Entrevista a Sol Lauría

Panamá Papers: premio Pulitzer para una inédita experiencia periodística

Hace poco más de un año, 109 medios de comunicación de 76 países publicaban al mismo tiempo parte de los resultados de muchos meses de trabajo, sobre operatoria de cuentas offshore en paraísos fiscales, que involucran a personalidades de todo el mundo. La mirada de la periodista santafesina que participó desde Panamá.

4-DSC_2401.jpg

“Además del cambio de paradigmas que se puede haber dado, fue muy beneficioso para los periodistas, para la información, para el público y para los medios que participaron”. Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Emerio Agretti

[email protected]

“Avisaron temprano que iban a estar siguiendo la entrega del premio. Los del equipo del consorcio de periodistas estaban atentos a todo, y ni bien se anunció el premio lo pusieron en el grupo de Whatsapp que tenemos todos los latinoamericanos que participamos en la investigación. Así que estalló la alegría de todos al mismo tiempo”.

El consorcio es el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. La investigación es la de los “Panamá Papers”, que a partir del 3 de abril de 2016, de manera simultánea en 109 medios de comunicación de 76 países, expuso “la estructura oculta y la escala global de los paraísos fiscales offshore”. El premio es el prestigioso y ambicionado Pulitzer, que se entrega en EE.UU. y es considerado un equivalente al Nobel. Y quien relata el episodio con tanta naturalidad es Sol Lauría, la periodista santafesina radicada en Panamá que participó de ese monumental esfuerzo colectivo.

“Fue una experiencia inédita, con tanta gente trabajando durante un año, todos callados, en modo colaborativo. Algo totalmente distinto a la versión tradicional del periodismo de investigación, donde alguien descubre la gran primicia, salta a la fama y se vuelve leyenda. Acá es un montón de gente que realmente trabajó, así que el premio es de todos”, dice a El Litoral.

“Es como imaginar 400 personas en 80 países festejando. Lo que tuvo de inédito esta experiencia también lo tiene en la repercusión, con cataratas de mensajes lloviendo de un lado a otro. Los dos periodistas alemanes a los que les llegó originalmente la información a través de una fuente (del periódico Süddeutsche Zeitung), también escribiéndonos. Todo empieza por ellos, por esa fuente que les filtra la información (vinculada con la firma de abogados panameña Mossack Fonseca) y ellos, en vez de quedársela y usarla como quisieran, toman la decisión de ponerla en común, de compartirla con periodistas de todo el mundo para que todos aprovecharan lo que había ahí. Es el antiparadigma de ese periodista de la gran primicia, de la portada, y ahora también se comparte la alegría por el premio.

—Es decir que esta distinción también es poner el corolario a una forma de trabajar y de entender el periodismo.

—Exacto. Más allá de que haya habido adentro periodistas muy conocidos, muy destacados, que son figuras desde hace años (desde Argentina, Hugo Alconada Mon y Mariel Fitzpatrick), sí estuvo todo el tiempo esa actitud de colaboración total: de aportar un número, de pasar un dato. Se privilegiaba la información mucho más que el lucimiento personal. Si bien lo iba a haber, y prestigio, y exposición para todos, y lo hubo, en todo el proceso no era eso lo que primaba. De hecho, lo que tiene también el trabajo colaborativo es que si alguien no publicaba algo, igual la información se iba a conocer; así que eso protege contra la censura que hay en algunos medios. Además del cambio de paradigmas que se puede haber dado, fue muy beneficioso para los periodistas, para la información, para el público y para los medios que participaron. Porque todos ganamos premios y prestigio, los medios ganaron más visitas web, y se aportó a que la verdad se conozca.

—Un resultado que no hubiese sido posible si no se trabajaba de esa manera.

—Claro. Fue determinante el hecho de poner un día para la publicación conjunta, de trabajar de manera conjunta los temas, saber que cada uno usaba lo que descubría otro y aportaba lo que había descubierto. Y siguió siendo así después de la publicación, porque hicimos el post-paper de las publicaciones, de las causas judiciales, cómo avanzó todo después. Seguimos trabajando de la misma manera. Al Consorcio siempre le preocupó exponer lo que pasa en estas zonas oscuras, y eso se consiguió, y se consiguió mejor por esta forma de trabajo. Que si no existiesen las herramientas tecnológicas no se habría podido hacer; hace algunos años no hubiera sido posible.

—¿Es posible reeditar una experiencia de este tipo?

—Creo que se puede replicar. En este caso, lo único es que no hay manera de acceder a ese tipo de información si no es a través de una filtración, a veces ni la Justicia puede acceder a los beneficiarios finales de las sociedades anónimas en jurisdicciones offshore. Argentina venía pidiendo información hace rato sobre la ruta del dinero K, y Panamá no se la daba. Entonces, es muy difícil, porque son lugares muy cerrados, un tipo de información a la cual es muy difícil acceder si no es mediante una filtración. Pero como modelo colaborativo y on line se puede replicar tranquilamente, entre periodistas de una misma provincia, estudiantes de universidades de un mismo país, regiones -por ejemplo, yo estoy trabajando en una iniciativa que es centroamericana, donde tenemos una plataforma on line y todo lo demás- y a nivel transnacional en los temas que tienen esas características: inmigración, narcotráfico, algunos casos de corrupción, trata de personas, medio ambiente. Hay fenómenos o hechos que son globales, que pueden ser abordados con este modelo. A lo mejor, por las características de este tema en particular, en otro caso no va a tener la misma repercusión. Pero se puede hacer un periodismo mucho mejor, con más profundidad y que refleje más las realidades, trabajando colaborativamente. Yo lo recomiendo mucho, además, porque es un ejercicio que te hace hacer mejores trabajos. Es algo que a lo mejor falta hoy en muchas redacciones, por la crisis de los medios, que era esa tertulia, esa discusión de los temas que se da en este tipo de proyectos.

Perfil

  • Sol Lauría es santafesina, egresada de la licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Católica de Santa Fe. Se desempeñó en distintos medios locales -entre ellos El Litoral-, hasta que se radicó en Panamá para continuar allí su carrera periodística. Actualmente, se desenvuelve en la iniciativa regional de periodismo de investigación de ICFJ/Connectas. En su condición de editora y data research, colabora con investigaciones globales y edita investigaciones que hacen periodistas asociados en distintos medios.

La clave

En Argentina

  • Las revelaciones de Panamá Papers desataron renuncias, arrestos, investigaciones judiciales y parlamentarias y reformas legislativas en distintos países; aunque en nuestro país las causas no tuvieron tanta evolución. Entre los argentinos que figuran se encuentran el presidente Mauricio Macri; el ex secretario privado de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz; el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, y varios empresarios ligados al kirchnerismo, entre otros. Incluso, los documentos revelaron datos sobre una sociedad offshore de Lionel Messi, desconocida para el fisco español. Aunque no es delito tener fondos en un paraíso fiscal siempre y cuando estén declarados, la publicación de esta información llevó a una amplia investigación en varios países.