemos las situaciones, dejando todo en la cancha, nunca nos damos por vencidas. Vamos para adelante, si perdemos un set, nos proponemos ganar el que sigue y así luchamos siempre”, comentó.

“Crecimos mucho, pero todavía perdemos feo con Rusia. Controlamos a una y se nos va otra, controlamos a otra y surge otra. Es muy complicado mantener un control sobre ellas. Con Estados Unidos hemos jugado bien, son sistemáticas y nos dan ciertos parámetros, nos ganan porque son uno de los mejores del mundo y tienen muchas alternativas. Jugando prolijo le hicimos mucho partido. Con Dominicana y Puerto Rico siempre estamos ahí, ganamos, perdemos”, aseguró.

“El clásico con Brasil...vos las apretás, pero después te dicen: mirá, somos las campeonas olímpicas; acá tenes. Se nos complica siempre. Tienen otro modo de juego; otra liga, es un lugar ideal por cómo se juega y cómo se vive el vóleibol; las jugadoras que salen de ahí son las mejores. Me hubiera encantado poder jugar en Brasil”, señaló Fernández.

“En la Selección probé hasta de líbero, es funcional, eso va de la mano de Guillermo Orduna, nuestro entrenador. Encontramos cada una un camino, adonde nos sentimos mas cómodas, sabemos el rol que debemos cumplir”, indicó.

El dato

Con su gente

• “Vengo poco a Santa Fe, porque se me hace difícil volver; pero aquí soy muy feliz. Siempre lo elijo, por los afectos, la ciudad me encanta, se extraña mucho. Cada vez que vengo voy a Regatas, al gimnasio, me junto con las chicas que jugaban conmigo, son mis amigas y siempre estoy en contacto con ellas”, aseguró Josefina.

Lo importante

Reconocimiento

• “Me puso muy contenta que Villa Dora ganara la Liga Nacional; es un equipo de nuestra ciudad, del interior, en el que tengo muchas amigas y la gente tiene que saber que en el interior también hay buenos equipos. Santa Fe siempre alimentó a Buenos Aires y a los Seleccionados, exporta jugadoras. En el interior, el vóleibol sigue siendo fuerte y no sólo pasa por Capital Federal. Tuvo mucha repercusión ese título y las felicito a las chicas, trabajaron muchísimo para lograrlo y se lo merecían”, afirmó la destacada jugadora santafesina.

 

Además...

“Pienso jugar unos 10 años más y después terminar mi carrera de Licenciatura en Nutrición y trabajar con algún equipo de vóleibol en eso. No me veo como entrenadora; me parece que un aspecto fundamental es el tema de la alimentación en el alto rendimiento. Estudiar me ayuda a despejarme, somos varias en el equipo que cursamos carreras y nos ayudamos”, dijo Josefina.

“Mis amigas más cercanas son Tatu Rizzo, Tania Acosta, la rusa Fresco; nos conocemos desde Selecciones menores y siempre andamos en la ronda de mates y charlas. Somos muy divertidas, compartimos mucho, hace muchos años. Ya son como ocho años que somos siempre las mismas. Siempre hay bromas de por medio”, afirmó.

“En 2011 tuve un mal momento y casi dejo de jugar: me rompí los ligamentos y estaba en duda de seguir. Me costaba recuperar masa muscular. Un día me llamó Horacio Bastit, que entrenaba la Selección y me enganché de nuevo. Me fuí sintiendo mejor, durante todo ese año no jugué y fue muy triste; pero luché, no bajé nunca los brazos y pude volver”, confesó.

"“Mi sueño sería pasar de ronda en los JJ.OO. y volver a jugar un Mundial; volver a pasar una ronda en un Mundial y seguir vistiendo la camiseta celeste y blanca”.

Josefina Fernández

jugadora del Seleccionado Argentino

Efectiva. La santafesina es muy importante atacando, pero también defendiendo en la red. Foto: Archivo El Litoral

Pensando en los Juegos Olímpicos

“En los Juegos Olímpicos nos tocó una zona de seis. Camerún, un equipo fuerte, pero al que ya le ganamos y nos tenemos mucha fe. Después vamos a ir por Corea y Japón, porque tanto Rusia como Brasil son potencias, obviamente, el planteo está y le vamos a jugar a muerte”, expresó Josefina Fernández.

“Me parece que en nuestra llave, para pasar de ronda, hay que ganarle a Corea y a Japón. Es el primer objetivo y después hacer lo mejor que se pueda. Lo demás será un regalo. Argentina es la primera vez que va a los Juegos Olímpícos en damas; es todo nuevo para nosotros”, agregó.

“Nos dieron una semana para descansar y luego nos vamos a Brasil, a jugar amistosos en San Pablo, con un equipo local y con China, y ya nos quedamos para los Juegos, esperando el debut ante Rusia y el segundo frente a Brasil”, explicó.

“Trabajamos muy duro desde hace cuatro años, físicamente, en lo técnico, de la cabeza estamos de 10, muy motivadas; sobre todo para controlar la presión, aprovechar las chances, manejar la ansiedad y siempre estamos buscando el camino”, puntualizó.

“Tengo muchas cábalas y rituales. No sabés lo mucho que hablo en cada saque, antes de besar la pelota”, dijo con su simpatía habitual.