Necesitaba un trasplante de corazón

La lucha de Fausto tuvo un triste desenlace

Luis Amsler

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El pequeño Fausto Corello, que desde hacía un tiempo se encontraba en emergencia nacional del Incucai a la espera de un nuevo corazón, falleció hoy a la madrugada en el hospital Italiano de Buenos Aires. Desde su nacimiento, el niño de tan sólo 3 años luchaba contra una cardiopatía denominada hipoplasia del ventrículo izquierdo, detectada en el quinto mes de embarazo de su madre, Rosario Raquel Corello. Ayer por la mañana el menor sufrió una nueva descompensación y debió ser trasladado a hiperterapia del nombrado nosocomio, lugar donde finalmente perdió la batalla a la que se enfrentaba desde sus primeros segundos de vida. Como consecuencia de su diagnóstico, el pequeño había atravesado dos operaciones a corazón abierto y por su deteriorado estado, los profesionales a cargo no pudieron practicarle una necesaria tercera intervención. Por ello, la única solución que había era conseguir el tan anhelado órgano.

En los últimos días, Fausto había padecido descompensaciones que supo sortear con valentía, hasta que lamentablemente su cuerpo no resistió más.

Donan los órganos

A causa de su situación, su familia había emprendido una lucha incansable con la intensión de dar a conocer el caso de Fausto y poder conseguir el órgano. Fue así que lograron una importante trascendencia en medios de comunicación locales y nacionales. Es más, distintas figuras de reconocimiento público se habían sumado a la lucha de este niño para ayudar a difundir la urgencia que atravesaba.

Pese a las malas noticias, la fuerza y coraje de Fausto estarán presentes en otros chicos, ya que su familia tomó la difícil decisión de donar los órganos del pequeño. De esta manera, habrá más latidos de vida aún cuando no llegó el añorado corazón para que le prolongue la suya.