llegan cartas

Gracias Alpi: puedo caminar nuevamente

Todos los días leo las cartas de lectores de El Litoral, porque me gusta saber qué opinan mis conciudadanos. En general expresan críticas, peticiones, en fin, comentarios negativos acerca de problemas sin solucionar.

Ahora propongo hacer lo contrario (por lo menos por una semana o dos), si es que se puede, porque vivimos ametrallados por las malas noticias. Sería buenísimo que ocupáramos este espacio para destacar actos buenos de la gente o de las instituciones. Yo también me he quejado, pero desde hoy quiero hacer lo contrario.

Tengo artrosis y otra enfermedad reumática desde los 35 años; ambas no tienen cura (he cumplido 75 ya). Las autoridades me han dado certificado de discapacidad motriz, cosa que agradezco, pues mis dos obras sociales (Iapos y Ospac) me dan atención y medicación gratuita para aliviar mi vida.

Ya no caminaba sin apoyo. Usé de todo para andar por la calle (sillita plegadiza y luego un andador). Aun así, caminar me resultaba muy penoso. Hoy quiero difundir que, después de dos años de tratamiento kinesiológico en Alpi, he vuelto a caminar, con bastante soltura, dos o tres cuadras seguidas y también puedo conducir mi autito con toda soltura.

Alpi ya ha cumplido 70 años de excelentes servicios. Fue fundado inicialmente para atender a los niños con parálisis infantil. Ahora brindan atención kinesiológica y, además, tienen muchos talleres para la gente discapacitada. Allí han conseguido mejorar mi movilidad y estoy sumamente agradecida por esto. Todo su personal es excelente y las damas de la comisión directiva hasta me hacen los tramites ante la obra social. Reina allí un gran y humanitario espíritu para lograr, si es posible, la curación de los pacientes.

Agradecería que el diario publicara esto, algo que para mí es maravilloso y digno de ser difundido, porque hay muchos como yo, pero con las esperanzas perdidas.

Muchas gracias a Alpi.

PROF. ILEANA MARTÍN

DNI. 4.268.257