El infierno de una madre en barrio Las Lomas

“¡Ya te matamos un hijo y ahora vamos por otro!”

• Es lo que le gritaron a Sandra Aguirre, la mamá de Kevin Díaz, el chico que ayer fue baleado en barrio Las Lomas.

Danilo Chiapello

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Detrás de una guerra de familias, el infierno de una madre.

Su nombre es Sandra Argentina Aguirre. Tiene cinco hijos, aunque ella hace una fatídica aclaración. “En realidad mis hijos son seis, lo que pasa es que hace 3 años que me mataron a uno”.

Sandra vive en una humilde finca ubicada en barrio Las Lomas, más precisamente en Boneo y 1er. Pasaje.

Ella es una más de las tantas familias que a diario sobreviven en este olvidado sector de la ciudad, entre adultos derrotados por sus carencias y donde los chicos juegan a encontrar su “tesoro” revolviendo los restos de basura.

Pero los males de Sandra se agudizaron hace un tiempo, cuando a esta barriada llegó un grupo de tenebrosos que hacen de la violencia su modo de vida.

No pasó mucho tiempo para que ambos grupos entren en conflicto. A partir de entonces fue una escalada de agresiones que no encontró fin.

La página más oscura remite a junio de 2013. Por aquel entonces Sandra recibió la noticia más cruel: su hijo, Roberto Carlos Díaz, de 12 años, fue hallado muerto en una cava de Recreo Sur (ver nota aparte).

Y ayer a la tarde la tragedia volvió a rozar a esta mujer. Fue cuando uno de esos sujetos disparó contra otro de sus hijos (Kevin, también de 12 años) quien recibió un balazo en su cintura.

Por fortuna el proyectil no dañó ningún órgano vital. De igual modo el menor fue asistido en el Hospital de Niños, donde estuvo internado hasta hoy en que se le otorgó el alta médica.

Vamos por otro

Anoche, mientras aguardaba el resultado de unos estudios que le realizaban a Kevin, Sandra dialogó con El Litoral sobre lo ocurrido.

* “Él estaba afuera jugando en el patio de la casa de mi madre. Pero en un momento salió a la vereda con mi otro hijo y aparecieron ‘ellos’ en moto y tirando tiros. Uno de los disparos le pegó a mi nene. Tiene un impacto en la cintura, con orificio de entrada y salida”.

“Mientras yo subía con mi hijo en la ambulancia, ellos me gritaban que me iban a matar a mí..., que iban a matar a todos mis hijos. Que ahora iban por el otro más chico (tengo un nene de 7 años). Me gritaban que van a ir por él. ‘A uno ya te lo maté me gritaban... y ahora voy por el otro’, me decían”.

Armas y drogas

Más adelante, Sandra explicó que los agresores no son oriundos de La Loma. “Ellos vinieron procedentes de Alto Verde. Se instalaron acá hace unos 5 años y enseguida comenzaron a tener problemas con todo el mundo.

* “No sé por qué hicieron esto. Esta gente se mueve así... andan a los tiros siempre. Además todo el mundo sabe que están ‘en el narco’... tienen armas de guerra... tienen contactos con un gremio de la construcción. Sin embargo nadie les hace nada. Los denunciaron un montón de veces, pero nunca pasa nada”, reveló.

“Tengo miedo”

Esta mañana Kevin fue dado de alta. Pero el regreso a casa junto a su madre no fue de la mejor manera.

“Hace un rato me crucé con esta gente y volvieron a amenazarme. Me dijeron que me iban a matar. Yo tengo miedo de salir a la calle. Me siento asustada y amenazada. Ayer mi hijo se salvó de milagro pero no sé qué le puede ocurrir mañana. Hoy no van a ir a la escuela, porque temo que alguna de esta gente me lo agarre por la calle”.

* Para terminar, Sandra lanzó una serie de preguntas que suenan a sentencias.

“Quiero que todo esto se sepa. Que los fiscales tomen cartas en este asunto. ¿Por qué esta gente está libre? Los denunciaron un montón de veces pero siguen sueltos. ¿Qué tengo que esperar? ¿Que me maten otro hijo?, concluyó.

Cadáver hallado en Recreo Sur

El 21 de junio de 2013 este diario publicó una nota titulada “El cadáver hallado en Recreo Sur era de un niño de 12 años”. El infortunado era Roberto Carlos Díaz, uno de los hijos de Sandra Aguirre.

El cuerpo de Roberto fue encontrado en una zona próxima a la cava Borgo, en Facundo Quiroga al 5200, en jurisdicción de Recreo Sur.

El lugar donde había sido encontrado el cuerpo es de difícil acceso y se ubica entre Callejón Quiroga y Alsina, unos 800 metros hacia el este, a unos 15 metros del camino y a unos 5 metros de la citada cava, muy temida entre los lugareños por su importante profundidad.

En principio el niño habría muerto de forma natural, según arrojó la autopsia realizada en el cuerpo que permaneció durante varios días en la calle en avanzado estado de descomposición hasta ser hallado y atacado por animales.

Anoche personal policial llegó hasta el nosocomio para interiorizarse sobre el estado de salud del chico baleado. Foto: Danilo Chiapello