Suma más de lo que juega

Con el triunfo de anoche, Colón mantiene el invicto, totaliza siete puntos sobre nueve disputados, pero futbolísticamente está en deuda. El gol lo hizo Blanco, mediante un penal que no fue.

Alberto “Nene” Sánchez

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Resulta prácticamente imposible tratar de analizar la victoria de Colón 1 a 0 sobre Talleres, lograda anoche en la primera presentación del elenco rojinegro en el Brigadier López, sin traer a la memoria los dos primeros compromisos, ambos de visitante.

Es que aun sabiendo que de los tres cotejos disputados ganó dos y empató el restante, el equipo sigue en deuda futbolística. Poca generación de situaciones de peligro en el arco contrario, dada la escasez de ideas desde lo colectivo, y la casi nula capacidad de creación en lo individual, debido a las características de los jugadores que componen el plantel que dirige Paolo Montero.

De todos modos, hay algunas cosas que se pueden destacar de este Colón modelo charrúa: sigue manteniendo el cero en su valla, gracias a un muy buen trabajo defensivo, no sólo de la defensa, sino de todo el equipo. Y es ahí donde se pueden observar otras virtudes que posee: el compromiso, la tenacidad, la enjundia, y por supuesto, la actitud para poner en lo más alto, el claro objetivo de este humilde pero a la vez generoso conjunto de hombres.

¿Cuál es el claro objetivo?, sumar puntos. Lo viene repitiendo Montero desde que llegó para hacerse cargo de la dirección técnica. Y lo dijo anoche tras el triunfo: “Tenemos que meternos en la cabeza que por poco que sea, sumar un punto significa sumar”.

Y desde ese punto de vista, hasta ahora la sumatoria lo avala. Igualmente, el uruguayo también sabe que su equipo no juega bien. Anoche este tibio Talleres desnudó varias falencias, como lo hizo Aldosivi en la primera fecha y Banfield en la segunda.

Si bien la entrada desde el minuto cero de Iberbia en lugar de Clemente Rodríguez le dio algo más de seguridad al sector izquierdo de la defensa, todavía se notan ciertos desacoples defensivos, pero quizás originados unos metros más adelante, ya que la voluntad y el amor propio de Bastía no alcanzan para disimular su falta de distancia y ductilidad para entregar bien un balón ni a cinco metros de un compañero. Eso hace que muchas veces un error tome a contrapierna a toda la última línea, y comience el sufrimiento.

También hay que reconocer que la inclusión de Silva le otorgó al mediocampo más movilidad, más explosión; y eso contagió a Bernardi y Ledesma, que se mostraron mucho más activos que en los encuentros anteriores; por consiguiente, Blanco tuvo algo más de compañía, pero nada más que eso, porque las buenas intenciones no alcanzaron.

Menos mal que llegó el minuto 31 del segundo tiempo. Bernardi encaró como un “8” adelantado, y cuando enfrentó al grandote Quintana pisando el área mayor, le tiró la pelota larga y se metió, o mejor dicho, casi se metió. Porque el pelado defensor de Talleres le cometió falta, por lo que Bernardi cayó como cinco metros adentro.

Facundo Tello cobró la infracción y se paró a medio metro de la línea, señalando el tiro libre. Pero los jugadores locales se “avivaron” de que el primer asistente, Diego Romero, tuvo la intención de correr hacia la línea de fondo cuando el árbitro sancionó la falta. Ese movimiento lo puso en evidencia, vio que el contacto había sido dentro del cuadro grande. El reclamo se hizo efectivo, Tello dio vuelta el fallo y cobró penal, pero las imágenes televisivas fueron claras: la falta ocurrió por lo menos 30 centímetros afuera. Para colmo, le mostró la segunda amarilla a Quintana, que se tuvo que ir expulsado.

“El Sungui” Blanco se hizo cargo de la pena, y no falló. Su remate, más justo que potente, se metió junto al vertical derecho del arquero Herrera, dando pasó al festejo de los casi 25.000 asistentes al estadio de barrio Centenario.

“Talleres mereció algo más”, reconoció Paolo Montero luego de la victoria. No es común escuchar eso tras sumar tres puntos en la primera vez que se actúa de anfitrión. Pero no es nada más que la verdad. Como también es cierto que Colón sumó más de lo que jugó.

Lo cobra afuera del área. El juez principal, Facundo Tello, viene corriendo de frente en una jugada muy rápida y cobra la infracción afuera del área. El gesto del árbitro y los jugadores es muy claro. Foto: Pablo Aguirre

Le avisan que es adentro. A través de la tecnología, el juez asistente Diego Romero le avisa por el famoso “intercomunicador” que la falta había sido adentro. Tello va, habla con Romero y sentencia penal.

Foto: Pablo Aguirre

 

 

Bajo la lupa

BROUN (5): Tuvo un par de intervenciones espectaculares que sirvieron para mantener el cero, pero se equivoca con la pelota en los pies, provocando innecesarios riesgos.

CEBALLOS (5): Buen partido del marcador lateral derecho. Clausuró el lateral, aunque Talleres eligió atacar por el otro lado. Cuando pudo se animó a pasar al ataque.

CONTI (5): Correcto partido del “Flaco”. No fue tan requerido como en otras oportunidades, pero cada vez que le tocó “cerrar” detrás de sus compañeros, lo hizo efectivamente.

ORTIZ (6): Mejoró notablemente con respecto a los partidos anteriores. A su convicción para marcar, le agregó buen juego aéreo y voz de mando. Se está ganando el puesto.

IBERBIA (5): Empezó con algunas complicaciones marcando al delantero más peligroso de Talleres, Sebastián Palacios, pero cuando lo marcó de más cerca, lo anuló.

POBLETE (5): Trató de cubrirle la espalda a Bastía, que jugó más adelantado que él; y además, intentó ser el iniciador de los ataques; a veces lo logró, a veces no.

BASTÍA (4): No jugó un buen partido. Su voluntad no se pone en discusión, el problema es que con la pelota se equivocó demasiado, y así nacieron varias contras peligrosas.

BERNARDI (5): Comenzó jugando por izquierda, pero no se encontraba cómodo. Cuando se fue a la derecha levantó su nivel. Gran avivada suya para generar el penal.

LEDESMA (5): Luego de un 1er tiempo flojo, en el 2do mejoró y la pelota pasó bastante por sus pies. Montero lo notó cansado y aprovechó para mostrar a Mayora.

SILVA (7): La figura de Colón. Movilidad, velocidad, explosión y cambio de ritmo fueron sus características. Su inclusión fue un acierto de Montero, al ponerlo en lugar de Torres.

BLANCO (6): No jugó un gran partido, pero como atenuante, tuvo que pelear en soledad contra los centrales visitantes todo el partido. Además, ejecutó el penal de manera excelente.

MAYORA (4): Entró por Ledesma y jugó 23 minutos. Habrá tocado cuatro pelotas, pero sin mostrar demasiado, salvo un físico digno de su apodo: “Tanque”.

OLIVERA y SANDOVAL (-): El defensor jugó cinco minutos y el delantero sólo uno. Imposible calificarlos.