LA POLITICA EN FOCO

Lo que trae fin de año

Por Gabriel Rossini

@taperossini

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Cada día que pase más atención tendrá. Diciembre está a la vuelta de la esquina, y a medida que nos vayamos acercando, las miradas de los argentinos en general y de la dirigencia política en particular estarán cada día más alertas para detectar situaciones que puedan convertirse en hechos socialmente conflictivos.

La situación social está peor que hace un año, lo que se admite hasta en el oficialismo. La desocupación aumentó hasta rozar los 10 puntos según las cifras oficiales, el poder adquisitivo de los salarios perdió varios puntos como hace años no ocurría, la confianza de los consumidores no remonta y la actividad productiva y comercial cae todos los meses.

Basta leer los indicadores de la industria -en particular de los sectores vinculados con el consumo interno, aunque el sector exportador también tiene dificultades crecientes después del veranito que les habilitó la devaluación-; y los del comercio y la construcción para ver que las luces amarillas empiezan a titilar cada día con mayor intensidad.

Un hecho vinculado con la actividad industrial no debería pasar desapercibido para nadie: las mediciones de 2014 y 2015 indicaban un retroceso en varios rubros, pero una vigorosa actividad en los sectores relacionados con el mercado interno, en particular los vinculados con la alimentación. Los últimos informes de la Federación Industrial de Santa Fe y de la Unión Industrial de Santa Fe muestran una caída también de estos últimos.

“El país esta viviendo una profunda retracción industrial” advirtió el vicepresidente de Fisfe, Alejandro Taborda, en el almuerzo anual de los industriales de la provincia de Santa Fe realizado en Pérez, al tiempo que llamó a fortalecer el mercado interno. El mismo reclamo hizo el presidente de la Unión Industrial de Santa Fe, Javier Martín.

Esta semana además, el sindicalismo decretará el próximo viernes 23 un paro general, el primero de la gestión Macri, en la reunión del Confederal de la CGT reunificada. Al paro adherirán las centrales sindicales de la CTA y los movimientos sociales, recientes aliados del movimiento obrero organizado. Aunque suene paradójico, buscarán de esta manera contener los reclamos cada vez más enfáticos de los trabajadores, mientras esperan hasta los primeros meses del año el repunte de la actividad.

Si las previsiones se cumplen, la medida de fuerza será en octubre o los primeros días de noviembre. Aquí también la mirada está puesta en el fin del año. Por eso el paro se hará lo más despegado posible del último mes del año, y la convocatoria no incluirá una movilización. Será un guiño al gobierno.

Desde el gobierno provincial mirán con atención la situación y están atentos por lo que pueda pasar. Admiten que la asistencia social ha crecido y destacan que la situación laboral en la provincia es mejor que la media nacional porque se ha mantenido y en algunos casos incrementado la obra pública.

“Los meses de noviembre y diciembre tradicionalmente suelen ser meses complejos en el país. En esta etapa del año es particularmente importante ver como va evolucionado”, dijo esta semana el ministro de Gobierno, Pablo Farías. “No estamos viendo una situación social excesivamente complicada pero la vamos siguiendo como mucha atención. Hay un clima de bastante preocupación en todos los ámbitos porque no son claros los indicadores económicos hacia el futuro sobre el crecimiento de la economía y la generación de empleos”, expresó.

Mientras tanto, se preparan para sostener una pulseada con los gremios estatales por la reapertura de paritarias.