En algunos casos, la situación es crítica

Así están las industrias más afectadas de la provincia

Apertura de importaciones, caída en el consumo, exceso de stock y un contexto económico desfavorable en Brasil conjugan para que las firmas más importantes de la región estén despidiendo personal, reduciendo costos y ajustando sus producciones a la coyuntura.

Así están las industrias más afectadas de la provincia

SANCOR Y OTRO CONFLICTO. En la foto, el acampe frente a la planta que la empresa láctea posee en Centeno, en el centro-sur provincial. La situación es similar en otras tres plantas del país (una en Buenos Aires y dos en Córdoba).

Foto: Archivo

 

Ignacio Pellizzón

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Tanto las metalúrgicas como las automotrices constituyen los rubros donde más visible se hicieron en los últimos meses los despidos y las cesantías de empleados. “Solamente en un año tenemos mil personas que perdieron sus fuentes de trabajo y otras mil que no fueron tenidas en cuenta para reemplazos u horas extras”, confirmó a El Litoral el titular de la UOM Rosario, Antonio Donello, mientras que el secretario adjunto de Smata, Antonio Milici, afirmó que “las autopartistas son las más afectadas del sector”.

La preocupación no es sólo de los gremios y los trabajadores, que últimamente salieron a la calle a reclamar por reincorporaciones, pago de indemnizaciones y solicitar ayuda al gobierno nacional, sino también por parte del Ejecutivo provincial a través del gobernador, Miguel Lifschitz, quien aseveró que “las industrias santafesinas se encuentran en una situación complicada y están en estado de alerta”.

Del mismo modo, lo hizo el ministro de Producción regional, Luís Contigiani, quien se puso al hombro el reclamo de los despedidos de Mefro Wheels para solicitar cooperación de Nación, aunque calificó la ayuda como “demasiado tarde”.

UNA POR UNA

Mefro Wheels. La única firma del país de capitales alemanes que producía llantas, cerró. Son 170 los trabajadores que quedaron en la calle a raíz de haber aceptado el pago del 60% de la indemnización, aunque la empresa todavía no dio señales de voluntad de pago.

Por este motivo, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), junto con otros gremios que se solidarizaron, se acercaron al Ministerio de Trabajo de la Nación en Rosario, que funciona en el edificio de Anses (Sarmiento y Rioja) para pedir una reunión urgente con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, para que logre intervenir en la situación.

En el cónclave con el funcionario nacional, salió a la luz que hay interés de algunos privados de hacerse con la firma, que ya tiene su inmueble de Ovidio Lagos al 4400 en venta. Al respecto, el dirigente Donello afirmó: “Nosotros pedimos que se conserven las fuentes laborales y ellos dijeron que tienen un oferente. Se comprometieron a que la fábrica se venda y a generar un fondo Repro para que los compañeros sigan cobrando. El problema es que la empresa no quiere vender”, y denunció que lo sucedido con Mefro Wheels “se trató de una maniobra para que la fábrica se cayera económicamente y cerrara, para poder seguir vendiendo llantas de Alemania y Francia”.

También se llevó adelante una reunión con el embajador Bernhard Graf von Waldersee de Alemania, para que se acordaran gestiones para conseguir la presencia en el país del dueño alemán de Mefro Wheels y hacer que se cumplan las leyes argentinas en relación al conflicto.

Este viernes fue declarado en el Concejo -aprobado sobre tablas- de uso exclusivamente industrial el suelo de la fábrica, debido al pedido de los trabajadores de la firma y la UOM.

General Motors. La empresa automotriz, ubicada en la localidad de Alvear, confirmó en los últimos días que suspendía a 350 de los 2.300 trabajadores con los que cuenta la planta hasta noviembre. La compañía dejó de fabricar hace tiempo dos modelos de vehículos nacionales: Chevrolet Agile y Classic, produciendo únicamente el modelo Cruze II. Asimismo, de 17 coches que fabricaba por hora los redujo a 15.

Según declaró a Rosario Plus el secretario general del gremio de mecánicos, Marcelo Barros, el principal problema que obligó a la suspensión que comenzará a regir el próximo lunes es que “dejaron de fabricarse autos”. No obstante, otro factor que influyó tiene que ver con la caída económica que está atravesando Brasil, principal exportador de autopartes en Argentina. En la concatenación de factores, se agrega uno más: incorporaron mayor cantidad de robots en la producción de vehículos.

Sobre este tema, el secretario adjunto de Smata, Antonio Milici, expresó a El Litoral que en caso de que no se reincorporen los trabajadores transcurridos los nueve meses de suspensión “seguramente la situación se va a complicar muchísimo, por eso esperamos que la industria repunte”, y agregó: “Las autopartistas son las más afectadas, sin ninguna duda, pero no difiere en comparación otros rubros, y se debe a la política que lleva adelante este gobierno nacional”.

Por su parte, el gobernador Lifschitz declaró que “hay alertas amarillas en la industria santafesina” y expresó preocupación por la situación de GM: “Si bien era algo acordado con el gremio (Smata) no deja de ser una señal de alerta, ya que el sector automotor está complicado”.

No obstante, los 350 trabajadores suspendidos realizaron este jueves una asamblea pacífica en la que se reclamó se anule el convenio que la empresa firmó con el sindicato Smata y que los empleados denunciaron como ilegal, habida cuenta que reclaman que el gremio avaló las cesantías que, según los trabajadores, son despidos encubiertos.

Un dato: GM tuvo una ganancia neta durante el último ejercicio publicado, 2015-2016, de 1.700 millones de pesos, es decir una ganancia diaria de 4.720.000 pesos.

Más casos

La Serenísima. Días pasados, la empresa láctea confirmó que cerrará una de sus sucursales en Rufino a mitad de año. La firma Mastellone Hermanos anunció que la medida se debe a la baja en la recepción de materia prima y a la competencia desleal con compañías que operan desde la marginalidad. No obstante, intentaron llevar tranquilidad a los trabajadores anunciando que podrían ser trasladados a otras sucursales de la empresa.

Desde la firma expresaron que el cierre se debe “al estancamiento en la producción nacional, que llevó a que el año pasado el país produjera 9.500 millones de litros de leche, cifra menor a lo producido en 1998” y subrayaron que “la competencia con empresas que operan en la marginalidad impacta negativamente en el recibo de leche de la compañía y la adversidad climática significativa, que redujo la cantidad de tambos remitentes”.

En este sentido, Lifschitz también se pronunció sobre la situación de la industria láctea: “Está en crisis. Es un rubro difícil, que viene con problemas hace años. Se suma a esto las últimas dos inundaciones, que afecta a los tamberos que tienen que sacar la producción todos los días”.

Nesaglo. Se trata de la firma que produce placas de baterías y que se ubica en la localidad de Ceres. Había cerrado sus puertas dejando un saldo de 47 empleados sin trabajo. Sin embargo, en los últimos días se llevó adelante una reunión en la Municipalidad de esa ciudad, donde se concretó que Nesaglo contaría con un nuevo capitalista, quien se haría cargo de la empresa el 23 de febrero, por lo que los trabajadores recuperaron sus fuentes laborales.

El intendente de Ceres, Camilo Busquets, expresó que “es una gran noticia para toda la ciudad, principalmente para las familias que habían sido despedidas tras el cierre de la empresa”, y destacó “la valentía de este empresario -José Levy-, ya que en estos tiempos es difícil encontrar gente que se haga cargo de estos desafíos”. Según se resolvió, la familia Sabena vende su empresa, el comprador se hace cargo de la deuda total de la empresa y de sus trabajadores.

Reconquista: 120 empleados a la deriva

Por Gustavo Capeletti.

El caso emblemático del norte en materia de pérdida de puestos de trabajo genuinos es el de Algodonera Santa Fe. La industria textil está radicada en la Parque Industrial de Reconquista, propiedad de una sociedad anónima con sede en Buenos Aires, pero cuya cara visible fue siempre el empresario Alberto Lichtenstein.

Desde hace 7 meses la planta norteña está parada. No hay actividad de ningún tipo y ni hablar de señales de los dueños. Es más, la quiebra pedida por la sociedad se dirime en sede judicial y de acuerdo con fuentes gremiales podría resolverse en estos días.

Son en total 120 los trabajadores que quedaron sin trabajo y que luchan desde hace meses por crear una cooperativa que pueda gestionar la algodonera en forma de empresa recuperada. Pero por el momento no se vislumbran avances significativos en esa dirección.

Uno de los que más conoce sobre el devenir de la empresa es Rubén Lemos, secretario seccional del gremio textil. El sindicalista indicó que “la situación llegó a un punto de complejidad luego de 10 años de malos manejos empresarios. Un día cortaban la luz, otro día no había materia prima para producir, y así miles de problemas que fueron derivando en la quiebra”.

Lemos recordó amargamente que “de parte de los gobiernos la ayuda fue casi nula. La provincia aportó algo una sola vez y el gobierno nacional sólo nos dio algunos bolsones para fin de año, nada más”. Al mismo tiempo, se mostró agradecido a la comunidad de Reconquista que se hizo presente con apoyo y ayuda para sostener a los trabajadores.

Según trascendidos, en el inicio de la crisis hubo dos o tres empresarios que estaban interesados en la planta, pero esa posibilidad de compra se fue desvaneciendo con el correr de los meses. Y sólo quedó a los ahora ex empleados la salida cooperativista. La empresa Algodonera Santa Fe, ubicada en el Parque Industrial de Reconquista, está paralizada desde julio de 2016, cuando la patronal dejó definitivamente de pagar de salarios, aguinaldo y vacaciones.

El gobernador Miguel Lifschitz aseveró que “las industrias santafesinas se encuentran en una situación complicada y están en estado de alerta”.