La defensa presentó un hábeas corpus

Piden la captura para policía de la URI por venta de drogas

El juez federal de Reconquista formalizó el planteo de la fiscalía el jueves, tras los allanamientos realizados en Santa Fe, Santo Tomé y la ciudad norteña. Otras dos personas -entre ellas un efectivo de Investigaciones de La Capital- serán indagadas mañana.

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La Policía Federal secuestró el miércoles pasado medio kilo de cocaína que estaba en poder de un suboficial de la URI.

Foto: El Litoral

 

Juliano Salierno

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Un policía que presta servicios en el departamento La Capital está siendo intensamente buscado por la delegación Santa Fe y subdelegación Reconquista de la Policía Federal Argentina, en el marco de una causa por comercialización agravada de estupefacientes que se investiga en el norte provincial.

El juez federal Nº 5, Aldo Mario Alurralde, impartíó la orden de captura nacional e internacional para Gustavo G., luego de las detenciones y allanamientos llevados a cabo el miércoles de la semana pasada en la capital provincial y las ciudades de Santo Tomé y Reconquista.

Al pedido de captura requerido por la fiscalía federal de Reconquista, sobrevino la presentación de un hábeas corpus en favor del policía buscado, que realizó el viernes el abogado Claudio Torres del Sel, por ante la Oficina de Gestión Judicial de la primera Circunscripción -Santa Fe-. No obstante, el uniformado conocido por el apodo de “Pelado” no se presentó a trabajar a partir de entonces; y no se descarta que en las próximas horas se entregue acompañado por su asesor legal.

Indagatorias

Asimismo, el juez Alurralde le recibirá declaración indagatoria mañana al otro policía implicado -también de la URI- y a un narco santafesino.

Ambos fueron aprehendidos in fraganti el miércoles 21 de septiembre en el barrio San Martín -Arseno al 7100- de Santa Fe, cuando en horas de la siesta los sorprendió la Policía Federal en medio de una “transa” de alrededor de 300 gramos de cocaína que llevaba el policía Walter Ariel B. alias “Gordo” en su auto, por $ 30.000 que se secuestraron en el vehículo del presunto comprador Carlos “Anteojito” A.

En el caso del policía, le secuestraron del baúl del auto una mochila con el uniforme policial, el chaleco balístico de la División Investigaciones de la URI, su credencial y arma reglamentaria, y un Fiat Uno rojo que manejaba. También allanaron su casa de calle Javier de la Rosa al 5700, donde hallaron otros 200 gramos de cocaína, lo que arroja un total de medio kilo de droga. La atribución delictiva por esos hechos sería la de “comercio de estupefacientes doblemente agravado, por la condición de personal policial y por la cantidad de personas” en calidad de coautor.

Allanamientos

“Anteojito” por su parte está acusado por el mismo delito, aunque solamente agravado por la cantidad de personas. El presunto comprador estaba acompañado por su pareja, Romina S. la cual si bien quedó vinculada a la causa fue dejada en libertad por el momento, ya que tiene un hijo en edad de guardería y está embarazada de 8 meses, señalaron fuentes del caso.

Asimismo, en la casa de la pareja, ubicada en Maletti al 2400 del barrio Zazpe de Santo Tomé, la Federal secuestró dos tablets, una balanza de precisión, 3 celulares, chips y anotaciones de interés para la causa.

Hubo otros dos allanamientos la semana pasada. Uno fue en Almafuerte al 1900 de Santo Tomé, donde vive un familiar del policía prófugo, por lo que la requisa policial arrojó resultado negativo. Pero a su vez se allanó una propiedad en la ciudad de Reconquista donde no se secuestró droga pero sí fueron halladas dos armas largas sin numeración visible, por lo que se dio intervención a la Justicia ordinaria.

Cadena de corrupción

Tal como se informó la semana pasada, la investigación se inició en 2014 a raíz de sospechas surgidas sobre la actividad de un hombre al que sindicaban como el principal vendedor de cocaína de Reconquista. Se realizaron intervenciones telefónicas, observaciones y seguimientos entre otras medidas propias de la investigación, a raíz de las cuales se detectó el nombre de su proveedor, que sería un santafesino conocido por su apodo de “Anteojito”.

Luego se estableció que tanto el nexo, como su pareja viajaba de manera sistemática al norte provincial, presuntamente para llevar la mercancía requerida.

La investigación penal atravesó una etapa de zozobra, hasta que en febrero último surgieron nuevos elementos de prueba. A partir de entonces y ante las firmes sospechas de que al menos dos de los involucrados era funcionario de la Policía de la provincia, se reanudó la labor persecutoria, que culminó con los allanamientos del miércoles pasado.