De investigadores norteamericanos

Estudio muestra que el Zika puede causar abortos o tejido cerebral blando en bebés

El virus del Zika podría ocasionar abortos en embarazos en fase temprana o provocar tejido cerebral blando en los bebés, según un estudio divulgado hoy por una revista especializada que sitúa a la comunidad científica más cerca de hallar una cura.

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El descubrimiento científico coloca a los investigadores más cerca de la cura. Foto: Archivo El Litoral

 

Télam -EFE

Expertos del centro Johns Hopkins, de Estados Unidos, que experimentaron con modelos de ratón creen que una mayor comprensión de la transmisión del virus al feto de madres infectadas ayudará a desarrollar tratamientos o vacunas para combatirlo.

Esos científicos observaron que en hembras de ratón embarazadas con sistemas inmunológicos completos, el Zika puede atravesar la placenta -destinada a proteger el desarrollo fetal-, derivando en un alto porcentaje de abortos, así como en el nacimiento de bebés con tejido cerebral blando e inflamación de células cerebrales, publicó la revista Nature, citada por la agencia española Efe.

Al administrar el Zika directamente en el tracto reproductivo de los ratones preñados con un sistema inmunológico intacto vieron que generaba desorganización en las capas celulares de la placenta que frenan el traspaso de toxinas, bacterias y virus.

Esta desorganización podría explicar cómo el virus penetra en la placenta para infectar el feto, según la investigación.

Los científicos descubrieron un mecanismo por el cual el Zika podría impedir que unas proteínas antivirales que hay en el cuerpo desempeñen su trabajo de proteger a las células del virus.

Los hallazgos son relevantes pues sitúan a los científicos en una posición más cercana al desarrollo de vacunas y tratamientos para el virus, para el que no existe actualmente ninguna cura.

El zika, vinculado con problemas neurológicos graves en bebés cuyas madres estuvieron expuestas al virus durante las etapas tempranas de sus embarazos, fue considerado durante la mayor parte de 2016 como una emergencia sanitaria pública por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Tenemos que encontrar una manera de frenar la transmisión del Zika a través de la placenta al feto, porque ahí es donde se genera el daño”, señaló la corresponsable del estudio Sabra L.Klein, inmunóloga y microbióloga en el Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health.

La experta observó que en las placentas de los ratones analizados vieron “que se formaba una defensa contra el Zika, pero se quedaba corta, especialmente en la fase temprana de la gestación, que se corresponde con el primer trimestre en los humanos”.

Por su parte, Irina Burd, físico especializada en medicina fetal y maternal del citado centro, y la otra autora del estudio, confió en que el hallazgo supondrá un paso importante hacia la reducción de la transmisión del virus de madre a hijo.

El zika es transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que también transmite el dengue, la chikunguña y la fiebre amarilla.

En seres humanos

  • Los científicos mexicanos Arturo Reyes Sandoval y César López Camacho desarrollaron vacunas contra el virus del zika y chikungunya que serán probadas en humanos, en su primera fase clínica, a finales de este año.

Es en el Instituto Jenner del Departamento Nuffield de Medicina de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, donde estos dos científicos desarrollan proyectos de investigación para combatir enfermedades como dengue y chikungunya y, recientemente, la generada por el virus del zika.

El doctor César López Camacho aseguró que tras la alerta de salud que emitió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en febrero de 2016 respecto a la picadura del mosquito Aedes aegypti, vector del zika en América, al que se le relaciona con casos de microcefalia en fetos, fue cuando priorizaron el desarrollo de esta nueva vacuna que habían iniciado desde noviembre de 2015.

Para este proyecto, el doctor Arturo Reyes Sandoval recibió financiamiento por parte del gobierno británico, lo que permitió el desarrollo de 12 vacunas que servirán para observar cuál de ellas es la menos inmunogénica.