Señal de ajuste

Roberto Maurer

Se ha interpretado que Marcelo Tinelli convocó a Graciela Alfano con el fin de enderezar su tambaleante temporada, tal vez en la creencia de que la ex vedette es inmortal como El Zorro. También es una forma de jugar con el peligro, y pueden recordarse dichos de la Alfano cuando en el contexto de “ShowMatch” reveló que Aníbal Pachano era portador de HIV. Una superpotencia como Tinelli puede jugar con bombas nucleares y obtener ventajas, pero las consecuencias pueden resultar contraproducentes.

Antes de asumir como jurado reemplazante de Soledad Silveyra, la reaparecida Graciela Alfano caldeó el ambiente contando que durante un tiempo se acostó con Diego Maradona, de quien se dice que existen niños en el mundo que no son hijos suyos. Fue en “Éste es el show”, el apéndice vespertino del “Bailando”, donde aclaró: “Yo no soy reemplazo de nadie, vengo como jurado invitada”, esquivando la condición de suplente y jerarquizando el lugar como si se tratara del Consejo de la Magistratura.

En su retorno, se presentó la cabeza decorada con flores, y podía ser por asumirse Reina de la Primavera o una carroza fúnebre, con un vestido en diversos tonos de verde, un solo hombro y un gran tajo. “Prepárense, viene recargada”, advirtió Tinelli que abría la primera jornada de bachata o franela con ritmo según fue definida.

El incidente de la noche fue con Sabrina Rojas, cuya intervención fue elogiada por el jurado, salvo Alfano. “Yo no sé que vieron ellos, la verdad no fue una coreografía tan difícil como para que te canses. Le falta terminación a los finales, los vi hasta fuera de ritmo”. Siguió un áspero cruce.

—Se ve que hoy vino y tenía ganas de explayarse y de hacerse ver, que vuelva Solita que por lo menos estudia y ve los videos. Dijiste que no viste el proceso del certamen, me parece que deberías haber visto e investigado un poco -dijo Sabrina Rojas al final.

—Soy exigente, y si querés alguien más liviana quedate con Solita. Yo no soy Gracita, soy dura -obtuvo por respuesta.

“Escándalo total”

La estrategia de crear el escandalete descansa en el off que retumba a la tarde del día siguiente en “Éste es el show”, cuyo animador anuncia que “al aire no fue tan grave, pero sí lo que viene ahora”, y en los títulos se lee “Escándalo total entre Sabrina Rojas y Graciela Alfano”.

Son las declaraciones realizadas después del show. “No es una estrella, es una actriz que intenta bailar. Nunca bailó”, dice Sabrina Rojas que suele hablar torciendo la boca como los matones, mientras la otra le recuerda: “Soy Graciela Alfano, andá a googlear, no seas estúpida”.

Luego la Alfano arremetió innecesariamente contra Pampita, su compañera en el jurado. “No es una estrella, Nicole Neumann es mejor. Pampita, Solita... todos diminutivos, yo prefiero decir Graciela Alfano, ésa soy yo”, dice la ex estudiante de ingeniería. Y pega bajo:

—A mí me gusta “la China” Suárez, ésa es una estrella, Pampita no -y es un elogio a quien le boleteó el marido a Pampita aquella noche del tráiler.

Se intenta obtener alguna respuesta de la víctima, pero Pampita es el Dalai Lama. “Es políticamente correcta, no tiene sangre, le falta el desbande como jurado”, ladra la Alfano.

Pasan un musical muy espectacular de 2011 cuya figura estelar es una Alfano rodeada por un ejército de caballeros. Apenas baila, y la trasladan en brazos de un lado a otro, en un caso recostada en un diván, pero nunca baila. “Un desalojo televisado”, lo llamó esa vez Moria Casán. El panel de “Éste es el show” discute sobre el talento y lo mide por la cantidad de tapas de revista que obtienen nuestras indefinibles estrellas. En la primera noche de Alfano, el “Bailando siguió plantado en los 15 y superado por las plagas de Egipto del “Moisés” de Telefé.

Qui beauté eut trop plus qu’humaine?

En tanto, en el foro de La Nación los lectores opinan sobre Graciela Alfano con un lenguaje plebeyo que se aleja del estilo tradicional del diario fundado por Mitre. La tratan de “vieja impresentable que debería estar en una plaza dándole migas de pan a las palomas”, “gato cascoteado” y “putarraca geronta”. A propósito del tajo en el vestido, uno añoró lo que “alguna vez fue el Arco de Triunfo, y hoy es el puente La Noria”, en tanto otro nostálgico reflexiona: “Pensar que esta pobre vieja de plástico era linda en serio”. Y hay quien expresa respeto por un pasado: “Alto gato fue esta señora...”, con la intensidad poética del Villon de la “Balada de las damas de antaño”.

Algunos mensajes son menos líricos. Por ejemplo, “¡Uh!, ya tengo el ganso listo”. Tampoco pertenece a la gastronomía.