En los últimos 12 años no hubo concursos

El rol de los directivos públicos

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Con un fuerte valor simbólico, el concepto de servicio civil va ganando espacio por sobre el de empleo público, señaló Gonzalo Diéguez.Foto: Luis Cetraro

 

“El tema de mi conferencia está enfocado en los directivos públicos: ¿cuáles son los directivos públicos que necesita el Estado para los desafíos del siglo XXI? Está la discusión de fondo a partir del arribo de ex CEOs al Estado nacional y la discusión que se abrió a partir de la cual en muchos casos se advierte que se puede tener una experiencia en el sector privado, y eso es muy valioso y se pueden incorporar herramientas para innovar en la gestión pública”, opinó Diéguez. Pero aclaró que “gestionar políticas públicas tiene sus propias particularidades y en muchos casos, para ciertos tipos de políticas públicas, es mucho más complejo”.

—¿Cuál es el rol de esos directivos públicos para la agenda de desafíos del siglo XXI?

—En términos generales, la Argentina tiene un gran desafío por delante en materia de profesionalizar a los directivos públicos porque desde la restitución de la democracia hasta acá hubo diferentes experiencias en lo que se denomina alta dirección pública, con sistemas basados en la carrera, en el mérito, experiencias del tipo gerenciales orientadas a un tipo de directivo público que uno busca en el mercado o fuera del mercado. Pero en el país, en los últimos 12 años los sistemas de concursos se paralizaron, se congelaron, sobre todo para los directivos públicos. Y también hay situaciones contradictorias con muchos matices: la conformación de capas geológicas, es decir, directivos públicos que vienen de gestiones anteriores y quedan trabajando en el Estado pero ya no con funciones ejecutivas, o directivos públicos golondrinas, es decir que llegan con el gobierno de turno y luego se van. El desafío y el otro lado de la moneda es que en muchos casos no dejan capacidades instaladas en el Estado y que no hay demasiada especialización funcional: el directivo público hoy trabaja en Salud, mañana en Educación y pasado en Seguridad. La otra discusión que viene de fondo y trabajamos en Cippec es esta idea de tratar de encontrar una suerte de institucionalización del espacio directivo. Las experiencias argentinas vinculadas a la alta dirección pública son una suerte de continuidad en la discontinuidad. Y hay otra paradoja: países de la región tomaron muchas de esas prácticas y las están implementando con relativo éxito, sobre todo Perú, Chile y en forma incipiente en Ecuador.

—Si desde hace 12 ó 13 años el Estado crece y aumenta el empleo público, y no hay concursos, ¿cómo se ingresa?

—El tema no es solamente cómo se ingresa sino también cómo se desarrolla. Porque la discusión de fondo no se centraliza en el empleado público que es el burócrata en la base de la pirámide, sino que el punto crítico, no solamente para las capacidades del Estado sino para que asuma exitosamente los desafíos de la gestión, está en ese vaso comunicante que articula las decisiones políticas de un ministro o funcionario político con la burocracia, que es el músculo operativo. Esos directivos públicos son los mandos intermedios que antes desarrollaban una carrera meritocrática en el Estado y hoy no lo están haciendo porque se priorizan, o al menos se observa en el Estado nacional, cuestiones de confianza política. Este rol de directivos públicos es un mix de funcionarios con conocimiento técnico y cierto rol político, pero no son figuras estrictamente políticas ni tampoco figuras estrictamente burócratas. No se trata de poner solamente el foco en los concursos, lógica que está retomando el Ministerio de Modernización. Primero hay que rever las modalidades de esos concursos, que se siguen sesgando con una lógica muy endogámica: el Estado se mira mucho el ombligo, y quizás hay cosas para aprender de las universidades, de cómo se gestionan las organizaciones del tercer sector, de la sociedad civil o del sector privado.

Hay que mirar el ciclo gerencial completo, ver qué sucede en la formación, con la compensación, cuánto debe ganar un directivo público porque volvemos a escenarios como el que plantea Oscar Oszlak sobre el síndrome de sobre falta: sobran empleados públicos en algunas áreas pero faltan recursos humanos en lugares críticos, y eso sigue pasando porque formar a un directivo público lleva un tiempo que trasciende a una gestión de gobierno y significa formar un líder con capacidades de incidencia crítica en materia de gestión de políticas públicas.

—En ocasión de este ciclo de Gobiern@ se abordó con otros especialistas la cuestión de si el empleo público resultaba un lugar apetecible.

—A veces no; hay una cuestión de vocación pero también de que el Estado vuelva a ofrecer condiciones atractivas de contratación y esto no se circunscribe sólo a la remuneración. Hay una cuestión simbólica: ¿qué significa trabajar en el Estado? ¿Cuál es el reconocimiento simbólico de parte de la ciudadanía de lo que es un funcionario público? Lo que se está mirando mucho y analiza en perspectiva comparada en países de la región, si bien tuvo su epicentro en países de cultura anglosajona, empieza a reproducirse en América Latina y en países vecinos: el lenguaje tiene un gran poder de connotación, dirían Foucault o Saussure: ya no se habla de empleo público sino de servicio civil. De fondo trasciende la idea de que el empleado público es un servidor público y que el servicio civil tiene ese valor simbólico y trascendencia y requiere que se lo mire como tal, con sus derechos pero también con sus obligaciones. En sus derechos estará volver a posar la mirada en el tema de concursos, en estrategias de formación y capacitación y en las remuneraciones. Y volvemos a este círculo de un Estado que o se mira el ombligo o tiene la capacidad de reflexionar, monitorear y evaluar las políticas y su impacto en la calidad de vida.

PREMIO INNOVACIÓN

  • Desde hace tres años, Cippec desarrolla un proyecto que se llama Premio Innovación a la Gestión Pública, que identifica buenas prácticas y prácticas innovadoras en materia de política pública. Y ponemos el foco también en los municipios que son un caldo de cultivo para la innovación. Primero porque allí la problemática está mucho más cercana al intendente, y segundo porque cuando hablamos de innovación en políticas públicas, no lo hacemos exclusivamente en aplicación de tecnologías de la información y la comunicación. Estamos hablando de nuevas formas para encarar viejos problemas o encontrar nuevas soluciones. Estamos lanzando la tercera edición donde Santa Fe ya ha sido identificado como un caso innovador, sobre todo Rosario con el sistema de transporte. En Santa Fe vimos medidas similares en materia de movilidad con una planificación estratégica. Pero cuando hablamos de innovación en materia de políticas públicas, esta es la gran agenda pendiente, no sólo en los municipios y provincias en la Argentina o los países de América Latina sino para todo el mundo que enfrenta desafíos de narcotráfico, terrorismo organizado, problemas asociados a la desocupación estructural o los movimientos antiglobalización o religiosos más radicalizados. Forma parte de los nuevos desafíos de la gobernanza. y en eso los Estados tienen una agenda muy compleja, muy ambiciosa y desafiante.
 

"Ya saldamos la discusión Estado-mercado. La agenda que viene es cómo sofisticamos esa capacidad de gestión pública del Estado y un componente es mirar cómo se profesionalizan los burócratas”.

Gonzalo Diéguez

Especialista de Cippec.

El dato

EL MARCO

  • La exposición de Gonzalo Diéguez fue en el marco de la entrega de diplomas a 400 agentes municipales y comunales de toda la provincia que realizaron cursos en Gobiern@ - Escuela de los Municipios y Comunas, dictados por la UNL y la UTN y con el financiamiento del BID, a través del Promudi. El acto se realizó el miércoles en el salón Blanco de Casa de Gobierno con la presencia de autoridades provinciales, entre ellas, la subsecretaría de Desarrollo Estratégico, María Paz Gutiérrez, y de las universidades mencionadas.

 

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Más detalles del Premio Innovación en la Gestión Pública en: http://cippec.org/premio/