El peor infierno

Las muertes de Malvina

La mujer que fue hallada sin vida ayer había perdido a sus pequeñas hijas en 2007, asesinadas por su ex marido, que luego se suicidó.

Otros tiempos. Malvina y sus pequeñas Micaela y Ludmila, hace más de diez años. “Las alumnitas tenían libretas hermosas”, contó entonces la directora de la escuela de las niñas.

Foto: El Litoral

Joaquín Fidalgo

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La muerte de Malvina Noelia Santacruz sigue siendo un misterio. La autopsia realizada sobre su cuerpo determinó que no había signos visibles de violencia, a diferencia de las versiones que circularon en un principio. Ahora, los investigadores esperan resultados de distintos análisis de laboratorio para tratar de determinar las causas del fallecimiento.

El cadáver de esta mujer fue hallado ayer por la mañana en un baldío ubicado a la vera de avenida Blas Parera, a la altura de pasaje Formosa. Se sabe que murió 48 ó 72 horas antes. No obstante, se puede decir que el corazón de Malvina ya había dejado de latir una década atrás, cuando sufrió el peor golpe que puede recibir una madre.

En octubre de 2007, ella vivía con sus dos pequeñas hijas, Micaela Mariana (de 8 años) y Ludmila Jazmín (de 4). Hacía poco se había separado de su marido, el papá de las nenas, Jorge Sandoval.

Este hombre, que había maltratado a Malvina de todas las formas posibles, no se resignaba a terminar con la relación. Una tarde, pasó a buscar a sus hijas por su domicilio de Mendoza al 4500, las llevó caminado hasta su casa, ubicada a pocos metros, y las acostó.

Micaela y Ludmila dormían cuando su padre entró a la pieza con un revólver calibre 38. Les disparó a quemarropa en sus cabezas y huyó del lugar. Las niñas, agonizantes, fueron halladas por su propia madre y vecinos. En vano, los médicos del Hospital Orlando Alassia trataron de salvar sus cortas vidas. Ambas dejaron de existir horas más tarde.

El asesino huyó, perseguido por la policía, hasta detrás del Cementerio Israelita, donde finalmente se quitó la vida con la misma arma.

Malvina también “murió” ese día, a pesar de que no hubo balas para ella. Rehizo su vida como pudo, formó pareja con un hombre de Villa del Parque y ejerció la prostitución para “hacerse la moneda”.

Ella nunca fue la misma y su depresión se agudizaba cuando se acercaba alguna fecha “especial” como las fiestas de fin de año. Su familia asegura que antes de desaparecer estaba más triste que nunca. Es que mañana hubiese cumplido años su pequeña Ludmila.

Adiós

Malvina fue sepultada este mediodía, sin velatorio. “Lo decidimos todos juntos. Así lo dispuso la familia. Ella tenía la cabeza destrozada”, explicó Ramón Santacruz, su padre.

“Es muy fuerte todo lo que nos pasó. Yo trato de mantenerme fuerte, de no demostrar, porque no se me puede caer la familia, pero un día me va a pegar fuerte todo esto. Ya tengo 65 años”, susurró con lágrimas contenidas en sus ojos.

“Nosotros no sabíamos que su pareja la mandaba a hacer la prostitución. Ella se iba lejos para que nosotros no nos enteremos. Nos dimos cuenta cuando al otro día cayó su marido y nos dijo que Malvina no había vuelto, que él la había mandado para que se haga ‘la moneda’”.

Autopsia

Ayer, en conferencia de prensa, el fiscal Jorge Nessier informó que el resultado de la autopsia no reveló ningún signo de violencia en el cadáver de Malvina.

“El cuerpo fue reconocido por sus familiares. El médico que había examinado el cadáver apenas fue hallado, en un examen preliminar, había advertido que podría haber sido víctima de algún tipo de violencia, pero en realidad era el grado de descomposición por las 48 ó 72 horas que llevaba fallecida”, explicó el funcionario.

“No obstante, vamos a esperar los resultados de análisis que se están llevando a cabo y que van a demorar un tiempo considerable. Es una batería de estudios bioquímicos y anatomopatológicos”, manifestó.