Declaró por escrito y no aceptó preguntas

Para Cristina la acusación en su contra es “descabellada”

Culpó al gobierno nacional de promover una “persecución judicial y mediática” a su persona y su familia. Sostuvo que la enfrenta “como una ciudadana más”.

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Ayer sus hijos. Esta mañana la ex presidente pasó otra vez por tribunales. Máximo había calificado a la causa Los Sauces como “un disparate” y Florencia de “absurda”.

Foto: Dyn

 

De la redacción de El Litoral

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DyN/Télam

Por unos 20 minutos, la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner se presentó esta mañana a prestar su declaración indagatoria en la causa Los Sauces SA, que también involucra a sus hijos. La ex mandataria optó por no responder a preguntas y en su lugar presentó un escrito, en el que sostuvo que sufre “una persecución judicial”.

Ayer el diputado nacional Máximo Kirchner sostuvo que la acusación en su contra por lavado de dinero de coimas de contratistas (mediante falsos alquileres) es “un disparate”, mientras que su hermana menor, Florencia afirmó que ésta es “absurda”.

Un término más duro usó su madre. Para la ex titular del Poder Ejecutivo la imputación que le ha formulado el juez federal Claudio Bonadio es “descabellada”.

Extenso escrito

Cristina dijo hoy ser “objeto de una persecución judicial y mediática” sin antecedentes con un “aparato de propaganda” sólo comparable al de “gobiernos totalitarios”.

“Resulto objeto de una persecución judicial y mediática que no registra antecedentes en nuestro país, al menos en los períodos democráticos y que en mi caso particular se extiende a mis hijos Máximo y Florencia Kichner, en especial a esta última”, sostuvo en un extenso escrito que entregó al juez federal.

Tras el cambio de gobierno “se armaron en mi contra dos causas y se impulsaron otras dos que ya existían” por parte de “legisladores opositores a mi gobierno, que luego fueron ampliamente difundidas a través de un aparato de propaganda que sólo registra comparaciones con el que tuvieron a disposición gobiernos totalitarios”, agregó.

En su nueva visita a Bonadio, quien ya la procesó en la causa dólar futuro, la ex presidente advirtió en el descargo que la acusación en su contra como supuesta integrante de una asociación ilícita, cohecho, lavado de activos y negociaciones incompatibles “es descabellada” y pidió ser sobreseída.

La ex presidente aludió a un “panorama escandaloso” al repasar las causas judiciales en su contra y dijo que lo enfrenta “como una ciudadana más”.

Fuerte custodia

La ex presidente llegó a Comodoro Py 2002 minutos antes de las 9, entró por un acceso lateral tras saludar brevemente a través de un vallado a cinco seguidoras, empleadas judiciales, que habían logrado franquearse el acceso a ese sector restringido y estuvo en el juzgado sólo 20 minutos con su abogado, Carlos Beraldi.

Minutos antes de su llegada, un grupo de diputados y seguidores intentó acceder a la puerta por donde se planificó el ingreso pero debió quedarse a unos cien metros, tras un vallado que cerraba el acceso en el cruce de avenida Antártida Argentina y Letonia, por una decisión de los responsables de la seguridad de impedir el ingreso.

Tras una breve discusión aceptó la medida y aguardó a Cristina en ese lugar, para escoltarla en su retirada a bordo de un vehículo blanco. Cuando llegó a los tribunales fue recibida con aplausos y vítores por un grupo de seguidores que la aguardaba desde temprano y que también la despidió de la misma manera.

Tres fuerzas

El operativo de seguridad se llevó a cabo con tres fuerzas federales. Hubo efectivos de Gendarmería, Prefectura y Policía Federal desde muy temprano. Custodiaron el edificio de Comodoro Py 2002 que al igual que ayer, cuando fueron indagados los hijos de la ex mandataria y el ex presidente Néstor Kirchner, Florencia y Máximo. Hubo un impenetrable doble vallado.

Un grupo de manifestantes aguardaba la llegada de la ex presidente sobre avenida Antártida Argentina, en uno de los accesos laterales a los tribunales, el mismo usado ayer por sus hijos.

Entre el centenar de simpatizantes estuvieron Héctor Recalde, Andrés “Cuervo” Larroque, Juan Cabandié, Martín Sabbatella y Luis D’Elía.

La ex jefa de Estado había pedido por las redes sociales a sus seguidores que no concurran a la sede judicial y que, en cambio, asistan a la marcha convocada por la CGT y la CTA para esta tarde en el centro porteño.

 
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Tras las vallas. Un grupo de militantes kirchneristas en Comodoro Py, quedó a unos 100 metros de esos tribunales federales.

Foto:Dyn

Otras causas

La ex presidente Cristina Fernández de Kirchner ya está procesada en otras dos causas penales, además de Los Sauces, por la que fue indagada hoy. La primera en su contra investiga la venta de dólar futuro a precio vil, y para un selecto grupo de compradores, al final de su gobierno, en medio del cepo cambiario que le impedía a la población comprar esa moneda. La restante es por la presunta adjudicación irregular del 80% de la obra pública en Santa Cruz al empresario (detenido) Lázaro Báez.

En la causa Los Sauces llaman la atención los pagos de Báez a los Kirchner por alquileres (algunos distantes hasta quinientos kilómetros de los lugares donde se llevaban a cabo las obras), así como los arrendamientos del empresario de medios Cristóbal López, que recibió un trato privilegiado ante el incumplimiento de impuestos.