llegan cartas

Educación

MIGUEL ÁNGEL REGUERA

DNI. 16.831.396 / [email protected]

Los maestros quieren mejores salarios; los periodistas buscan títulos; los políticos procuran votos. En el escenario los actores se olvidan de la letra de la verdadera obra. Ninguno hace referencia al vaciamiento de contenidos de la escuela primaria; de educación secundaria con interminables módulos de una hora; de un régimen de inasistencias laxo y flexible; de alumnos que pasan de una escuela a otra sin poder reconstruir una biografía escolar única; de escuelas sin personería jurídica, lo que impide que reciban donaciones y que sólo gracias a “Cooperadoras escolares” pueden canalizar ayudas materiales. Tampoco se habla del incumplimiento de la obligación legal de la jornada extendida, de la falta de infraestructura y equipos de informática, arte y deportes. No es el tema del día la celebración de convenios entre los Institutos de Formación Docente y las Universidades de cada jurisdicción para capacitar y jerarquizar la profesión docente. Nadie menciona siquiera la posibilidad de encuadrar a la docencia como trabajo insalubre en razón de las patologías psiquiátricas y orgánicas que padecen los maestros. En los convenios colectivos se deben discutir todos estos temas y, además, los magros salarios que desalientan a los mejores que con vocación y formación no pueden cubrir sus necesidades mínimas. El dilema educativo no podrá resolverse mientras los que tienen poder de decisión, el ministro de Educación de la Nación y el Consejo Federal sigan jugando a las escondidas.