Tras 129 días prófugo

Detuvieron al presunto autor del asesinato del gerente de Sigmar

El tercer presunto miembro de la banda que en octubre pasado asesinó al gerente de la editorial Sigmar, Roberto Gerardo Chwat, al asaltarlo en su casa de Vicente López, fue detenido en la localidad bonaerense de Villa Concepción, partido de San Martín.

Télam

Se trata de Héctor Alberto “Bebe” García (30), cuya detención fue concretada por detectives de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (Sub DDI) de Vicente López en un domicilio de la calle Urquiza y avenida Constituyentes, donde el acusado alquilaba una pieza.

Fuentes judiciales y policiales informaron a Télam que el allanamiento fue ordenado y encabezado por el fiscal de Viente López a cargo de la causa, Martín Gómez, quien en estos cuatro meses venía siguiendo los movimientos del prófugo con escuchas telefónicas y tareas de inteligencia para localizarlo y detenerlo.

“En este tiempo estuvo primero viviendo en la provincia del Chaco, donde trabajaba en un supermercado chino y se nos escapó por dos días”, dijo a Télam una fuente judicial.

El mismo informante reveló que “hace poco regresó al conurbano, se instaló en Villa Concepción, muy cerca de la Villa Melo de Vicente López, de donde es oriundo, y volvió a las andadas y a cometer entraderas”.

Las fuentes contaron que, de acuerdo con escuchas telefónicas, desde que regresó a Buenos Aires, García realizó algunas entraderas y que el mismo sábado había robado un remís.

En esa oportunidad, el acusado pidió a una agencia de remises que lo llevaran desde la calle Independencia al 400, donde se encuentra una iglesia evangélica, para dirigirse hasta el cementerio de San Martín.

Sin embargo, el chofer de 70 años que manejaba el Chevrolet Corsa fue asaltado por el delincuente que le robó sus pertenencias y el vehículo pero que finalmente fue detenido.

Los pesquisas secuestraron en poder del imputado una pistola .45, mismo calibre que el empleado para asesinar a Chwat, por lo que el arma será revisada por peritos para determinar si fue la usada en el crimen.

De acuerdo con la investigación de los fiscales Gómez y Patricio Ferrari, en la noche del crimen “Bebe” García actuó como chofer de la banda y con él, ya están detenidos los tres presuntos autores del homicidio del gerente de la editorial de libros infantiles.

Los otros dos imputados y detenidos acusados por “homicidio criminis causa” son Leandro Barzola (24) y Sasha Matías Martínez Castro (22).

Las novias de Barzola y García, las hermanas Bárbara (19) y Florencia Lindner (21), también estuvieron detenidas por “encubrimiento agravado” pero fueron beneficiadas con una excarcelación.

La entradera

El crimen del Chwat (67) fue cometido poco antes de las 21.30 del 29 de octubre del año pasado en su casa de la calle Lisandro de la Torre 1640, de Vicente López -a sólo cinco cuadras de la Quinta Presidencial de Olivos-, cuando dos asaltantes irrumpieron por el portón del garaje en momentos en que el hombre ingresaba con su auto.

Si bien aún no está claro si fue porque el gerente comenzó a gritar para alertar a su esposa y a la empleada doméstica que habían entrado ladrones o si intentó atropellarlos con el auto, lo cierto es que uno de los ladrones le disparó un tiro que le atravesó el tórax y más tarde le causó la muerte cuando era atendido en un hospital.

La fuga de los autores del crimen quedó grabada en los videos de la casa de Chwat y, según los fiscales, son Martínez (el que pasa primero por la cocina con una gorra con visera invertida y barba) y Barzola (el segundo que aparece en el video, rapado y con campera negra inflable).

El portón del garaje se cerró y los asaltantes quedaron atrapados dentro de la casa, por lo que cruzaron la cocina y fueron a la entrada principal de la vivienda para huir.

Como la puerta estaba cerrada con llave, en uno de los videos se ve cómo con la culata de sus armas rompieron un ventiluz que hay sobre la puerta y escaparon por esa estrecha abertura con ayuda de una banqueta.

Los ladrones saltaron por la reja perimetral, ante la mirada de dos vigiladores privados que se hallaban dentro de sus garitas y que luego contaron que se escucharon un par de disparos.