La gran noche de un Messi ya afuera del choque con Venezuela

Para qué decir que volvió, si en realidad nunca se fue

El equipo no hizo un gran partido pero él sí, algo que a simple vista resulta paradójico o al menos controvertido. En Nueva Jersey se cargó sobre su espalda la decepción de la tercera final perdida; el jueves, se cargó el equipo, jugó, fue gravitante en el resultado, discutió con el árbitro y ahora se vuelve a Barcelona para jugar 7 partidos en 23 días. Misión cumplida.

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Vino y cumplió con creces. Messi jugó a pesar de su molestia física y fue el mejor del equipo, anotando además el gol del triunfo. Ahora, puede irse tranquilo a Barcelona. Foto: EFE

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Mendoza)

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“La posición de Messi jugando por derecha es algo que hablé con él cuando lo vi en Barcelona. Jugando por ahí, tiene la posibilidad de enganchar hacia adentro y le queda todo el perfil y el campo para meter un pase vertical o la habilitación para Di María. Incluso, se encontró bien con Dybala en un par de ocasiones en el primer tiempo. Si juega por adentro, por el medio, le puede pasar lo que le ocurrió contra Chile, donde le quitaron espacios y le pegaron mucho”. El Patón Bauza consiguió en poco tiempo dos cosas muy positivas. La primera es que Messi vuelva; y la segunda, que vuelva con todo. Porque jugó un muy buen partido, marcó el gol, se lo vio enchufadísimo, con ganas, se peleó con el árbitro cuando lo echó a Dybala y en el segundo tiempo, muchas veces en absoluta soledad, tuvo la pelota, metió un caño y se floreó.

Hay algo que resulta hasta paradójico: Argentina no jugó un gran partido, pero Messi sí lo hizo. Es controvertido el concepto, porque se supone que si Messi juega muy bien, el equipo también debería hacerlo. Y no fue. Y es que Messi no descolló tanto por brillantez, sino por gravitación en el resultado, por inteligencia para jugar un enorme segundo tiempo y porque en el primer tiempo, ante un rival que se metió atrás y quiso encajonar al equipo, resolvió tirarse atrás y abandonar una posición en la que —entiendo— rinde más: la de entrar en juego en los últimos 30 metros de la cancha.

Messi no va a jugar contra Venezuela y hay una realidad: Bauza tiene opciones para cambiarlo pero no para reemplazarlo. Simplemente, porque es un jugador irreemplazable. Entonces, acá seguramente entrará a tallar su impronta, su idea. Con Messi en la cancha, se tiene que jugar a algo determinado por más que después se tenga que cambiar por los imponderables propios de un partido de fútbol, como pasó el jueves, cuando en el segundo tiempo hubo que jugar, con uno menos, con una postura un poco más contragolpeadora.

Sin Messi, hay dos opciones. Una es jugar de otra manera (por ejemplo, con un 4-4-2). Y la otra, manteniendo el esquema, hay que pensar en dos cambios porque tampoco estará Dybala. “Gaitán y Correa son dos alternativas, también Augusto Fernández”, señaló el mismo Bauza. Son distintos, quizás Correa más ofensivo que los otros dos, pero ninguno puede reemplazar la enorme incidencia que tiene un jugador que es único. Y que no por eso se puede desmerecer lo que llegue a aportar el que resulte elegido para jugar en su lugar. Y por Dybala, se juega con otro punta o con algún jugador como Banega o Lamela. Y no hay mucho más para pensar o elegir, porque ni Agüero ni Pastore están en condiciones de jugar.

Volvamos a Messi. Hasta en sus declaraciones se lo notó cambiado, cuando habló de su felicidad por venir a la Argentina. El tiempo lo acomodó y lo hizo reflexionar. Mascherano fue mucho más allá y tiró frases como “¿Qué iba a hacer?, ¿verla a la Selección por televisión?” o “no hicimos nada malo, no matamos a nadie, ¿por qué no íbamos a venir?”. Y vinieron. ¿Cómo no iban a venir si son los principales rostros de una generación de jugadores que llevó a la Selección a jugar tres finales seguidas? Claro que, en este país tan resultadista, salir segundos se convierte casi en un sacrilegio o directamente los carga con la mochila de “perdedores”. ¿Qué dirán entonces los brasileños, pentacampeones, que se quedaron en el camino mucho antes?

Mucho se ha escrito y seguramente seguiremos escribiendo de Messi. Pero el del jueves fue uno de esos capítulos que no pasará desapercibido y que está a la misma altura de aquel que, sorpresivamente, el mismo Messi decidió poner el tapete la noche de la final con Chile en Nueva Jersey. ¿Por qué?, porque aquella vez fue la noche del renunciamiento, la noche en que Messi decidió cargarse sobre su anchísima espalda toda la responsabilidad. Pero el jueves, fue la noche del reencuentro, como para decir que “para qué decir que volviste, si nunca te fuiste”. Y fue así, literalmente, porque no hubo compromisos previos a este partido, pero también marcó una realidad, que es el enorme grado de compromiso —que alguna vez se discutió y se dudó— de este enorme jugador que manifiesta con hechos el amor a la camiseta.

Venezuela va con tres cambios

  • El entrenador del Seleccionado venezolano, Rafael Dudamel, prepara tres cambios obligados ante la Argentina para el compromiso del próximo martes como local por la octava fecha de Eliminatorias Sudamericanas Rusia 2018. Los defensores Rolf Feltscher y Wilker Ángel recibieron el jueves la tarjeta roja en la derrota por 2-0 ante Colombia, mientras que el volante Arquímedes Figuera fue suspendido por acumulación de tarjetas amarillas.

Dudamel, quien arribó junto con el resto del plantel a Mérida procedente de Barranquilla, analiza a sus posibles reemplazantes. José Manuel Velázquez, quien jugó el segundo tiempo ante Colombia, y Jhon Chancellor sustituirían a Ángel y Figuera, mientras que Mikel Villanueva y Alexander González competirán por el puesto de Feltscher. En tanto, el defensor Oswaldo Vizcarrondo finalizó lesionado el partido jugado en Barranquilla y el cuerpo técnico y médico venezolano aguardará por su evolución.

Venezuela está última en las Eliminatorias Sudamericanas con un punto sobre 21 posibles y el próximo martes, por la octava jornada, recibirá al líder Argentina (14), pero sin el crack Lionel Messi por lesión.

 

Bauza dio los motivos de la baja de Messi

  • El director técnico del Seleccionado argentino, Edgardo Bauza, confirmó anoche que Lionel Messi no jugará el próximo martes ante Venezuela, por la octava fecha de Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de 2018, porque “tiene dolor” y agregó que no pueden “tomar riesgos” con su estado físico. El parte médico oficial de AFA comunicó que Messi realiza “un tratamiento médico y kinésico por el cuadro de dolor inguinocrural”. El goleador histórico del Seleccionado argentino tendrá “reposo deportivo” y de esa manera se perderá el duelo ante Venezuela.

El “Patón” confirmó que Messi estará con sus compañeros al menos antes del viaje a Mérida, programado para el domingo, pero que debe tratar los dolores que tiene en la zona del pubis, que sufrió en el triunfo ante Uruguay y manifestó antes de su incorporación luego del triunfo del domingo pasado con Barcelona ante Athletic Bilbao por la segunda fecha de la liga española. “Leo sigue dolorido, tiene una inflamación en el pubis, se tiene que tratar porque es un tema delicado y hay que cuidarlo”, agregó el DT.