FALLECIÓ A LOS 100 AÑOS

Adiós al maestro Horacio Salgán

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Salgán fue uno de los más grandes músicos argentinos de la época de oro del tango.

Foto: Archivo El Litoral

 

Télam

El pianista y compositor Horacio Salgán, una de las voces instrumentales más lúcidas que dio el tango y expresión de una estética musical compleja que reunió al mismo tiempo las posibilidades de una música porteña educada, refinada y a la vez atorrante, falleció ayer a los 100 años, informó la Academia Nacional del Tango, de la que era académico de honor.

Autor de composiciones emblemáticas como “Don Agustín Bardi” y “A fuego lento”, Salgán no fue ni el más popular, ni el más estridente ni, acaso, tampoco, el más “vivo” de un ambiente que lo cargaba por no participar de los hábitos nocturnos de sus colegas. A pesar de eso, fue el que entregó su vida al estudio y a la música. Y el que consolidó un estilo. Decía: “Nunca me propuse tener un estilo ni hacer una renovación de nada. Lo que salió, salió espontáneamente porque así lo sentía”.

Admirado por músicos como Daniel Barenboim, Arthur Rubinstein o Igor Stravinsky, Salgán no fue sólo tango. Irradió su técnica hacia la música brasileña, peruana, el jazz y lo clásico. Del mismo modo, el tango de Salgán lleva una dosis de negritud propia de las tradiciones musicales del continente. Fue director, pianista, compositor y orquestador. Sus “arreglos”, muchas veces, no fueron arreglos sino las versiones definitivas de esos tangos.

Su figura alcanzó tal dimensión que distintos homenajes se montaron luego de que cumpliera 100 años, el 16 de junio pasado, entre ellos el concierto que ofreció Barenboim en el Colón el 29 y 30 de junio pasado y también un ciclo titulado “Celebración Salgán” que se está desarrollando en estos momentos en el marco del Festival de Tango de la ciudad y en el que 18 pianistas de distintas extracciones como el jazz, el tango y el folclore releen e interpretan sus composiciones.