Se agrava el flagelo de los motochorros

  • El problema se repite en cada una de las principales ciudades de la Argentina. 

La situación se produjo hace exactamente una semana en Av. López y Planes de la ciudad de Santa Fe, cuando delincuentes a bordo de dos motocicletas comenzaron a encerrar a un automovilista que terminó protagonizando un impresionante vuelco. Luego del siniestro, se acercaron y les robaron las billeteras y los celulares de las cuatro personas que se encontraban dentro del auto.

El 25 de diciembre último, un adolescente de apenas 14 años resultó asesinado por motochorros en el barrio porteño de Flores. La tragedia se produjo cuando el abuelo del chico intentó detener con su auto a los delincuentes que acababan de robarle la cartera a una mujer. Cuando se vieron cercados, dispararon un tiro que impactó en la cabeza del chico.

Según estadísticas oficiales, en el Gran Tucumán durante todo el año pasado se produjeron más de 4.600 ilícitos con la intervención de motos. Fueron 12 hechos por día y representaron nada menos que el 32% del total de delitos contra la propiedad registrados en 2016. Desde el Poder Ejecutivo de esa provincia, presentaron un proyecto de ley para que la Legislatura prohíba que dos hombres puedan circular en una misma moto.

En Mendoza, el problema de los motochorros también creció en los últimos años. Por ese motivo, las autoridades decidieron hace tiempo multiplicar los puestos fijos de control para motociclistas. En 2014, el entonces gobernador, Francisco Pérez, propuso determinar zonas de exclusión y de horarios específicos para que no se pueda circular en moto de a dos. Pero las iniciativas quedaron frenadas, ya que grupos de motoqueros consideraron que la medida era discriminatoria.

Hace años que desde el Concejo Municipal de Rosario se viene impulsando la idea de prohibir la circulación de motociclistas en zonas bancarias. Sin embargo, estos proyectos nunca prosperaron.

Más allá de los matices entre las distintas regiones del país, queda absolutamente claro que el flagelo de los motochorros representa un problema que afecta a cada una de las ciudades argentinas. Sobre todo, aquellas que cuentan con mayor cantidad de habitantes, donde siempre resulta difícil individualizar a los delincuentes.

La situación alcanzó tal gravedad, que el gobierno nacional emitió un decreto en el que se plantea una serie de medidas para frenar este fenómeno. Cada distrito tendrá la posibilidad de reglamentarlo según sus necesidades.

Entre otros puntos, plantea que cada provincia podrá establecer restricciones de circulación de motovehículos con dos ocupantes en determinadas áreas o en determinados días y horarios.

El conductor y el acompañante deberán contar con la identificación del número de patente en los cascos. Además, será obligatorio el uso de chaleco reflectante con la identificación del número de patente para el acompañante.

El incumplimiento del uso de casco y chaleco identificatorio será considerado falta grave en los términos de la Ley Nacional de Tránsito e implicará el inmediato secuestro del motovehículo. Si una moto secuestrada no es retirada por el titular dentro de los 60 días de su retención, será compactada o destinada al uso público.

El Ministerio de Seguridad de Santa Fe analiza por estas horas qué medidas adoptar. Lo mismo sucede en el municipio de esta capital, donde esta semana se producirían anuncios vinculados con este tema.

Es verdad que la problemática de la inseguridad es mucho más profunda. Sin embargo, la situación generada por la modalidad de los motochorros amerita respuestas específicas. Las evidencias sobre la gravedad del problema son irrefutables.